SIRIA: Estallan protestas tras discurso presidencial

Los manifestantes tomaron las calles en Siria para protestar contra el discurso del presidente Bashar al Assad pues, alegaron, no dio respuesta al reclamo popular de profundas reformas políticas.

Se llevaron a cabo este lunes manifestaciones en las mayores ciudades del país, Homs, Hama, Latakia y en los suburbios de Damasco, la capital.

En los distritos de Sleibeh y Raml al-Filistini, de la costera Latakia, los manifestantes coreaban «mentiroso, mentiroso».

«El pueblo aún esperaba que (Al Assad) dijera algo importante sobre retirar los tanques y las tropas de las calles. Pero se sintieron defraudados y empezaron a salir (a la calle) tan pronto terminó de hablar», dijo un activista en esa ciudad.

«No al diálogo con los asesinos», gritaban los reunidos en el suburbio de Irbin, Damasco.
[related_articles]
Las protestas también se vieron en la oriental ciudad de Albu Kamal, en la frontera con Iraq, en la sureña Deraa y en otras aldeas de la planicie de Hauran, en el sur, cuna del alzamiento antigubernamental que ya lleva cuatro meses.

Según activistas, decenas de estudiantes fueron arrestados cuando protestaban en el campus de la Universidad de Alepo, en el norte, la segunda ciudad más grande después de Damasco.

Mientras, la televisión estatal transmitía imágenes de una manifestación a favor del presidente en la antigua ciudadela de Alepo, en la que los participantes ondeaban una bandera siria junto a una de Rusia.

El presidente ruso, Dimitri Medvédev, había dicho el jueves 16 al diario británico Financial Times que su país ejercería su poder de veto contra cualquier resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas encaminada a justificar una intervención militar en Siria.

En un discurso televisado de 70 minutos, Al Assad reconoció como legítimos los reclamos de reforma, pero dijo que «saboteadores» estaban explotando la situación. Aunque llamó a un «diálogo nacional», sostuvo que «no hay solución política para quienes portan armas y asesinan».

El presidente anunció que comenzaría un diálogo nacional muy pronto y que está instalando un comité para estudiar cambios a la Constitución, incluyendo la apertura para la formación de partidos políticos, hoy vedada más allá del gobernante Baas.

Al Assad dijo que esperaba el paquete de reformas listo para septiembre o, como máximo, para fin de año.

La ministra y consejera presidencial Bouthaina Shaaban sostuvo que la agenda presidencial de cambios se basa en «lo que quiere el pueblo sirio».

«En los últimos dos meses se ha reunido con miles de personas de todo el país, de todas los estilos de vida, de todas las religiones, y por tanto su visión se basa en lo que el pueblo de Siria quiere y necesita», dijo Shaaban a Al Jazeera. Pero la oposición desestimó el discurso, afirmando que carecía de cualquier señal clara de transición a una verdadera democracia.

La red de Comités de Coordinación sostuvo en un comunicado que el presidente no «prestó atención» a la «nueva realidad» que creó el levantamiento.

Los comités tampoco aceptaron el llamado de diálogo de Al Assad como «una forma de ganar tiempo».

«Ya lo habíamos anunciado, rechazamos dialogar mientras sigan los asesinatos, la intimidación, el sitio a las ciudades y los arrestos arbitrarios. Como creemos que no hay ningún beneficio en ese diálogo si no está destinado a dar vuelta la página del actual régimen de forma pacífica».

«La verdadera respuesta al discurso vino de la gente apenas unos minutos después, cuando las protestas empezaron en varias ciudades y provincias», añadió el texto.

El ex embajador estadounidense en Siria, Theodore Kattouf, consideró que el contenido de lo dicho por Al Assad se quedó «corto en detalles que hubieran dado confianza en que se trata de un esfuerzo real de modificar de forma radical un régimen que ha ejercido el poder durante 40 años».

«Si algo consigue es enfurecer al pueblo y llevar a más manifestantes a las calles, como hemos visto», dijo a Al Jazeera.

Las protestas estallaron también en los campamentos de refugiados en Turquía.

«Al Assad, no te queremos ni a tu partido», cantaban algunos mientras arrojaban zapatos contra las pantallas de televisión, en un típico gesto árabe de descontento.

Más de 10.000 personas cruzaron la frontera hacia Turquía huyendo de la violencia en el noroeste del país. El mandatario reclamó el retorno de los refugiados, asegurando que no habría represalias.

El presidente de Turquía, Abdullah Gul, estimó que las palabras de su par sirio no «fueron suficientes» y lo instó a poner en práctica un sistema multipartidario.

Estados Unidos, por su parte, dijo que quería ver «actos, no palabras».

«Bashar al-Assad lleva semanas haciendo promesas al pueblo. Ahora lo importante son los actos, no las palabras», dijo Victoria Nuland, una portavoz del Departamento de Estado (cancillería).

La jefa de la diplomacia europea calificó de decepcionantes las palabras de Al Assad.

El mandatario «debe lanzar un diálogo creíble, genuino e inclusivo, y corresponde a su pueblo juzgar su voluntad de cambio», dijo en una conferencia de prensa Catherine Ashton, luego de un encuentro de ministros de relaciones exteriores de la Unión Europea (UE). «Pero debo decir que, en principio, el discurso fue decepcionante».

La UE se prepara para ampliar sus sanciones contra el régimen en respuesta a la represión violenta de los opositores.

* Publicado en acuerdo con Al Jazeera.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe