El enjuiciado ex presidente de Venezuela Carlos Andres Perez defendio hoy la ayuda a Nicaragua, la base de los cargos de corrupcion en su contra, en un alegato para la historia y no para la justicia, porque duda que esta le sea aplicada, segun declaro.
Perez hizo una defensa politica, en su unico derecho a ser escuchado por sus jueces, los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, en el proceso que se le sigue desde hace ano y medio por el supuesto desvio (malversacion) y apropiacion (peculado) de 17 millones de dolares de fondos secretos.
El dos veces presidente del pais esta acusado, con dos ex ministros y otros dos funcionarios, del desvio ilicito de una partida de gastos reservados y haber beneficiado con su accion a la actual presidenta de Nicaragua, Violeta Chamorro, mediante una comision policial que la protegio por tres meses en 1990.
La fase plena del juicio se abrio este martes, despues que en mayo de 1993 la Corte tomara la historica decision de abrir un proceso a un presidente en ejercicio, lo que alejo a Perez del poder ocho meses antes de la conclusion natural de su mandato.
Perez, segun los cargos, puede llegar a ser condenado hasta a diez anos de prisiio, pero al tener mas de 70 anos, la maxima pena que puede aplicarsele es de cuatro anos, en arresto domiciliario. Desde mayo, cuando se le dicto auto de detencion, ha estado en prision y ahora en reclusion en su residencia.
De pie, vestido de luto por la muerte de una hija 15 dias atras, Perez hablo por dos horas ante 14 de los 15 magistrados, alegando las incongruencias juridicas y politicas de un caso en que el tribunal y la acusacion presenta como pruebas recortes de diarios con informaciones no corroboradas.
"Me da pena (verguenza) ajena ante el mundo todo esto, me da pena que se involucre a una distinguida presidenta de un pais hermano", dijo Perez, quien pidio perdon publico a los otros tres acusados, que lo son -segun su parecer- porque solo asi "podia llegarse al presidente y no por algun hecho impropio".
Perez inicio su defensa expreando que "la hago para la historia, no para la justicia", de la que ya ha dicho que espera una condena, pese al "disparate" de un caso que califica de "un injusto juicio politico".
Recordo a los magistrados, que lo escucharon con una atencion inmovil y por momentos incomoda, ataviados con sus togas grises de ribetes rojos, que se decidio que habia meritos para enjuiciarlo en un clima explosivo y con presiones de todo tipo.
La decision de la Corte puso fin a un convulsionado gobierno en el que Perez enfrento dos cruentos alzamientos en 1992 y una mayoria politica y social consideraba que la solucion a la crisis institucional pasaba por el alejamiento del presidente del poder.
Cito entre los ejemplos de esas alegadas presiones un articulo del actual Procurador General, Jesus Petit, en que este insistia que la Corte, "aun torciendo el derecho", debia no juzgar, sino ser verdugo y "ejecutar el veredicto popular".
Tambien critico el ano que duro la instruccion del caso y los seis meses transcurridos desde entonces para abrirse el juicio pleno, en lo que a su entender demuestra que la Corte no tenia nada cuando decidio que habia elementos para el proceso.
Senalo que es inconcebible que se plantee que se pidio la ampliacion de la partida secreta del Ministerio del Interior, en febrero de 1989, con la intencion de gastarla 15 meses despues en beneficio de Chamorro, cuando esta no era entonces ni candidata.
Perez insistio en que ni el ni sus colaboradores pueden decir en que se gastaron los 17 millones porque ese es un secreto de Estado por ley y revelarlo implica un delito altamente penado.
Pero el centro de su exposicion estuvo en precisar que la ley ddtermina que solo el presidente puede determinar que es un gasto de seguridad y defensa, y que por tanto la Corte se extralimita al decir que la operacion en Nicaragua no lo fue.
Y sobre todo en reafirmar la doctrina de que la seguridad del pais pasa por la estabilidad de la llamada area vital de Venezuela, que segun todos los gobiernos de la democracia local, abarca el Caribe insular y continental y parte de Sudamerica.
Cito tesis de renombrados internacionalistas al respecto y recordo actuaciones de todos los gobiernos que, segun la tesis acusadora, serian delictivas, en favor de la democracia en el Caribe y America Central.
Recordo el envio de tropas a Trinidad Tobago por parte del actual presidente, Rafael Caldera, quien en su primer mandato (1969-74) colaboro asi por un largo periodo a la estabilidad de Terry Williams.
Caldera, a quien Perez sucedio en 1974, fue un adalid de las tesis en favor de la salida de Perez del poder. El enjuiciado presidente recordo muchas acciones en el exterior de connotaciones similares a la que se le reprocha.
Sobre la llamada "operacion orquidea" en Nicaragua, hizo un recuento pormenorizado de como varios gobiernos propiciaron el adelanto de las elecciones y cooperaron activamente en su celebracion, que en febrero de 1990 gano Chamorro.
Tambien detallo las circunstancias en que, a pedido incluso de Estados Unidos, se decidio enviar un contigente policial a proteger a Chamorro y crear un cuerpo presidencial de seguridad, cuando los organismos nicaraguenses estaban controlados por los sandinistas y operaba aun la "contra".
Pero indico que no puede decir si esa operacion se pago con gastos aportados por otros paises, de la partida secreta del Ministerio del Interior o de otro de los despachos que la tienen, porque la confidencialidad es necesaria legal y diplomaticamente.
Perez dijo que muchos hubieran preferido que fuera "un presidente fugado", pero que siempre asumio su responsabilidad y acatara cualquier decision de la Corte. "Aqui estoy y aqui me quedo", afirmo, al insistir en que los lideres "no vivimos para el hoy, porque nos debemos a nuestra historia".
Insto a los magistrados a que "se hagan un tiempo" para leer el expediente y dijo que pese a todo aun espera que pueda decirse que tras "los arrebatos y turbulencias que en un momento nos confudio a todos", "la justicia tuvo su hora de triunfo". (FIN/IPS/eg/dg/np-ip/94
