IDLIB, Siria – Cuando la familia de Amina al Hassan, de 42 años, regresó a su casa tras la caída del régimen de Bashar al Assad, su hijo pisó una mina terrestre.
ABUYA – Zainab Abdul notó que su hija de dos años palidecía, perdía peso y sufría diarrea. No le sorprendió. Desde que bandidos vinculados con la yihad los obligaron a abandonar su aldea en Kadadaba, en el noroeste de Nigeria,