septiembre 8, 2016

Iraida Semino, de 40 años, prepara un cantero para sembrar, en su finca La Maravilla, en el municipio La Lisa, en la periferia de La Habana, en Cuba. Con su labor como agricultora sostiene una familia de cinco personas. Crédito: Jorge Luis Baños/IPS

Brechas de género persisten en el acceso a la tierra en Cuba

Iraida Semino parece una mujer como otra cualquiera: es divorciada, tiene dos hijos y su título de economía cuelga empolvado en una pared. Sin embargo, no resulta fácil dar con alguien como ella laborando en los campos de Cuba.