Población cubana pone más atención a los derechos humanos

Una persona sostiene en sus manos un manual impreso de la Carta Internacional de Derechos Humanos durante la sexta edición del taller anual “Derechos económicos, sociales y culturales y perspectiva de derechos humanos”, en la ciudad de Cárdenas, en Cuba. Crédito: Jorge Luis Baños/IPS
Una persona sostiene en sus manos un manual impreso de la Carta Internacional de Derechos Humanos durante la sexta edición del taller anual “Derechos económicos, sociales y culturales y perspectiva de derechos humanos”, en la ciudad de Cárdenas, en Cuba. Crédito: Jorge Luis Baños/IPS

El término de derechos humanos asoma con más frecuencia en la prensa cubana, casi toda estatal, desde que el gobierno de Raúl Castro reforma el país y despliega su arsenal diplomático para superar hostilidades con Estados Unidos y la Unión Europea (UE).

“Finalmente se entiende (entre las autoridades) que el discurso de los derechos humanos no es burgués ni liberal. Es, de hecho, una conquista del pensamiento de izquierda”, dijo a IPS el profesor de derecho José Walter Mondelo, durante el taller anual sobre “Derechos económicos, sociales y culturales y perspectiva de derechos humanos”.

“Es probable” que desde ahora se aborde más este tema en el país, estimó el docente de la Universidad de Oriente, con su sede en Santiago de Cuba, la segunda ciudad más importante del país, a 847 kilómetros al este de La Habana.

No obstante, alertó que “aún nos persigue la bipolaridad”, que surgió durante la Guerra Fría, cuando el bloque socialista defendió a los derechos económicos, sociales y culturales por encima de los civiles, mientras que el Occidente capitalista abogó por la idea contraria.

“Basta con revisar la Constitución y las leyes vigentes en nuestro país, para ver que tienen un mayor peso y garantía material los derechos económicos, sociales y culturales que los derechos civiles”, detalló el especialista.

Desde 2008, cuando comenzó el proceso de reformas,  las autoridades aprobaron 130 nuevas políticas sobre distintos aspectos, emitieron 344 nuevas normas legales de diferentes rangos, modificaron 55 y derogaron 684, según sintetizó el mandatario durante el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), que sesionó entre el 16 y el 19 de abril.

Esa avalancha de medidas permitió que los cubanos pudieran emprender pequeños negocios privados, vender y comprar automóviles y viviendas, pedir tierras estatales ociosas en usufructo, solicitar subsidios para reparar sus casas y viajar libremente fuera del país, entre otras.

De acuerdo con Mondelo, este paquete de normas indica que, “aunque oficialmente no se ha dicho de esa manera, se busca fortalecer el rol del derecho en la sociedad cubana, que durante bastante tiempo fue menospreciado y minimizado”.

Bajo el mandato del presidente Castro y con algunas reservas, Cuba firmó en 2008 el Pacto Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales y el Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos, ambos en vigor desde 1976. Este último había concentrado las principales objeciones del gobierno cubano.

Algunos de los participantes realizan un ejercicio colectivo durante el taller  “Derechos económicos, sociales y culturales y perspectiva de derechos humanos”, efectuado en el Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo de la ciudad de Cárdenas, en Cuba. Crédito: Jorge Luis Baños/IPS
Algunos de los participantes realizan un ejercicio colectivo durante el taller “Derechos económicos, sociales y culturales y perspectiva de derechos humanos”, efectuado en el Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo de la ciudad de Cárdenas, en Cuba. Crédito: Jorge Luis Baños/IPS

Pero los derechos humanos, que resguardan el valor universal de la vida digna y son innatos, resultan poco conocidos y muy estigmatizados entre la población de 11,2 millones de habitantes, aseguraron activistas, creyentes y especialistas, que asistieron al taller, que celebró su sexta edición del 27 al 30 de abril.

“Tocar estos temas no es tan normal ni tan fácil porque se tiene un cliché al respecto. Es la primera vez que estoy en un encuentro así”, explicó a IPS la informática Ana Regina García, de 43 años y fiel de la Iglesia Presbiteriana Reformada de Los Palos, un asentamiento de Mayabeque, la provincia que colinda con el este de La Habana.

“En el lugar donde vivo el acto de la supervivencia consume mucho tiempo y estos temas no se hablan. Va a costar mucho abrir el debate por primera vez en la comunidad”, valoró esta mujer, que dedica parte de su tiempo libre a trabajar como voluntaria en la Casa Comunitaria de su congregación.

El concepto actual, diferentes enfoques y análisis sobre la situación de los derechos humanos en Cuba, engrosaron los contenidos del taller realizado en la sede del no gubernamental Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo-Cuba, que despliega una labor ecuménica y social en la ciudad de Cárdenas, a 150 kilómetros al este de La Habana.

Cada una de las 31 personas capacitadas de cinco de las 15 provincias cubanas recibió un ejemplar impreso de la Carta Internacional de Derechos Humanos, un texto de referencia para las legislaciones de los países, que reúne varios documentos sobre el tema promovidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La actividad es apoyada por la Fundación Sueca de Derechos Humanos, que colabora con organizaciones de la sociedad civil cubana desde hace más de 20 años.

“En la iglesia hemos tocado esos temas pero sin decir directamente que son asuntos de derechos humanos. Hemos tratado de darle a la gente vida y dignidad a través de nuestra pastoral (de acción de servicio hacia sectores de la sociedad)”, contrastó la educadora Adis María Calzadilla, de 38 años.

Calzadilla también es voluntaria de la Casa Comunitaria de Los Palos, que ofrece un espacio para proyectos de desarrollo local, resolución de conflictos, capacitación de mujeres emprendedoras y promoción de los talentos artísticos de este asentamiento urbano del municipio de Nueva Paz, de 25.000 habitantes.

“Presentamos el proyecto de la Casa Comunitaria al gobierno local, que aprobó aliarse con la iglesia para trabajar en favor de la comunidad”, informó Izett Samá, pastora de la Iglesia Presbiteriana Reformada de Los Palos, que fue erigida hace 111 años y en la última década ajusta su servicio social a las nuevas necesidades comunitarias.

 

De izquierda a derecha, la informática Ana Regina García, la pastora Izett Samá y la educadora Adys María Calzadilla conversan en un receso del Seminario Evangélico de Teología, realizado el 29 de abril en la ciudad de Matanzas, capital de la provincia cubana del mismo nombre. Crédito: Jorge Luis Baños/IPS
De izquierda a derecha, la informática Ana Regina García, la pastora Izett Samá y la educadora Adys María Calzadilla conversan en un receso del Seminario Evangélico de Teología, realizado el 29 de abril en la ciudad de Matanzas, capital de la provincia cubana del mismo nombre. Crédito: Jorge Luis Baños/IPS

La práctica religiosa en forma abierta también es un derecho reconquistado por los creyentes, después que estuvo estigmatizada e incomprendida por décadas en este país, cuyo Estado se declaró ateo.

Fue en 1992, cuando una reforma constitucional declaró a Cuba como “secular” y se pasó a garantizar el principio de la libertad religiosa. Desde entonces las diferentes confesiones ganan espacios en la sociedad  y en muchos casos protagonizan el abordaje de asuntos que antes eran tabú, como la violencia de género, participación ciudadana y derechos humanos.

“En la Casa Comunitaria, hablamos sobre qué significa ser ciudadano, que no responde a una administración de gobierno sino a un derecho como ser humano. Ayudamos con mantener este lugar donde se puede debatir, escuchar y acceder a información que no tienen a mano”, abundó la lideresa evangélica.

A su juicio, “tenemos que hablar sobre derechos humanos sin temor de mencionarlos”.

La cuestión humanitaria constituye un eje de conflicto entre el PCC, el gobernante y único partido legal en el país, y los grupos opositores, que operan en la ilegalidad. Incluso en el lenguaje popular, muchas personas se refieren a la disidencia interna como “los de los derechos humanos”.[related_articles]

También fue durante años motivo de duros enfrentamientos entre las delegaciones de La Habana y Washington en Ginebra, sede de las sesiones de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, que en 2006 fue sustituida por el Consejo de Derechos Humanos.

Y se mantiene como piedra en el camino de los diálogos para la normalización plena de las relaciones bilaterales, iniciada en diciembre de 2014.

Como parte de ese proceso, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se dirigió al pueblo cubano con un discurso salpicado de términos como libertades individuales y derechos humanos, durante su histórica visita a La Habana, entre el 20 al 22 de marzo.

Los nubarrones en materia humanitaria parecen más despejados entre este país insular caribeño y la UE, porque en marzo ambas partes aprobaron el texto del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación y dieron por concluidas las negociaciones bilaterales que arrancaron en abril de 2014.

La firma del acuerdo este año cerrará una era de desencuentros por la sombra de la “posición común”, una declaración de principios del bloque europeo, vigente desde 1996, que condicionó la cooperación a avances en materia de derechos humanos y libertades individuales en Cuba.

Editado por Estrella Gutiérrez

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