La V Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) terminó sin acuerdos este domingo, pero la ONU realizó en ella un significativo aporte, que mantendrá vigencia cuando se reanuden las negociaciones sobre comercio internacional.
La ONU (Organización de las Naciones Unidas), observadora en la Conferencia realizada desde el miércoles en el sudoriental balneario mexicano de Cancún, destacó cuestiones importantes para los pobres y marginados del mundo en desarrollo.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan pidió a los 146 Estados miembros de la OMC que dijeran 'no' a las políticas comerciales que agravan la pobreza y 'sí' a pasos audaces pero sensatos que revivan la economía mundial y establezcan un nuevo rumbo de desarrollo, en un mensaje a la sesión inaugural de la conferencia.
Ese mensaje, histórico por su franqueza y compromiso con la reconstrucción de la fe en el marco del comercio multilateral, fue leído por el secretario general de Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, Rubens Ricúpero.
Un equipo de representantes del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), encabezados por Hafiz Pasha, secretario general asistente de esa agencia, intentaron honestamente mediar entre el Norte industrializado y el Sur en desarrollo.
Esos funcionarios destacaron, en reuniones con periodistas, activistas y delegados de gobiernos, la necesidad de que el régimen de comercio mundial sea más propicio al desarrollo y al cumplimiento de las llamadas Metas de Desarrollo del Milenio fijadas por la ONU.
Setenta por ciento de los pobres del mundo viven en áreas rurales y dependen de la agricultura, lo cual la necesidad de reformar las reglas del comercio agrícola, afirmó Pasha, quien fue secundado en la V Conferencia por Kamal Malhotra, Murray Gibbs y David Luke, expertos en globalización, comercio y deuda externa.
Las Metas del Milenio incluyen lograr que el porcentaje de la población mundial que vive con menos de un dólar diario sea en 2015 la mitad que en 1990, y eso sólo puede lograrse con apoyo a los agricultores pobres y creación de comunidades agrícolas viables, alegó.
Los agricultores pobres no pueden escapar de la trampa de la pobreza, si son forzados a competir con productos que reciben subsidios de los países más ricos, tanto para la exportación como en el mercado interno, arguyó Pasha en reuniones con representantes del Norte.
El funcionario instó a la Unión Europa, Japón y Estados Unidos a reducir sus subsidios, aranceles y barreras no arancelarias al comercio, y consideró positivo que el bloque europeo haya decidido reformar su Política Agraria Común, pero comentó que eso aún debe ser puesto en práctica.
Un problema relacionado con los mencionados es el colapso desde mediados de los años 90 de los precios internacionales de varios productos básicos cruciales para países del Sur.
Si a eso se suma el deterioro de los términos de intercambio entre países ricos y pobres, el resultado es dramático en términos de desarrollo humano: disminución del empleo, el salario y los ingresos en general, más precariedad de los medios para ganar el sustento y menos acceso a servicios sociales básicos.
Por lo tanto, un acuerdo sobre productos básicos debe tener por base los principios del comercio justo, y abarcar el acceso a mercados por parte de los países del Sur.
El equipo del PNUD también instó a lograr progresos sobre la regulación del desplazamiento internacional de trabajadores, en el marco de las negociaciones del Acuerdo General sobre Comercio de Servicios (GATS, por sus siglas en inglés).
Según cálculos del PNUD, los ingresos de los países del Sur aumentarían unos 50.000 millones de dólares anuales, si los del Norte permitieran el ingreso en sus mercados laborales de personas procedentes del mundo en desarrollo, en cantidad equivalente a uno por ciento del total actual de trabajadores.
Esa cantidad de dinero es similar al total anual de asistencia oficial al desarrollo que aportan los países ricos, y el aumento de los ingresos calculado se debería a remesas de dinero por parte de los trabajadores migrantes.
El PNUD destacó también la importancia de esa cuestión para la capacitación de trabajadores del Sur.
Uno de los objetivos del GATS es la progresiva liberalización de los mercados de agua, energía, salud y educación, servicios públicos básicos, cruciales para alcanzar las Metas del Milenio, pero eso no debe significar privatizaciones que serían contraproducentes, dijo Pasha a IPS.
La liberalización puede aportar capital y recursos tecnológicos muy necesarios, si se realiza en forma gradual y adecuada, pero es vital asegurar que cualquier compromiso en esos sectores proteja el acceso de los pobres a los servicios en cuestión, enfatizó.
El PNUD ha asumido tareas de facilitación de negociaciones comerciales mundiales, regionales y nacionales, así como actividades para subrayar los vínculos entre comercio, desarrollo humano y cumplimiento de las Metas del Milenio.
La agencia también realiza trabajo analítico en apoyo de la capacidad de negociación comercial de los países pobres, y eso resultó provechoso para el Sur en Cancún.
Por otra parte, el PNUD facilita la coordinación entre donantes y la cooperación Sur-Sur en cuestiones relacionadas con el comercio, y ha desarrollado a tal efecto una base de datos sobre experiencias de desarrollo de capacidad comercial. (