TRABAJO-ARGELIA: Mujeres inundan mercado laboral

Las mujeres argelinas se han dedicado tradicionalmente al tejido, a la cerámica artesanal, a preparar comidas y a criar sus hijos. Pero esto comienza a quedar atrás al ampliarse su área de inserción laboral debido a la coyuntura socioeconómica y a nuevas leyes en este país de mayoría musulmán.

Las argelinas, poco a poco, se van forjando un camino seguro para ellas mismas en ciertos sectores económicos aún de predominio masculino, como el comercial en su sentido más amplio.

A pesar de que en la actualidad las mujeres ocupan apenas 9,1 por ciento de casi un millón de puestos de trabajo del sector comercial, el ingreso fue el año pasado de 5.000 trabajadoras, 5,9 por ciento más que en 2004, según el Centro Nacional de Registro Comercial (CNRC).

"Es alentador ver cómo las mujeres se van dedicando a las actividades comerciales y de negocios al igual que los hombres, sin restricciones", señaló Aicha Djerrar, profesora de urbanismo en la Universidad de Constantina, en el norte de Argelia.

Este cambio da cuenta de las difíciles condiciones económicas en este país. La Oficina Nacional de Estadística sitúa el desempleo en 17 por ciento de la población económicamente activa.

"El número de mujeres en el sector comercial siempre tiende a crecer en un contexto socioeconómico caracterizado por el desempleo", dijo a IPS un directivo del departamento comercial de una empresa de Kabylia, en el centro del país.

"Si pensamos en la situación de hace 10 o 20 años, se ve que la mujer argelina prefería los trabajos fáciles que al mismo tiempo le permitieran hacerse cargo de sus hijos. La situación económica no las obligaba a trabajar", explicó.

El sociólogo Brahim Touhami, profesor de la Universidad de Constantina, comparte esta visión. "El contexto socioeconómico del país hace que cada vez sean más las mujeres que tengan que satisfacer las necesidades de la familia. Esto le está permitiendo ingresar a las actividades comerciales donde se desempeñan sin complicaciones", señaló.

"El desempleo y la falta de un trabajo apropiado para ellas hace que prefieran el sector comercial", apuntó.

"No hay ningún tipo de restricciones que nos impida realizar actividades comerciales", dijo a IPS Fatiha Illoul, una abogada que ahora trabaja en el área de la construcción. La facturación anual de su empresa en Kabylia, que construye y vende viviendas, asciende a unos 150.000 dólares.

Asimismo, Salima Bensalem, quien se desempeña en el campo de la vestimenta en Argel, la capital del país, señaló que "gracias a Dios no tuve dificultades para realizar mi trabajo". "Al contrario, el gobierno impulsa a las mujeres a desempeñar tareas redituables", agregó.

El sector financiero trata por igual a las mujeres, sostuvo Lahcene Aziz, un directivo del Banco de Desarrollo Local en Kabylia.

"Los bancos no se rigen por ninguna ley que trate diferencialmente a las mujeres de los hombres. Se benefician de los mismos derechos que ellos en la financiación de sus proyectos", comentó a IPS.

Una investigación del CNRC sobre las empresas administradas por mujeres muestra que 36 por ciento trabajan en el sector de servicios, más de 26 por ciento en la producción industrial, y alrededor de 17 por ciento en importaciones. Otro 17 por ciento integra el rubro importaciones y exportaciones.

El Centro de Investigación en Economía Aplicada y Desarrollo de Argel, indicó que las mujeres no están tan interesadas en el transporte, la industria del corcho, la minería y la agricultura. Actividades como soldar siguen siendo desempeñadas principalmente por hombres.

Mientras algunas mujeres como Illoul y Bensalem consideran al mundo empresarial como un oasis, sus contrapartes de las comunidades musulmanas conservadoras piensan de otro modo. Abdenour Larabi, un vendedor de frutas y verduras en el centro de Argel, es uno de los que abiertamente considera que las mujeres no deben trabajar.

"La mujer debe dedicarse exclusivamente a las tareas domésticas y a la educación de sus hijos", dijo a IPS.

"Aun cuando tiene que salir de casa por algún asunto urgente, debe estar acompañada de su tutor o esposo", añadió.

Esta forma de pensar persiste a pesar de una interpretación más liberal del Islam en el ámbito gubernamental.

El Islam habilita a las mujeres a trabajar en el mundo empresarial, sostuvo Said Bouyzri, directivo del Departamento de Asuntos Religiosos en Kabylia y doctor en ley islámica (sharia).

"Las mujeres pueden realizar actividades comerciales pero no es obligatorio porque es deber del hombre satisfacer las necesidades de la familia" según los preceptos del Islam, explicó. (

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