Análisis

Mujeres gestionan recolección de agua de lluvia en la salinizada costa de Bangladesh

Lalita Roy tiene ahora acceso a agua limpia y potable, recolectada y acopiada durante la estación de lluvias en una planta especial, proporcionado por un proyecto especial para zonas costeras como la de Bangladesh, donde la salinización del agua por el cambio climático, dificultaban el acceso al agua dulce. Ella también es una “pani apa (hermana del agua)”, como se llama a las cuidadoras de esos depósitos a grupos de beneficiarios. Foto: Rafiqul Islam / IPS

DAKOPE, Bangladesh – Como muchas otras mujeres de la región costera de Bangladesh, propensa a la salinidad del agua superficial y subterránea, Lalita Roy tenía que recorrer una larga distancia cada día para recoger agua potable, ya que no había ninguna fuente de agua dulce cerca de su hogar.

“Antes había escasez de agua potable. Tenía que recorrer unos dos kilómetros cada día para traer agua”, dijo a IPS esta residente de la aldea de Bajua Union, parte de la upazila (municipio) de Dakope, en la división (región) de Khulna, en el oeste del país.

Cuando llegaba a la fuente de agua dulce, tenía que hacer fila para poder llenar un cántaro de agua, que resultaba insuficiente para el consumo diario de su familia.

“Necesitamos dos cántaros de agua potable al día. Tenía que pasar dos horas cada día recogiendo agua. Así que había varios problemas. Tuve complicaciones de salud y no pude hacer las tareas domésticas por falta de tiempo”, dijo.

Tras conseguir una planta de captación y almacenamiento de agua de lluvia del Proyecto de Adaptación Climática Costera con Perspectiva de Género (GCA, en inglés), que ejecuta el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Roy recolecta y acopia ge ahora agua potable de la planta de recogida de agua de lluvia, lo que le facilita la vida.

“Estoy recibiendo las instalaciones, y ahora puedo dar dos horas más a mi familia…, por eso me he beneficiado”, añadió.

Shymoli Boiragi, otra beneficiaria de la aldea de Shaheber Abad, parte también de Dakope, dijo que las mujeres de su localidad sufrían mucho en el pasado para la recogida de agua potable,  porque tenían que caminar de uno a tres kilómetros cada día para acopiarse de agua.

“Perdíamos tiempo y trabajo doméstico. Después de lograr las plantas de recolección de agua de lluvia, nos beneficiamos. Ahora no tenemos que recorrer una gran distancia para recoger agua, por lo que podemos realizar más tareas domésticas”, dijo Boiragi.

Shymoli reveló que los habitantes de la costa de Dakope sufrían varios problemas de salud causados por el consumo de agua salina y también gastaban dinero en el acopio de agua.

“Pero ahora estamos conservando el agua de lluvia durante el monzón y la beberemos durante el resto del año”, añadió.

El papel de las «Pani Apas»

Con el apoyo del proyecto, se instalaron plantas de recolección de agua de lluvia en unos 13 300 hogares, a través de 39 «union parishad (consejos comunitarios)». Se ha desplegado una «pani apa (hermana del agua)» en cada agrupación de los beneficiarios.

Roy, que es una de esas pani apa, dijo que el proyecto GCA realizó una encuesta sobre los hogares que necesitaban plantas de agua y la seleccionó como pani apa para dos distritos.

“Como pani apa, me han dado varias herramientas. Voy a todos los hogares dos veces al mes. Limpio sus depósitos de agua (de lluvia) y los reparo si es necesario”, añadió.

Roy dijo que presta servicios a 80 hogares que tienen plantas de recolección de agua de lluvia, y si tienen algún problema con sus tanques de agua, va a sus casas para repararlos.

“Voy a 67 hogares, que tienen plantas de agua, una o dos veces al mes para prestar servicios de mantenimiento. Si me llaman por teléfono móvil, también voy a sus casas”, dijo Ullashini Roy, otra pani apa del pueblo de Shaheber Abad.

Explica que recibe 20 takas al mes por sus servicios de mantenimiento a las 67 familias, lo que se traduce en 1340 takas, lo que representa 15 dólares, una suma que le ayuda a sufragar los gastos familiares.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo

Ahoke Kumar Adhikary, director regional del Proyecto de Adaptación Climática con Respuesta de Género, detalló que cada una de las 13 300 plantas instaladas tiene capacidad para almacenar 2000 litros de agua de lluvia durante la estación lluviosa para utilizarlos en la estación seca.

Las plantas de agua necesitan mantenimiento, por lo que el proyecto ha empleado pani apas en todas las agrupaciones comunitarias para asegurar su funcionamiento.

“Prestan algunos servicios y las llamamos pani apas. El trabajo de las pani apas consiste en ir a cada hogar y prestar los servicios necesarios”, que incluyen cambiar grifos o filtros, dijo Adhikary. Por la sustitución de equipos, cobran un costo adicional, explicó.

Sin agua dulce para beber

El cinturón costero de Bangladesh, un país del sur de Asia, casi rodeado por completo por India,  es una de las zonas más vulnerables al cambio climático, ya que todos los años se ve afectado por ciclones, inundaciones y tormentas que destruyen sus fuentes de agua dulce. El acuífero de agua dulce también se está viendo afectado por la salinidad debido a la subida del nivel del mar.

Ullashini Roy dijo que el agua dulce no estaba disponible en la región costera, y que el agua potable para la población era muy escasa.

“El agua que se ve es salina. El agua subterránea también es salada. Los habitantes de la región no pueden utilizar el agua salina para beber y para uso doméstico”, puntualió Adhikary.

Ahmmed Zulfiqar Rahaman, hidrólogo y experto en cambio climático del bangladesí Centro de Servicios de Información Medioambiental y Geográfica (Cegis, en inglés), con sede en Dacca, dijo que si el nivel del mar sube 50 centímetros hasta 2050, la salinidad llegará a los distritos de Gopalganj y Jhalokati, a 50 kilómetros tierra adentro desde el cinturón costero, lo que acelerará la crisis del agua potable en esa zona.

La salud pública en peligro

Según un estudio de 2019, las personas que consumen agua salina sufren diversos problemas físicos, como acidez, problemas estomacales, enfermedades de la piel, problemas psicológicos e hipertensión.

Incluso se le atribuye la culpa de los matrimonios precoces porque la salinidad cambia gradualmente el color de la piel de las niñas de claro a gris, lo que las hace verse como de mayor edad.

“No hay agua dulce a nuestro alrededor. Después de beber agua salina, sufrimos varias enfermedades transmitidas por el agua, como la diarrea y el cólera”, dijo Ullashini Roy

La hipertensión y la presión arterial alta son comunes entre la población costera. El estudio también demostró que la gente siente estrés psicológico por tener que recoger constantemente agua dulce.

Shymoli dijo que cuando el agua potable almacenada se agota en cualquier familia, los miembros de la misma se preocupan porque no es fácil recolectarla en la región costera.

Soluciones a la salinidad

El hidrólogo Rahaman dijo que el caudal de agua de los ríos disminuye rápidamente en Bangladesh durante la estación seca, pero es necesario encontrar una solución para la zona costera.

Sugirió como posible solución la construcción de más depósitos de agua dulce en la región costera mediante la gestión adecuada de los estanques a nivel comunitario.

Rahaman dijo que la tecnología de recolección de agua de lluvia de bajo coste debería transferirse al ámbito comunitario para que los habitantes de la costa puedan reservar el agua de lluvia durante el monzón y utilizarla durante la estación seca.

Añadió que adicionalmente el gobierno debería subvencionar las plantas de desalinización, ya que desalinizar el agua salada muy costoso.

T: MF / ED: EG

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