En un vuelco de impredecibles efectos, el Congreso de Venezuela pasó hoy a estar presidido por una joven y polémica figura de la izquierda, lo que le convierte en virtual vicepresidente del país, gobernado por el octogenario demócrata cristiano independiente Rafael Caldera.
La extraña triple alianza del partido socialcristiano Copei, el Movimiento Al Socialismo (MAS) y el izquierdista Causa Radical (Causa R) supuso también el desalojo de Acción Democrática de cargos en alguna de las dos cámaras por primera vez desde 1969.
Cristóbal Fernández Daló, del MAS, resultó electo presidente de la cámara del Senado, mientras que Ramón Aveledo, de Copei, obtuvo la jefatura de Diputados y Causa R logró en el reparto la segunda y primera vicepresidencia.
Fuera de las directivas parlamentarias quedaron el partido de Caldera, Convergencia, y AD, que presidieron las dos cámaras durante os dos primeros años de gobierno, gracias a un pacto en el que también intervinieron Copei y el MAS.
Este sábado se inició el tercero de los cinco años de la legislatura que acompañará la gestión de Caldera y que tiene un parlamento fragmentado en cuatro fuerzas, en el que la principal minoría es de AD, seguido por Copei, Causa R, Convergencia y el MAS.
El MAS fue la principal fuerza que impulsó el retorno de Caldera al poder (tras su gobierno entre 1969 y 1974), una vez que abandonó Copei para promover una candidatura suprapartidaria, montado en la ola del rechazo popular a los partidos.
Fernández Daló subrayó en su discurso de juramentación el "compromiso personal" de colaboración con Caldera y recordó que el MAS es un partido del gobierno, aunque la nueva dirección de la fuerza de izquierda moderada no esconde su deseo de cesar en el respaldo, en medio de la creciente crisis del país.
Aveledo y otros representantes de Copei también explicaron tras la elección de las autoridades parlamenrtarias que justamente la presidencia del Senado fue para el MAS por ser partido de gobierno, pese a tener menor peso parlamentario.
Pero la radicalidad de Causa R, la dura oposición realizada hasta ahora por Copei y la búsqueda de independencia del MAS respecto al gobierno en que ha tenido un papel relegado, aventuran nuevas dificultades para la precaria gobernabilidad del país.
La mayor incógnita, no obstante, es cuál será la verdadera reacción de AD, que con su 29 por ciento en el Congreso ha sido el gran soporte real de Caldera en los dos primeros años de su gobierno, caracterizados por una estabilidad política y social que se va quebrando y un errático manejo económico.
Las señales de AD han sido contradictorias. Por un lado no movió un dedo para evitar la alianza que rompió el tradicional pacto institucional en que casi siempre participó, mientras sus dirigentes dijeron que era un problema político que correspondía solventar a Caldera.
Por otro, los legisladores socialdemócratas indicaron que la nueva alianza es algo normal y "hasta refrescante" y este sábado su único gesto obstruccionista fue en el momento de elegir al radical Pablo Medina como primer vicepresidente de Diputados.
El jefe de la fracción parlamentaria de AD, Henry Ramos, obligó a la votación nominal para Medina, aduciendo que el secretario general de Causa R no cree en el sistema democrático y que cuando lo demuestre AD quería recordar la votación actual.
El momento más espinoso se produjo a la hora de la designación de Fernández Daló, quien aún no tiene 40 años, y provino de su propio sector.
El hasta hace 15 meses secretario general del MAS Freddy Muñoz aseguró que la designación de Fernández Daló como presidente del Congreso y virtual vicepresidente, cuando el país tiene un mandatario anciano, era un grave error político y ético, reiterando acusaciones de corrupción contra Fernández Daló.
Muñoz, ahora senador independiente, abandonó el MAS cuando fue derrotado por representantes de una nueva generación en el partido. En los duros cuestionamientos intercambiados entre los dos bandos esta semana, han salido a la palestra hasta temas tan privados como tendencias sexuales.
Caldera no hizo hasta ahora comentarios sobre los cambios en el parlamento, pero su hijo y senador de Convergencia, Juan José Caldera, se mostró este sábado"muy tranquilizado" por la insistencia del MAS y Copei de que la presidencia del Senado seguía en manos del gobierno.
La nueva alianza subrayó que es programática y buscará mantenerse el resto de la legislatura, con cinco grandes propósitos: reformar la ley electoral, la justicia, la Constitución, el parlamento y los programas sociales.
Fernández Daló dijo que se buscará acelerar la reforma política para lograr que el Congreso "sea más eficaz y recobre así la credibilidad perdida entre los venezolanos".
Los miembros de la triple alianza seleccionaron a dos mujeres como primera vicepresidenta del Senado y segunda de Diputados, en lo que indicaron que representaba un explícito gesto para "estimular el liderazgo femenino y poner a la mujer en su lugar en el ámbito político".
Como vicepresidenta del Senado fue electa la veterana dirigente de Copei Haydeé Castillo, y en Diputados una aguerrida luchadora social del estado Amazonas, Carmen Cardozo, independiente cercana al MAS. (FIN/IPS/eg/dg/ip/96)