NACIONES UNIDAS: Al servicio de los poderosos, según activistas

Representantes de más de 350 grupos de la sociedad civil reunidos en esta ciudad canadiense acusaron al Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Organización Mundial del Comercio e incluso la Organización de las Naciones Unidas de ser instituciones elitistas y carentes de transparencia, que sirven a los ricos y poderosos sin hacerse responsables de sus actos.

El seminario de cuatro días ”Democracia global: Visiones y estrategias de la sociedad civil”, que comenzó el domingo y terminará este miércoles, fue organizado por el Foro Internacional de Montreal (FIM), una coalición de individuos y grupos con el objetivo de aumentar la incidencia de la sociedad civil en el sistema multilateral.

Los convocantes destacaron la importancia del encuentro en el camino hacia la sesión de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas que considerará en septiembre, con asistencia de jefes de Estado y de gobierno, propuestas de reestructura del Consejo de Seguridad, modernización de la Comisión de Derechos Humanos, revitalización del Consejo Económico y Social y creación de una Comisión de Paz.

Rajesh Tandon, director del FIM, dijo a IPS que Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, tres de los cinco miembros permanentes con derecho a veto del Consejo de Seguridad, miden con distintas varas la democracia, ya que reivindican ser sus ”campeones en escala nacional, pero son en la práctica sus enemigos en escala mundial”

Los grupos de la sociedad civil de esos países deben presionar a sus gobiernos para que actúen de acuerdo con los principios que invocan, sostuvo.

Washington, Londres y París se oponen a la eliminación del poder de veto en el Consejo, que comparten con los otros dos miembros permanentes, Rusia y China.

”El veto es el arma más antidemocrática en la ONU”, afirmó Tandon, director ejecutivo de la Sociedad por la Investigación Participativa en Asia, con sede en Nueva Delhi.

”Con el paso de los años, hemos abolido el veto paterno en las decisiones familiares, el de los jefes de comunidades rurales e incluso el poder de veto que en cierto momento poseyeron las elites en sociedades democráticas”, pero ese anacronismo político es mantenido incluso en la propuesta de reestructura del Consejo de Seguridad, 60 años después de la creación de la ONU, deploró.

”Los mayores déficit de gobernanza mundial son bien conocidos, e incluyen el hecho de que el sistema de las Naciones Unidas no esté a la altura de los valores de su propia Carta”, alegó el activista, en alusión a la invasión de Iraq encabezada por Estados Unidos en marzo de 2003, que el propio secretario general de la ONU, Kofi Annan, calificó de ”guerra ilegal”.

La supervivencia de la raza humana está en peligro porque un encuentro de un mes en el que participaron 188 países para revisar el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares terminó la semana pasada en ”total desorden”, mientras la agenda económica y social establecida por la ONU en los años 90, incluyendo la erradicación de la pobreza, sigue ”sin ser implementada”, subrayó.

De todos modos, Tandon dijo sentir que en los próximos años puede haber significativos cambios en el funcionamiento de la ONU, si se mantiene la presión interna y externa por ellos.

Bill Pace, integrante del Movimiento Federalista Mundial y de la Coalición por la Corte Penal Internacional, pronosticó en el seminario que la ONU cambiará más en los próximos cuatro meses que en toda su existencia previa, pero añadió que tiene pocas esperanzas de que esos cambios sean positivos.

En el foro mundial ”se da excesiva prioridad a la seguridad nacional en detrimento de la seguridad humana, y a la acción unilateral en detrimento de la multilateral”, dijo a IPS.

Según Kumi Naidoo, de la organización no gubernamental (ONG) sudafricana Civicus, muchos gobernantes exaltan las virtudes de la democracia en sus países pero ”defienden la peor forma de gobierno mundial en las instituciones multilaterales”.

El déficit democrático del sistema multilateral es ilustrado en forma dramática por el predominio en los hechos de los acuerdos económicos y comerciales sobre los relacionados con los derechos humanos o el ambiente, arguyó Kristin Dawkins, del estadounidense Instituto para la Agricultura y la Política Comercial.

Los activistas también coincidieron en que el nombramiento del ex secretario (ministro) de Defensa estadounidense Paul Wolfowitz como presidente del Banco Mundial, cargo que asumirá este viernes, es ”un resplandeciente ejemplo de gobierno no democrático”.

”Los ciudadanos, sus representantes y la mayoría de los gobiernos (con las escasas excepciones del estadounidense y algunos europeos) no inciden en la asignación de ese puesto clave”, según una coalición de ONG que incluye al Movimiento por el Desarrollo Mundial.

”Vivimos una crisis mundial de la democracia” con ”creciente concentración de poder en una elite”, y su resultado es ”una creciente brecha entre ricos y pobres”, alegó el FIM en un informe al seminario.

”La economía se militariza y el debate público legítimo es desalentado, llevado a términos personales, tratado en forma sensacionalista o trivializado, lo que conduce a un peligroso nivel de polarización política”, opinó.

Un creciente número de jóvenes, descorazonados por lo que parece un proceso de desenfrenada corrupción y creciente elitismo de la clase política, deciden no participar en ningún proceso político formal”, añadió la coalición.

El FIM también criticó a los grandes medios de comunicación que han sido ”absorbidos en gran medida por la comunidad empresarial”, y se han vuelto por lo tanto ”serviles” ante ella.

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