Abdul Karim llegó a la fronteriza localidad camerunesa de Garoua-Boulai desde la República Centroafricana a fines de febrero, como parte de una nueva oleada de refugiados.
Farhat Bibi, de 43 años, quedó sola a cargo de sus hijos cuando su esposo murió en un atentado hace tres años en las Áreas Tribales Administradas Federalmente (FATA) del noroeste de Pakistán.