NACIONES UNIDAS: Cascos azules, no pasen

El Departamento de Operaciones de Paz de la ONU (DPKO) prohibió el ingreso de ”cascos azules” en determinadas áreas de los países en que prestan servicios, con el fin de impedir nuevos casos de abuso sexual.

Estos lugares, establecidos por las misiones en Costa de Marfil, Liberia, República Democrática del Congo, Etiopía, Kosovo y Timor Oriental —y la mayoría frecuentados por prostitutas—, quedarán vedados para el personal de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).

Además, se establecieron mesas de recepción de denuncias sobre explotación sexual y abuso en todas las misiones, así como líneas telefónicas con el mismo fin en Sierra Leona y en Liberia, informó este lunes el jefe del DPKO y subsecretario general de la ONU Jean-Marie Guehenno.

En República Democrática del Congo, donde se registraron la mayoría de los casos de abuso, se obligó a los soldados pacificadores a lucir el uniforme en todo momento.

Guehenno dijo ante el Comité Especial sobre Operaciones de Mantenimiento de la Paz de la ONU que su departamento completó la investigación en torno de denuncias de explotación y abuso sexual que involucraban a 77 funcionarios militares y 19 civiles de esas misiones.
[related_articles]
Hasta ahora, tres miembros del personal de la ONU han sido sumariamente cesados, seis sometidos a proceso disciplinario y tres absueltos.

Sesenta y seis militares fueron enviados a sus países de origen por razones disciplinarias, entre ellos seis comandantes, agregó Ghehenno.

El príncipe jordano Zeid Ra'ad al-Husein, principal asesor en esta cuestión del secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo al comité que la participación en misiones de mantenimiento de la paz es un motivo de orgullo nacional para muchas naciones.

”Esos países enviaron a sus mujeres y hombres para pacificar y estabilizar países sacudidos por la guerra, y algunos dieron la vida por esta noble causa”, agregó.

Por lo tanto, no es sorprendente que actos de explotación sexual y abuso ”desaten sentimientos de vergüenza, y en algunos casos de negación”.

”Todos deberían reconocer que tenían un problema serio en las manos, y asegurarse de que todo esfuerzo se hiciera para impedir que se reitere tan lamentable conducta. Debemos superar esto”, añadió el funcionario.

El problema se registró entre militares y civiles de una amplia gama de países de todas las regiones del mundo. Y ”con demasiada frecuencia, sus representantes en Nueva York (sede de la ONU) permanecieron en un vergonzoso silencio”, advirtió.

El príncipe Zeid, representante permanente de Jordania ante la ONU, dijo que el gobierno de su propio país debió afrontar algunos ”casos preocupantes de conducta criminal” entre sus cascos azules, entre ellos la brutal violación de una mujer por parte de un policía jordano en Timor Oriental hace algunos años.

Más recientemente, un policía del país árabe asesinó a un colega en la provincia serbia de Kosovo, recordó.

Luego de varios meses de investigaciones, el príncipe Zeid divulgó en marzo un informe de 41 páginas sobre abusos sexuales cometidos por funcionarios de mantenimiento de paz en República Democrática del Congo.

En el informe, se exhortaba a los 191 países de la ONU que autorizaran desde la Asamblea General la exigencia a sus soldados en misiones de paz de pruebas de ADN, entre otras técnicas, para establecer mecanismos de sustento a los niños y niñas abandonados por sus padres.

El DPKO, que controla 17 misiones en todo el mundo, admitió las dificultades con que se enfrenta para investigar acusaciones de explotación y abuso sexual, dada la poca eficacia de ”los tradicionales métodos de identificación a través de testigos han sido dificultosos”.

Como la mayoría de los soldados de las misiones están sometidos a la ley de los países de donde proceden, los propios gobiernos son responsables de su conducta y disciplina.

El informe indica que, en la percepción general, rara vez un militar o civil que revista en misiones de paz afronta una acusación en caso de cometer explotación o abuso sexual, ni deberá compensar financieramente el daño que ocasiona a sus víctimas.

En el mejor de los casos, añade, sufren sanciones administrativas.

El Consejo de Seguridad decidió el mes pasado el envío de una fuerza pacificadora de 10.000 soldados en el sur de Sudán y un incremento gradual de sus tropas en República Democrática del Congo y en Haití.

Esas medidas casi duplicarán el presupuesto de mantenimiento de la paz de la ONU de unos 2.600 millones de dólares en el año fiscal 2004-2005 a 5.000 millones en 2005-2006.

Según las últimas cifras, los países que más soldados han aportado a las operaciones de paz de la ONU son Pakistán (8.544), Bangladesh (7.163), Nigeria (3.579), Ghana (3.341), India (2.934), Etiopía (2.863), Sudáfrica (2.480), Uruguay (1.962), Jordania (1.864) y Kenia (1.831).

La cifra total es hoy de 58.000, y se elevará a 68.000 cuando la misión en el sur de Sudán esté en curso.

Si, como se prevé, es enviada una fuerza de paz a Somalia este año, la cantidad total de soldados superará el record de 1993, cuando eran 78.000 en todo el mundo.

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe