PARAGUAY: Tensión con Oviedo posterga problemas de fondo

La guerra propagandística sobre el presunto regreso a Paraguay del ex general Lino Oviedo aumentó la inestabilidad del gobierno y la intervención militar en seguridad interna, y pospuso la atención a la profunda crisis social.

Oviedo recibió asilo en Argentina el 28 de marzo, cuando dejó Paraguay tras la caída de su discípulo el ex presidente Raúl Cubas (1998-99), hoy asilado en Brasil.

Contradictorias versiones sobre el paradero de Oviedo, quien escapó el jueves de los funcionarios argentinos que lo custodiaban, pusieron en funcionamiento una ola de rumores similar a la que minó en forma progresiva al gobierno de Cubas.

El ex general fue condenado a diez años de prisión por un intento fallido de golpe de Estado en 1996, y las actuales autoridades lo acusaron de ser responsable del asesinato del vicepresidente Luis María Argaña, que se produjo en marzo de este año y precipitó la caída de Cubas.

Una persona cuya voz era similar a la de Oviedo habló el viernes mediante teléfono satelital con la cadena CBS de Miami, asegurando que iba a ser el próximo presidente porque el actual gobierno "no cumple la Constitución ni llama a elecciones", y que el presidente González "es trucho" porque "no fue elegido por el pueblo".

González Macchi mantuvo este sábado una reunión de urgencia con los mandos militares y policiales, el ministro de Defensa Nacional y los secretarios de la Presidencia en la residencia presidencial, y dispuso que cesara el acuartelamiento de efectivos castrenses y civiles decidido el jueves en su ausencia.

El jueves, cuando comenzaron los rumores sobre el regreso de Oviedo a Paraguay, el presidente estaba en Uruguay, participando en una cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur), y desde allí viajó a Argentina para asistir el viernes a la toma de mando del presidente Fernando de la Rúa.

El presidente interino Juan Carlos Galaverna y el candidato a la Vicepresidencia Félix Argaña, del Partido Colorado que también integra González Macchi, se hicieron eco de la hipótesis de que Oviedo está en Uruguay.

Otras versiones indicaron que el ex general se encuentra en el departamento central paraguayo de San Pedro, el más pobre del país.

Esas versiones fueron difundidas por Raquel Marín de Oviedo, la esposa del ex general, desde la provincia nororiental argentina de Corrientes, y por los abogados Federico Pintos, Carlos Galeano Perrone y Max Narváez, desde Buenos Aires, Montevideo y Asunción, respectivamente.

"Estoy dentro del territorio nacional y con mis queridos campesinos a los que tanto amo", dijo la persona identificada como Oviedo por CBS, comprometiéndose a convocar a los medios de comunicación internacionales para que lo comprobaran.

El entrevistado se refirió también a la dramática situación social del país, donde "niños mueren sin antibióticos, afectados por raquitismo y cretinismo" a causa de la pobreza.

El ministro del Interior, Walter Bower, aseguró que Oviedo no está en territorio paraguayo y afirmó que el ex general "se aprovecha del hambre, de las necesidades y de las miserias" para realizar propaganda política.

El informe 1999 sobre "Situación de los Derechos Humanos en Paraguay", entregado el viernes por el Comité de Iglesias, señaló que la desocupación y la subocupación afectan a 34 por ciento de la población económicamente activa, y que uno de cada seis paraguayos no llega a comer lo suficiente en cada jornada.

El Comité mencionó que hubo "cientos de huelgas de trabajadores de la salud" por "falta de insumos", y que la mitad de los 564.254 hogares paraguayos "no satisface sus necesidades básicas: calidad de la vivienda, infraestructura sanitaria, acceso a la educación y capacidad de subsistencia".

Marchas de movimientos humanitarios realizadas el viernes por la noche ante el Congreso, con motivo del Día Internacional de los Derechos Humanos, reclamaron al gobierno atención urgente a los problemas sociales.

El gobierno de unidad nacional formado por todos los partidos tras la caída de Cubas no ha logrado resolver esos problemas y se debate en luchas internas que amenazan con la ruptura de la coalición.

El Ejecutivo tardó de abril hasta julio para acordar un programa de gobierno, y hasta noviembre para instrumentar una agenda de 23 proyectos urgentes de reforma del Estado.

Los adversarios políticos de Oviedo quieren que el ex general cumpla en un fortín de la árida región noroccidental del Chaco su condena por el intento de golpe de Estado, que fue dejada sin efecto por Cubas.

Se ha afirmado que la estrategia del prófugo es procurar que los países del Mercosur garanticen que será sometido a un juicio justo y que se respetará su vida si se presenta ante la justicia.

Un presunto hacendado llamado Miguel Angel Zelada dijo al diario Clarín de Buenos Aires que Oviedo está en una de sus propiedades y que "quiere garantías" por parte de la Corte Suprema de Justicia "de no aparecer ahorcado o degollado en un calabozo" si se entrega.

El diputado oviedista Luis Villamayor aseguró que el ex general está en Paraguay, pero añadió que eso lo había sorprendido, porque "aquí no tiene ninguna garantía política, jurídica ni física" y "hasta podrían atentar contra su vida".

El secretario general de la Presidencia, Juan Villamayor, dijo este sábado, en cambio, que cree que el prófugo "está en Anillaco con sus amigos", en referencia a la localidad natal del ex presidente de Argentina, Carlos Menem, en la provincia noroccidental argentina de La Rioja.

Cartas de despedida de Oviedo a otros confinados en el territorio meridional argentino de Tierra del Fuego sugieren que los servicios de Inteligencia de Menem no fueron ajenos a su huída, y que podrían estar protegiéndolo mientras decide si busca un nuevo país de asilo o se entrega a la justicia paraguaya.

Una tercera opción fue mencionada por el abogado argentino Federico Pintos, quien opinó que Oviedo "no debería entregarse hasta que exista una ley de pacificación en Paraguay y un llamado a elecciones libres", que permitan también el regreso del ex dictador Alfredo Stroessner (1954-1989) y de Cubas.

No es claro que Oviedo haya decidido dejar Argentina un día antes de la asunción de De la Rúa temiendo su extradición, pues el trámite de una solicitud en ese sentido desde Paraguay tardaría varios meses.

Otra hipótesis es que el ex general quiso aprovechar la ausencia de González Macchi y que apostaba a un levantamiento en parte militar y en parte campesino para llamar a elecciones anticipadas.

El acuartelamiento levantado este sábado fue dispuesto para "evitar conjeturas" sobre esa opción, según el comunicado del Comando de las Fuerzas Militares paraguayas.

Hace algunas semanas circularon versiones sobre la posibilidad de un "golpe para llamar a elecciones" por parte de militares antioviedistas, que querrían derribar a González antes de que lo hiciera el propio Oviedo.

El presidente del Partido Liberal Radical Auténtico, Julio César Franco, alertó sobre el riesgo de "un rebrote autoritario", y el dirigente campesino Alberto Areco dijo que el acuartelamiento "podría ser utilizado por el gobierno para reprimir" los reclamos de su movimiento.

El canciller paraguayo, José Félix Fernández Estigarribia, se quedó en Buenos Aires tras la asunción de De la Rúa, para reunirse este sábado con su colega argentino.

Fernández declaró que no sabe "dónde está Oviedo" y que no está seguro de que esté en Paraguay, pero aseguró que el ex general ha perdido "la guerra moral". (FIN/IPS/cm/mp/ip/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe