Tras condena a homicida de periodista eslovaco, se espera sentencia al mandante

Tras la condena a Marcek, asesino confeso del periodista de investigación eslovaco Jan Kuciak, la atención se centra ahora en la sentencia que recibirá Marian Kocner, acusado de ser el mandante y autor intelectual del homicidio, y si terminará por ser declarado culpable.
Cientos de miles de personas participaron en las multitudinarias protestas en Eslovaquia en las semanas posteriores al asesinato del periodista de investigación Jan Kuciak y su pareja, Martina Kusnirova, que forzaron la dimisión del entonces primer ministro, Robert Fico. Foto: Ed Holt / IPS

La condena del asesino confeso del periodista de investigación Jan Kuciak representa una luz de esperanza para sus colegas y activistas sobre derechos humanos en Eslovaquia, que ahora esperan que se haga justicia con otros involucrados en el crimen, especialmente su mandante.

El confeso asesino material y a sueldo Miroslav Marcek, de 37 años, fue sentenciado a 23 años de prisión por un tribunal eslovaco el lunes 6, después que en enero ya se había declarado culpable de haber dado muerte a Kuciak y su pareja, Martina Kusnirova, ambos de 27 años, en febrero de 2018, en su residencia en Velka Maca, a unos 65 kilómetros de Bratislava.

Pero falta la sentencia para Tomas Szabo, Alena Zsuszova y Marian Kocner, los otros tres involucrados en el asesinato del periodista que investigaba las conexiones entre el crimen organizado y el poder, y que también están siendo juzgados en la actualidad.

Movimientos eslovacos anticorrupción y por los derechos humanos, como Za slusne Slovensko (Por una Eslovaquia Decente), formado en respuesta a los dos homicidios, han indicado que se podrá hablar de justicia cuando todos los implicados hayan sido sentenciados.

«Es extremadamente importante que los intermediarios y quienes ordenaron el asesinato de Jan Kuciak sean juzgados y castigados (…) esperamos nuevas condenas», dijo el grupo en una publicación de Facebook después de la condena contra Marcek.

Los asesinatos de Kuciak y Kusnirova conmocionaron a la nación y provocaron las mayores protestas masivas en este país centroeuropeo desde la caída del comunismo.

El entonces primer ministro, Robert Fico (abril 2012-marzo 2018), y su ministro del Interior, Robert Kalinak, se vieron obligados a renunciar, al igual que  el jefe del servicio de policía.

La policía dijo desde el inicio que los asesinatos estaban relacionados con el trabajo de Kuciak como periodista de investigación.

En su último reportaje, Kuciak había expuesto supuestos vínculos entre la mafia italiana y el entonces gubernamental partido socialdemócrata Smer (tercera vía) de Fico. La investigación tras su muerte descubrió vínculos entre políticos, fiscales, jueces y policías con personas presuntamente involucradas tanto en  los asesinatos como en actividades delictivas a gran escala.

En el centro de ese entramado resaltaba Marian Kocner, un poderoso hombre de negocios local con supuestos vínculos con el crimen organizado, cuyas actividades había denunciado Kuciak en sus artículos.

Acusado de ser el mandante y autor intelectual del asesinato de Kuciak, para muchos en Eslovaquia se ha convertido en la figura central del juicio y en un símbolo de la corrupción profundamente arraigada en los niveles más altos del Estado.

Tras la condena a Marcek, la atención se centra ahora en la sentencia que recibirá Kocner y si termina por ser declarado culpable.

Mientras que algunos, incluidos los familiares de la pareja asesinada, dijeron que Marcek debería haber sido condenado a más años de cárcel, otros dijeron que es clave que Kocner reciba una condena más dura que el autor material de los homicidios.

Pavol Szalai, jefe del Buró de la Unión Europea y los Balcanes de Reporteros sin Fronteras (RSF), dijo a IPS: «No quisiera comentar si la sentencia de Marcek es lo suficientemente larga o no. Lo que es importante es que si Kocner es declarado culpable, reciba una sentencia ejemplar, una condena a cadena perpetua que significaría que permanecerá en prisión hasta el final de su vida”.

«Para el autor intelectual del asesinato, Marcek era prescindible, fue alguien contratado para matar. Lo importante es que si Kocner, quien supuestamente es el autor intelectual, no hubiera ordenado el crimen, no se habría producido el asesinato de Jan Kuciak y Martina Kusnirova «, afirmó el directivo de la organización de defensa y vigilancia de la labor periodística en el mundo.

Dag Danis, comentarista en el sitio digital de noticias eslovaco Aktuality.sk, donde trabajaba Kuciak, hizo un llamamiento similar.

«El tribunal debería guardar el castigo más duro para Marian Kocner, quien, según los fiscales, ordenó la «desaparición «de Jan Kuciak en la ingenua creencia de que silenciaría a otros periodistas», escribió Danis en la publicación.

Kocner ha negado los cargos en su contra, al igual que Zsuzsova, acusado de organizar el asesinato de Kuciak, y Szabo, acusado de ayudar a Marcek a llevar a cabo el doble homicidio.

Las audiencias judiciales contra ellos se encuentran en sus primeras etapas y los que las siguen son reacios a especular sobre el resultado final del proceso.

En un editorial justo antes del comienzo del juicio, el diario Sme sugirió que Kocner probablemente no sería declarado culpable. Pero algunos periodistas que hablaron con IPS dijeron que los procedimientos durante los primeros días de las audiencias les habían llevado a la convicción de que sería condenado.

Pase lo que pase, los periodistas locales han dicho que el resultado del juicio será un hito en la historia eslovaca.

Los profesionales del periodismo destacan el valor que esta condena tendrá para restaurar la confianza pública en un Poder Judicial que la investigación del doble crimen destapó que está plagada de corrupción, como en mostrar que ese mismo Poder Judicial es capaz de castigar dos crímenes que claramente tuvieron como objetivo el silenciar a los periodistas.

Para algunos, ya la condena contra Marcek ha contribuido de alguna manera en ese objetivo.

Drew Sullivan, editor del Proyecto de Investigación para el Crimen Organizado y la Corrupción (OCCRP, en inglés), recordó a IPS que “la impunidad es la norma con el asesinato de periodistas”.

“Por lo general, menos de 10 por ciento de estos casos se resuelven y muchos de ellos finalmente no llegan a la persona mandante del crimen. Hasta ahora, este caso parece atípico positivamente», destacó.

Otros activistas y periodistas insisten en que la condena contra Marcek por sí sola no es suficiente.

Gulnoza Said, coordinador del programa de Europa y Asia Central del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), dijo a IPS: «La sentencia del sicario confeso Miroslav Marcek es un paso importante hacia la justicia. Esperamos ver una justicia plena a través de un juicio justo y un castigo de todos los involucrados en el asesinato, incluidos los autores intelectuales”.

«Desafortunadamente, vemos con demasiada frecuencia cómo los homicidas se escapan en los casos de asesinatos de periodistas. Poner fin a la impunidad es crucial para la seguridad de todos los periodistas», subrayó.

T: MF

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