La crisis asociada a la actual pandemia ha puesto de manifiesto las desigualdades estructurales de todos los ámbitos, especialmente las asociadas al género.
El trabajo infantil, tal y como afirman la OIT y Unicef, es fruto de la combinación de factores como la pobreza, las emergencias regionales y la migración. También es una consecuencia directa de las desigualdades socioeconómicas. Por eso, ambas organizaciones