Solo el nombre Berbera ya sugiere algo exótico y evoca imágenes de muelles tropicales, comerciantes morenos y atardeceres encendidos con aroma a especias, inciensos y aceite de palma.
La oleada conservadora prueba sus límites en Brasil, ejemplificados en un decreto del Ministerio del Trabajo que busca trabar la represión al trabajo en condiciones análogas a la esclavitud, revocada provisionalmente por la Justicia.