“El gobierno no se preocupa por nosotros porque somos del sur”, dice a IPS el jefe del consejo local de la localidad libia de Oubari, Mohammad Salah Lichej, expresando el abandono que siente esta parte del país.
Todas las miradas se dirigen a Libia desde que el presidente de Níger, Mahamadu Isufu, declaró que los últimos ataques en el norte de su país habían sido obra de terroristas malienses ubicados en el sur libio.
En Libia, una dosis de LSD (ácido lisérgico) cuesta 78 centavos de dólar y, una de marihuana, 7,80 dólares. En este país, las drogas son accesibles por una simple razón: «Bajar los precios permite crear una demanda y abrir un