YUGOSLAVIA: OTAN será demandada por muerte de 16 trabajadores

La OTAN y la televisión estatal de Serbia (RTS) serán acusadas ante tribunales nacionales y europeos por la muerte de 16 trabajadores del organismo durante uno de los bombardeos aéreos de la alianza militar en abril.

El sábado se realizó en Belgrado una ceremonia en recuerdo de las 16 víctimas.

Las familias de los trabajadores acusarán a la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) de violar la Convención para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales, y a la dirección de RTS de utilizar a su personal como herramienta en la guerra de propaganda.

"Todas las víctimas eran civiles. La OTAN no podía obtener beneficio alguno con el ataque a la RTS. Esas personas fueron brutalmente privadas de su derecho básico a la vida", dijo a IPS Vladan Joksimovic, del Centro para los Derechos Humanos con sede en Belgrado.

Según Joksimovic, la OTAN violó deliberadamente el Artículo 2 de la Convención, que establece que "el derecho a la vida de todos los seres humanos debe ser protegido por la ley".

La Convención establece que "nadie puede ser privado de su vida intencionalmente excepto al ejecutarse la sentencia de un tribunal, luego de su condena por un delito para el que la ley establece dicha pena".

El abogado Slobodan Sisic llevará el caso contra la RTS ante un tribunal de Belgrado. A su juicio, los más altos funcionarios del organismo descuidaron la seguridad de su personal durante el trabajo en tiempos de guerra.

"Es algo muy sencillo: ¿por qué ciertas personas, en este caso trabajadores de RTS, no estaban protegidas adecuadamente o en refugios durante los ataques aéreos de la OTAN?", preguntó.

En su opinión el caso está claro. "Los altos funcionarios de RTS abusaron de su posición. Sabían que RTS sería un objetivo y no hicieron nada, esperando ganar un punto en la propaganda de guerra".

Milorad Komrakov, jefe de la Oficina de Información de RTS, negó cualquier conocimiento previo del ataque. "Es una terrible mentira que cualquiera de nosotros supiera de antemano que RTS sería atacada", sostuvo Komrakov ante IPS.

"La Oficina de Información tenía el deber de decir la verdad sobre la guerra y la agresiva propaganda de la OTAN", agregó.

La muerte de 16 personas en el edificio de la RTS motivó las protestas de organizaciones de periodistas y de derechos humanos de todo el mundo, que cuestionaron que los medios de comunicación fueran objetivos de guerra legítimos.

El portavoz de la OTAN justificó el ataque diciendo que la RTS era parte de la "maquinaria de guerra" de Yugoslavia y que difundía el odio contra los kosovares de ascendencia albanesa así como noticias falsas acerca de la situación en Kosovo.

Sin embargo, las víctimas no estaban directamente involucradas en la producción de noticias y ningún periodista murió en el ataque nocturno.

Los familiares de las víctimas dijeron que, a diferencia de otros edificios clave del gobierno e incluso de estaciones de televisión privadas, las instalaciones de RTS no fueron evacuadas.

La noche del 23 de abril, cuando las bombas dieron en el corazón de RTS, había 120 personas en el edificio. Entre las 16 personas que murieron a causa del ataque había técnicos, editores de video, operadores de sonido y mantenimiento y una maquilladora.

Algunas de las víctimas tuvieron que ser identificadas mediante análisis de ADN. Se encontraron restos de los cuerpos cerca de la iglesia de San Marcos, a 150 metros. El edificio de la RTS estaba situado cerca de un parque, una iglesia y un teatro para niños en el centro de Belgrado.

Aunque las familias de las 16 víctimas culpan en un principio a la OTAN, muchos creen que la RTS sabía del peligro inminente y no hizo nada para evitar las innecesarias pérdidas humanas. A su juicio, el organismo quería beneficiarse de la propaganda contra la alianza militar.

"Tanto la OTAN como la RTS son responsables por la muerte de mi hija", dijo a IPS Borka Banovic, madre de Ksenija (28), una editora de video.

"La OTAN no debió bombardear las instalaciones de un medio de comunicación, pero la RTS también es responsable. Los altos funcionarios sabían que… había sido declarada un objetivo legítimo y no hicieron nada para proteger a los empleados. Fue un asesinato premeditado de su propia gente", señaló.

Banovic y otros familiares de las víctimas dijeron que RTS estaba capacitada técnicamente para emitir sus programas desde distintos lugares durante la guerra.

"Aunque la sala principal sea el corazón de la estación y los funcionarios digan que debe funcionar incluso en tiempos de guerra, luego del ataque la RTS comenzó a emitir sus programas desde otros lugares o unidades móviles", agregó.

Dusan Munitlak, padre de Jelica Munitlak (28), una maquilladora que también murió en el ataque, comparte su opinión. "Alguien de RTS quería causar un impacto, ganar un punto de propaganda en la guerra contra la OTAN, y sacrificó a la gente", afirmó Munitlak.

"Los funcionarios de RTS sabían que el edificio estaba en la lista de objetivos y no hicieron nada para evitar muertes innecesarias. ¿Por qué mantuvieron entre 120 y 150 personas trabajando durante la noche? Es tres veces el número habitual en épocas normales", agregó Munitlak, que también trabaja como técnico en el organismo desde hace 30 años.

Los trabajadores de RTS dijeron que "todos" sabían que el edificio estaba en la lista de objetivos.

Agregaron que el director general de la estación, Dragoljub Milanovic, emitió una directiva titulada "Trabajo en tiempos de guerra", en el que ordenaba a todo el personal trabajar como en tiempos normales.

El personal de RTS dijo que aunque la dirección ignorara las amenazas de la OTAN, debería haber tomado medidas para proteger a sus empleados.

Varios días antes del ataque, los gobiernos occidentales advirtieron a sus corresponsales de televisión que se mantuvieran alejados del edificio.

Todos los corresponsales de televisión extranjeros emitían su material exclusivamente desde RTS, pero dejaron de hacerlo el lunes 19 de abril.

"Los corresponsales extranjeros nos dijeron 'huyan cuando dejen de vernos por aquí porque ustedes serán el próximo objetivo"', dijo a IPS Ljiljana Breberina, ingeniera de RTS responsable de los servicios extranjeros.

"Muchos colegas llamaron desde el exterior y dijeron: 'dejen el edificio, pronto serán bombardeados"', agregó.

Breberina contó que transmitió las advertencias a Branko Matijasevic, jefe del departamento técnico de RTS, quien llevó el informe al director general Milanovic, que respondió que quienes no quisieran trabajar podían "recoger sus papeles y marcharse".

"Las personas temían por sus empleos…No podían creer que alguien deliberadamente los obligaría a ser blancos fáciles…y eso es lo que sucedió", agregó. (FIN/IPS/tra-en/vpz/ak/at/aq/hd-ip/99

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