La ausencia del lider rebelde Jonas Savimbi, durante la firma del Protocolo de Lusaka, suscito dudas y aprension entre los observadores sobre la efectividad del Acuerdo General de Paz para lograr la reconciliacion en Angola, tras 32 anos de violencia.
Lusaka, "El acuerdo de todas las dudas", titulo este lunes el diario lisboeta "Publico", en el cual el analista en asuntos africanos Jorge Heitor sostuvo que "la ausencia de Jonas Savimbi y del secretario general de la ONU (Boutros Boutros-Ghali), origino muchas dudas sobre su concrecion".
"Lusaka no significa la paz inmediata", titulo en su edicion de este lunes el lisboeta "Diario de Noticias", segun el cual "ni la mediacion (ONU) ni los observadores (Estados Unidos, Portugal y Rusia) creen que las armas en Angola se van a callar a corto plazo".
El analista internacional Eduardo Mascarenhas sostuvo que "a pesar del protocolo firmado ayer (domingo) en Lusaka, Angola todavia esta esperando la paz".
El Acuerdo de Paz "bajo el punto de vista formal, satisface a la comunidad internacional en sus plazos anteriormente definidos", pero en la practica, "los enfrentamientos se mantienen, la ONU todavia no definio nada concreto, Savimbi continua reclamando inseguridad y las divergencias subsisten en Luanda y la UNITA", subrayo.
Al acto del domingo en la capital de Zambia, asistio el presidente angoleno, Jose Eduardo dos Santos, quien ante la ausencia de Savimbi, -representado por el secretario general de la UNITA, Eugenio Manuvakola- delego la firma en el canciller Venancio de Moura.
Estuvieron presentes en Lusaka, ademas de Dos Santos y Frederik Chiluba, presidente de Zambia, el pais anfitrion, los mandatarios de Zaire, Mobutu Sese-Seko, de Zimbabwe, Robert Mugabe, de Guinea- Bissau, Joao Bernando Vieira, de Santo Tome-Principe, Miguel dos Anjos Trovoada, y de Cabo Verde, Oscar Mascarenhas Monteiro.
Ademas de los siete jefes de Estado, concurrieron a la ceremonia, convocada por mediacion de las Naciones Unidas (ONU), delegados de 29 paises.
Tambien fueron testigos de fe el estadounidense George Moose, secretario adjunto del Departamento de Estado y el vicecanciller portugues, Jose Manuel de Briosa e Gala.
Los angolenos libraron una guerra patriotica de 12 anos hasta su independencia del dominio colonial portugues en 1975, pero inmediatamente estallo un conflicto armado entre el gobierno de Luanda y la UNITA que solo se interrumpio brevemente a raiz del acuerdo de paz firmado en la localidad lusa de Bicesse en 1991.
Pese a los intensos esfuerzos de la comunidad internacional, en especial de la ONU, Estados Unidos y Portugal, que mediaron en el proceso que condujo al acuerdo y, posteriormente, a los comicios de septiembre de 1992, la situacion en el pais volvio a deteriorarse.
Savimbi rechazo el resultado de las elecciones en las cuales la UNITA resulto perdedora por amplio margen frente al gobernante Movimiento Popular para la Liberacion de Angola (MPLA) y reanudo la guerra civil cuyo final, tras la firma en Lusaka, sigue incierto.
Savimbi fue descripto por "Publico" como "el gran ausente" en la delegacion de la Union Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), de quien "hasta el ultimo momento se espero que fuese a Lusaka a caucionar un ano de morosas negociaciones".
Las garantias de seguridad dadas por el gobierno de Luanda, asi como la oferta de Estados Unidos de enviar un avion a buscarlo a cualquier lugar de Angola, "no fueron suficientes para convencer a Jonas Malheiro Savimbi a aparecer y mostrarse a los angolenos y al mundo", senalo el diario.
De esta manera, "por su ausencia, (Savimbi) fue el verdadero protagonista de la ceremonia en la capital de Zambia", para firmar "una paz que continua pareciendo fragil", acoto el diario.
"Publico" sostuvo que "la desaparicion hace mas de tres meses de Jonas Savimbi de la escena publica y las derrotas politicas y militares de la UNITA, llevan a algunos analistas a oscilar entre las hipotesis de un retroceso estrategico y del declino de su influencia".
Estos factores, anadio el editorial, se produjeron tras "golpes demasiados fuertes" para Savimbi, tales como "la perdida de sus antiguos amigos sudafricanos y estadounidenses, el embargo de armas y la hostilidad de la comunidad internacional".
En lo inmediato, "sera muy importante que la ONU envie lo mas de prisa posible los cerca de 7.000 hombres previstos (para fiscalizar el cese del fuego que comienza el martes), pues en caso contrario los incidentes podran verificarse en una peligrosa escalada", opino el diario portugues.
Entretanto, segun informo la emisora lisboeta TSF-Radio Jornal desde Lusaka, el gobierno y la UNITA iniciaron este lunes una reunion destinada a la discusion de las cuestiones militares, en el marco de una nueva comision conjunta creada por el protocolo.
Los debates incluyen la definicion de las condiciones de seguridad para Savimbi y los detalles del cese del fuego del 22 de noviembre, previstos en el documento.
El protocolo de Lusaka estipulo que el cese del fuego debe ser "total y definitivo" a partir de 48 horas de la firma del Acuerdo de Paz, es decir, el 22 de noviembre a las 10:53 GMT.
El documento implica la verificacion de la ONU "del retiro y acuartelamiento" de las tropas de la UNITA, asi como la "verificacion y fiscalizacion" de las Fuerzas Armadas de Angola, que desmantelaran sus posiciones avanzadas a medida que los rebeldes se vayan retirando.
En uno de sus parrafos, el protocolo exige "la repatriacion de todos los mercenarios" que se encuentan en el pais, la incautacion de armas en manos de civiles y la liberacion de "todos los prisioneros, militares o civiles, detenidos o retenidos por la guerra". (FIN/IPS/MD/EGO/RP).
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