Ya es oficial: por primera vez en la historia, Venezuela tuvo una tasa de inflación de tres dígitos, al variar en 1996 el índice de precios al consumidor en 103,2 por ciento, informó hoy el Banco Central.
La inflación venezolana es la más alta del continente americano y fue impulsada por una corriente especulativa durante el primer trimestre y la implantación de un plan de ajuste en abril, que llevó en mayo a una tasa de 12,6 por ciento.
El gobierno aspiraba a contener el movimiento de los precios en diciembre en una tasa de dos por ciento, pero los precios subieron en un punto más, un comportamiento estático respecto a noviembre, cuando la tasa fue de 3,1 por ciento.
La de diciembre fue, en todo caso, la tasa más baja desde agosto de 1995.
Para 1997, el gobierno de Rafael Caldera insiste en mantener una inflación pautada de 25 por ciento, aunque los ministros del área económica ya hablan de una tasa de entre 25 y 30 por ciento, y economistas independientes vaticinan un alza de precios de entre 40 y 50 por ciento.
El abatimiento de la inflación sigue siendo el gran objetivo del plan pactado por el gobierno con el Fondo Monetario Internacional, cuyos representantes forzaron a la estatal Petróleos de Venezuela a reducir su plan de inversiones de 1997, con ese fin.
Pero la esperada reactivación de la economía, tras su caída de – 1,6 por ciento este año (-3,4 por ciento en la actividad no petrolera), así como la alta afluencia de inversiones extranjeras y la alta liquidez, hacen muy difícil contener la inflación en una cuarta parte de la de 1996.
El Banco Central informó este jueves que la mayor variación de los precios en diciembre se produjo en los rubros de vestido y calzado (5,3 por ciento) y gastos de hogar (4,7 pr ciento).
El record inflacionario no sólo se produjo en un año de recesión económica sino de contención de los salarios tanto en el sector público como privado, en una pauperización del ingreso real de la mayoría de los estratos socieconómicos venezolanos.
La autoridad monetaria del país puntualizó que el mayor movimiento de los precios se produjo en gastos diversos, cuya tasa fue de 113,4 por ciento, seguido de gastos de hogar con 103,2 por ciento, mientras que los alimentos, bebidas y tabaco tuvieron una tasa de 94,9 por ciento.
La inflación de 1996 es la más alta desde 1989, cuando se instrumentó el anterior plan de estabilización y los precios variaron en 81 por ciento.
Durante los dos primeros años del gobierno de Caldera, la tasa de inflación fue de 70,8 por ciento en 1994 y de 56,6 por ciento, en 1995. Durante el resto de la década, las variaciones fueron de 36,5 por ciento en 1990, 31 por ciento en 1991, 31,9 por ciento en 1992 y 45,9 por ciento en 1993. (FIN/IPS/eg/ag/if/96