Un balance de los progresos alcanzados desde la aprobación de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el 10 de diciembre de 1948, arrojó un saldo insuficiente.
Los matrimonios prematuros y forzosos, comunes entre la comunidad musulmana de Costa de Marfil pese a que la ley castiga con 20 años de cárcel las relaciones sexuales con una menor, fueron puestos en el centro de la atención pública