La prisión libanesa de Roumieh, escenario de un conflicto este mes entre prisioneros y guardias, tiene ya antecedentes en materia de disturbios, escapes, corrupción y abusos.
«Nos levantábamos y acostábamos todos los días mirando al cielo, esperando que algo cayera, pero no pasaba nada, no caía ni una gota», narra, aún con angustia, María Inés Queiros, una productora de quesos artesanales del sureño departamento uruguayo de