DESARROLLO: Wolfowitz triunfa sobre críticos europeos

Paul Wolfowitz, el polémico candidato de Estados Unidos a presidir el Banco Mundial, limó asperezas con funcionarios de la Unión Europea (UE) y dijo que de llegar al cargo formará un equipo ejecutivo ”multinacional”.

Sin embargo, no hizo ninguna promesa de cargos a la UE, que aspira a uno de los dos puestos vacantes de vicepresidentes.

Tras una reunión informal con funcionarios europeos en Bruselas, Wolfowitz consideró ”muy importante” que la composición del directorio del Banco refleje que se trata de una institución multilateral.

”Debe reflejar que los países europeos como grupo son los mayores donantes del Banco, pero también debe reflejar la diversidad de donantes y receptores. Me propongo buscar los mejores talentos del mundo y espero formar un equipo ejecutivo verdaderamente multinacional”, declaró a la prensa.

Sin embargo, Wolfowitz se abstuvo de hacer referencia alguna a quién sería el primer vicepresidente de la institución de desarrollo, y se limitó a decir que ”existen grandes talentos aquí en Europa, y también en el mundo en desarrollo”.
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La presidencia de la UE, ocupada actualmente por Luxemburgo, manifestó que Europa espera ocupar uno de los dos puestos vacantes de vicepresidentes. Francia sugirió a Jean-Pierre Jouyet, presidente del Club de París de países acreedores.

El Directorio Ejecutivo del Banco tiene 24 miembros, 11 de ellos europeos, incluidos siete de la UE.

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, anunció el día 15 que Wolfowitz, subsecretario de Defensa y principal artífice de la guerra contra Iraq, era su candidato para encabezar el Banco Mundial.

Desde su fundación, la presidencia del Banco Mundial es ocupada por un ciudadano estadounidense, y la del Fondo Monetario Internacional, por un europeo.

En general las candidaturas son aprobadas sin objeciones, pero la nominación de Wolfowitz generó gran polémica y una campaña paneuropea contra su designación.

La elección de Bush desató una ola de indignación entre activistas y expertos que lo acusan de unilateralismo, belicismo e irresponsabilidad en el manejo de los contratos para la reconstrucción de Iraq tras la guerra lanzada por Estados Unidos en marzo de 2003.

La nominación también causó consternación en círculos de la seguridad nacional estadounidense y en el Sur en desarrollo.

Wolfowitz tiene 35 años de carrera académica y pública, pero ninguna experiencia directa en finanzas o planes de desarrollo, menos aun en misiones para reducir la pobreza como la que supuestamente encabezaría.

Sin embargo, funcionarios de la UE dieron la luz verde a Wolfowitz el miércoles, al referirse a él como ”el presidente entrante del Banco Mundial”.

Además de reunirse con Jean-Claude Juncker, primer ministro de Luxemburgo y actual presidente de la UE, el candidato también dialogó con funcionarios de finanzas y desarrollo de Holanda, Gran Bretaña, Francia, Alemania y Suecia.

Según Juncker, el encuentro fue ”constructivo y amistoso”.

Wolfowitz se esforzó por despejar toda duda de que, bajo su gestión, la agenda de desarrollo del Banco será la prioridad.

”Reconozco que soy, por lo menos, una figura controvertida, pero espero que, a medida que la gente me vaya conociendo, entienda que creo profundamente en la misión del Banco” de ayudar a las personas y los países más pobres, dijo a la prensa.

La Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, manifestó satisfacción por las declaraciones de Wolfowitz.

Olli Rehn, comisario de la UE para asuntos de ampliación del bloque, ”está satisfecho con todo lo que escuchó de Wolfowitz sobre libre comercio, y también sobre reducción de la pobreza y políticas de desarrollo”, dijo un portavoz de la Comisión.

Pero organizaciones no gubernamentales continúan preocupadas por la candidatura de Wolfowitz, y lo urgieron a aclarar sus opiniones sobre temas de desarrollo.

”Oxfam está preocupada porque, en el pasado, Paul Wolfowitz criticó duramente a las instituciones internacionales y no tiene experiencia directa en asuntos de desarrollo”, manifestó Luis Morago, director de la oficina de la organización humanitaria Oxfam en la UE.

”Por eso, pedimos a Wolfowitz que aclare su posición, y urgimos a los gobiernos y sus directores ejecutivos en el Banco que consideren estos asuntos y la opinión de los países en desarrollo al tratar su nominación”, exhortó.

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