Los habitantes de la capital de Cuba supieron hoy que a partir del 2000 pagarán más dinero por el agua potable como parte de una nueva alza de tarifas que afectará especialmente a los trabajadores por cuenta propia.
El servicio de agua, gratuito hasta inicios de los años 90, se cobrará desde enero de forma diferenciada a las viviendas, los trabajadores por cuenta propia, las escuelas, los comercios y las oficinas del Estado.
"Deberían garantizar primero un buen servicio antes de ponerse a cobrar más", dijo Reynaldo Suárez, un maestro de 42 años que escuchó la noticia a primera hora de este viernes por la emisora estatal Radio Reloj.
Suárez vive en una zona del municipio Habana Vieja donde el agua apenas surge dos o tres horas diarias. "Yo preferiría pagar más y tener agua siempre", dice.
Por el consumo de hasta tres metros cúbicos de agua mensuales, hasta ahora gratuito, los habitantes de la ciudad abonarán 25 centavos de peso por persona, informó la Dirección Provincial de Acueductos y Alcantarillados de La Habana.
El cambio oficial establece la paridad entre el dólar y el peso, pero en las casas de cambio abiertas por el gobierno en 1995 la moneda estadounidense se cotiza a 21 pesos.
La nueva tarifa, aplicable sólo a aquellas viviendas que tienen medidor de consumo, pasará de 0,5 pesos por 4,5 metros cúbicos del líquido a 1,5 para los que gasten más de 7,5 metros cúbicos al mes.
Los habitantes del sector residencial, donde aún no están instalados los medidores, desembolsarán, como hasta ahora, 1,3 pesos por núcleo familiar al mes por los servicios de agua y alcantarillado.
El gobierno de Fidel Castro aplicó a inicios de esta década una serie de medidas económicas que incluyeron la eliminación de algunas gratuidades, el alza de los precios de productos no básicos y de algunas tasas y tarifas en los servicios públicos.
La decisión respondió a la necesidad de sanear las finanzas internas como vía indispensable para buscar una salida a la crisis económica que vive la isla desde 1990, aseguraron en su momento fuentes oficiales.
Se estima que en La Habana, ciudad con más de 2,2 millones de habitantes, están en buenas condiciones sólo 1.800 de los 4.000 kilómetros de redes y tuberías que deben garantizar el abastecimiento de agua.
Fuentes oficiales aseguran que 98 por ciento de la población habanera tiene acceso al servicio de agua potable, pero, al mismo tiempo, reconocen que 53 por ciento del líquido que se bombea hacia la ciudad se pierde por las roturas en las redes.
El anuncio de un nuevo aumento de las tarifas del agua sucede a la introducción paulatina de la medición del consumo del servicio telefónico y al alza de las tarifas del gas doméstico, ambas vinculadas a inversiones públicas para su extensión y modernización.
Como novedad en el caso del agua potable, la jefa de la sección de cobro doméstico de la dirección habanera de Acueductos y Alcantarillados, Ada Ibel Daniel, reveló a la prensa que se aplicarán tarifas diferenciadas a los trabajadores por cuenta propia.
Las personas que por su cuenta se dedican a la barbería, peluquería, lavandería o son propietarios de pequeñas cafeterías abonarán 25 por ciento por encima de lo facturado en el mes y un 10 por ciento extra por el servicio de alcantarillado.
Quienes lavan vehículos, cultivan flores y plantas ornamentales, son piscicultores o dueños de restaurantes, pagarán el agua que consuman y 75 por ciento de recargo. En el caso del alcantarillado, la tarifa ascenderá 20 por ciento.
El gobierno cubano permitió el trabajo por cuenta propia en 1993 como una alternativa de empleo en momentos en que, como consecuencia de la crisis, el Estado tuvo que renunciar a su política de pleno empleo aplicada durante décadas.
Este año, el desempleo es de alrededor de seis por ciento de la población económicamente activa. Unas 200.000 personas trabajan por su cuenta en algún oficio o como taxistas, son dueños de restaurante de hasta 12 sillas o viven de alquilar habitaciones.
"Quieren que desaparezcan los privados", dijo la dueña de una cafetería situada en el céntrico barrio habanero del Vedado.
Muchos cuentapropistas creen que el gobierno de Castro irá cerrando el espacio a la iniciativa privada en la medida en que la economía se recupere y el país salga de la crisis.
Mientras, las autoridades aseguran que sólo pretenden regular esta actividad. El pago diferenciado de algunos servicios respondería a la necesidad de que pague más el que más gasta y que, al mismo tiempo, tiene mayores ingresos, afirman.
Las modificaciones establecen un alza de 0,1 a 1,2 pesos por metro cúbico de agua para los comercios, oficinas, escuelas y otras instituciones estatales. El sector industrial o productivo en general tendrá una tarifa de 35 centavos por metro cúbico y 60 centavos cuando se excedan en el consumo. (FIN/IPS/da/mj/if dv/99
