La falta de recursos ensombrecio este otono al Festival Varsovia Jazz Jambore 94, una fiesta de la musica que cumplio 36 anos y brillo con luz propia incluso bajo el regimen comunista.
"Las bandas polacas y extranjeras estaban en buena forma. Faltaron, sin embargo, una o dos estrellas del jazz, lo que siempre fue usual en nuestro festival. Pero con el mismo reducido presupuesto del ano pasado era dificil organizar algo mejor".
Son las palabras de Marek Dusza, uno de los promotores del festival, quien explico que no obstante el publico pudo disfrutar este ano a figuras como el saxofonista noruego Jan Garbarek y la vocalista israelita Noa y su guitarrista Gil Dor.
Sin embargo, "la magia de antano se ha desvanecido", agrega Dusza quien recuerda con anoranza que "hasta los anos 80 Varrsovia fue el unico lugar entre todos los paises comunistas donde se podia tocar y escuchar jaz en esta escala y a este nivel".
"Una muchedumbre de jovenes checos, eslovacos, alemanes orientales, bulgaros y gente de la antigua Union Sovietica llegaba en esta fechas a las estaciones de ferrocarril y dormian a la intemperie muchas veces para no perderse nuestro festival", agrega.
Pero Aleksandra Filipowicz, agente de uno de los grupos que se presentaron en el festival, observa que "los tiempos han cambiado".
"Ahora los promotores tenemos que encontrar audiencia, especialmente porque hay decenas de miles de conciertos que nos hacen la competencia y todos luchamos por conseguir lo mismo: los slotys (la moneda polaca)", agrega Filipowicz.
Sin embargo, el festival tuvo su belleza. La cita convocada en la primera quincena de noviembre abrio con la actuacion de Klaus Konig, cuya orquesta formada por musicos alemanes, belgas, estadounidenses y britanicos, toco su famosa composicion monumental "Time fragments: Seves studies in time and motion", caracterizada por variaciones estilisticas del mismo tema musical.
La audiencia polaca dio igualmente una ovacion a Zbigniew Namyslowski al frente de su cuarteto especializado en lo que llaman "Goralska", o sea combinaciones del jazz inspiradas en la musica folklorica de las montanas Tatra.
El percusionista norteamericano Billy Cobham, quien se ha hecho famoso con sus increibles sonidos, donde combina el jazz, el rock y el funk, no gusto a la critica polaca. "Su actuacion fue monotona y probo que un nombre no garantiza necesariamente la calidad", dijo el semanario "La Voz de Varsovia".
La atraccion fue Noa, que canta en hebreo e ingles, y su grupo, quienes no hacen jazz, sino una improvisacion que con diferentes estilos conquista a la audiencia. Este recital incluyo la interpretacion del Ave Maria de Bach y la popular "Everytime we say goodbye".
Uno de los dias del festival estuvo dedicado a la musica de Krzysztof Komeda, considerado una leyenda del jazz polaco, desaparecido hace 25 anos. Estuvo interpretada, entre otros, por Jan Ptaszyn Wroblewsky y su grupo Made in Poland, el saxofonista de Cracovia Janusz Muniak y la cantante Lora Szafran.
No falto este ano en el Festival de Jazz Jambore 94 el jazz latino, que estuvo presente con Paquito de Rivera y su grupo, quienes interpretaron piezas de Dizzy Gillespie y James Moody.
El saxofonista noruego Jan Garbarek fue uno de los mas esperados. Con un lleno en la Sala de los Congresos, la gente le escucho y le vio hasta el final. Garbarek trajo el caracteristico sonido que le es propio sacado de diferentes elementos de la musica moderna.
Los organizadores estimaron que las presentaciones del norteamericano Hal Gaspers, quien compartio el saxofon con Jerry Bergonzi, fueron estupendas, pero ya el publico estaba cansado.
"No es el jazz clasico", evaluo Marek Dusza. "Y aunque sabemos que casi siempre lo mejor del jazz sucede en su extension hacia otras musicas y estilos, el Jambore no logro atraer a la gente joven. Tendremos que buscar algo nuevo para el proximo ano". (FIN/IPS/nv/ae/94) (Sigue el Servicio)
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