Kirkuk

Un guerrillero del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, el PKK, mantiene su posición en Nouafel, una aldea árabe al oeste de la ciudad de Kirkuk, en el norte de Iraq. Crédito: Karlos Zurutuza/IPS

En las trincheras kurdas contra el EI, y detrás

Los soldados saludan a la bandera, o sonríen mientras cogen en brazos a niños rescatados del horror de la guerra. Son los murales de la 12 División de Infantería iraquí, todavía visibles a la entrada del campamento K1, al oeste

La familia Ismam, de desplazados mandeos que huyen del grupo extremista Estado Islámico, posa en la entrada del Consejo Mandeo de la ciudad iraquí de Kirkuk, donde están acogidos temporalmente. Crédito: Karlos Zurutuza/IPS

Los discípulos de San Juan Bautista también huyen del EI

“¿Volver a casa? Sería un suicidio, los islamistas nos cortarían el cuello sin vacilar”, explica Jalil Hafif Ismam. El temor de este refugiado resume el de uno de los pueblos más antiguos de Mesopotamia. Y el más diezmado.