HONDURAS: Fiscalía denuncia soborno en fuga de narcotraficante

La Fiscalía de Honduras atribuyó hoy a un soborno de un millón de dólares la fuga este fin de semana del narcotraficante Juan Ramón Hernández, implicado en la masacre de siete personas en la ciudad de Tocoa en agosto.

La fuga de Hernández parece "ser un plan estrátegicamente diseñado y aunque habíamos advertido con antelación de su fuga, nadie quiso hacer caso y sabemos que hubo soborno de por medio", dijo el fiscal del Estado, Edmundo Orellana.

El fiscal añadió que el narcotraficante había ofrecido un millón de dólares a las autoridades de la cárcel de Támara, en el centro del país, donde se encontraba recluido y, previamente, 200.000 dólares a una fiscal para que desistiera de su acusación ante la justicia.

Hernández forma parte del cartel del atlántico en Honduras y estrechos vínculos con militares implicados en el tráfico de drogas, entre ellos el coronel Wilfredo Leva Cabrera, con quien habría planificado la masacre de Tocoa, según el testimonio de un militar presentado ante la Fiscalía y divulgado a la prensa.

El fiscal Orellana indicó que el narcotraficante salió por la puerta principal de Támara, una cárcel de máxima seguridad de la que se fugan millonarios "y no los roba gallinas como antes". El director y el subdirector del penal se encuentran suspendidos.

Un juzgado de Tegucigalpa investigaba las cuentas bancarias de Hernández y, según informes de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA), su captura había sido uno de los mayores logros de los cuerpos policiales en la lucha contra el narcotráfico.

Alfredo Landaverde, un ex asesor de los cuerpos policiales de Honduras, dijo este lunes que la fuga de Hernández "era algo que todo mundo sabía, incluso 48 horas antes de que se concretara".

"Yo personalmente hablé con el comandante de la policía preventiva para alertarle, pero como en este país las cosas se hacen al revés, no tomaron en cuenta mi advertencia", añadió Landaverde, quien reclamó una reforma del centro penal de Támara.

"Ahí lo que hay son puertas y compartimientos falsos para que los grandes reos, es decir los poderosos, se fuguen. Hay corrupción y nada más", recalcó.

En el caso de Juan Ramón Hernández, éste se hacía pasar como un comerciante radicado en la ciudad de La Ceiba, con espíritu altruistas y que gustaba ayudar a la gente de escasos recursos. Cuando incautaron sus propiedades hace dos meses, la Fiscalía encontró arsenales de armas, pisos falsos para esconder droga y un casete que revelaba cómo iban a realizar la matanza en Tocoa.

Hernández aprovechó para fugarse en un momento en que Honduras está sumida en labores de reconstrucción tras los daños causados por el huracán Mitch, que dejó más de 6.000 muertos y casi dos millones de damnificados.

Pero además, la fuga del narcotraficante se produjo cuando una junta interventora de las policías preventiva y de investigación criminal hacía su traspaso al recién creado Ministerio de Seguridad, a cargo de un civil, como muestra del proceso de desmilitarización que hace seis años inició Honduras.

La fuga del narcotraficante puso en evidencia la fragilidad de la nueva policía civil, que hizo su estrenó formal este fin de semana, señalaron expertos y analistas.

La junta interventora no pudo completar el proceso de depuración, al dejar bajo el nuevo esquema a más de 300 oficiales implicados en violaciones de los derechos humanos, corrupción, soborno y asaltos. (FIN/IPS/tm/ag/ip/98) = 12072307 MVD056

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