La revolución que a comienzos de 2011 derrocó al dictador Zine El Abidine Ben Ali en Túnez dio mayor libertad a sus ciudadanos, pero también espantó a muchos turistas. Ahora, pese a la crisis política, los visitantes están volviendo.
Túnez ya estaba sumergido en un conflicto político cuando hace tres semanas asesinaron al líder de la oposición, Mohammad Brahmi, pero la serie de atentados posteriores amenazan con desestabilizar todavía más a este país, cuna de la Primavera Árabe.
Cuando las divisiones políticas amenazan con desestabilizar la transición democrática en Túnez, el primer ministro Ali Larayedh dio a conocer los plazos para terminar de redactar la nueva Constitución y organizar elecciones. Pero no todo el mundo está convencido de
Cuando transcurre el tercer año después del derrocamiento del dictador Zine El Abidine Ben Ali, la verdadera democracia todavía es una obra en construcción en Túnez.
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