Los vehículos a gasolina tienen los días contados… en 20 años

Los buses eléctricos formaron parte del paisaje durante la cumbre climática de Glasgow. Foto: Arturo Contreras / IPS

GLASGOW – Más de 100 actores de la movilidad mundial acordaron el miércoles 10 acelerar la muerte de los automóviles que usan combustibles fósiles. Para 2035 los países más desarrollados que se sumaron a este tratado dejarán de vender autos de combustión interna, y se espera que para 2040 el resto de los países dejen de hacerlo y los sustituyan por autos eléctricos o con baterías de hidrógeno.

El acuerdo incluye a por lo menos 30 países, entre ellos México, Argentina, Chile y Paraguay en América Latina y países como India y Canadá. También a seis de los productores de automóviles más importantes del mundo: Ford, General Motors, Volvo, Mercedes Benz, BYD y JLR. Y algunos de los dueños de las flotillas de vehículos más grandes del mundo Uber, Leaseplan y Siemens.

Fuera del acuerdo anunciado en el marco de la cumbre climática, la COP26, quedaron otras de las compañías que tienen mayor presencia en el mercado como Volkswagen, Toyota, Hyundai. Volkswagen, que ya inició una apuesta por vehículos híbridos con conexión a la corriente eléctrica dijo que no se sumaba al acuerdo por no tener el mismo compromiso de las ensambladoras chinas.

El transporte representa una quinta parte de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Entre los países más desarrollados y los dueños de flotillas suman más de 11 millones y medio de vehículos que serán sustituidos, mientras que con la totalidad de los firmantes se alcanzará a un tercio de los vehículos mundiales. Se calcula que en el mundo hay cerca de 1400 millones de vehículos automotores.

Según el acuerdo suscrito en la recta final de la 26 Conferencia de las Partes sobre el clima, los esfuerzos no solo se enfocarán en sustituir los vehículos privados, sino que también se apoyar esfuerzos para renovar los vehículos del transporte público y los usados para el traslado de mercancías.

Este tipo de vehículos son llamados de cero emisiones, sin embargo, no se cuentan las emisiones de carbono emitidas durante su manufactura o las que se usan para generar la electricidad con la que se cargan sus baterías.

Al día de hoy, según apunta un comunicado del gobierno de Reino Unido, en este país es más barato tener un auto eléctrico que uno de combustibles fósiles y se espera que su costo caiga drásticamente durante los próximos años.

Junto al anuncio de sustitución de vehículos, el Reino Unido anunció un modelo de estaciones de carga de vehículos eléctricos que, dicen, será tan icónico como sus casetas rojas de teléfonos públicos, sus autobuses rojos de dos pisos o sus taxis negros.

El esfuerzo de los transportes limpios

Este miércoles, el tema central de las discusiones en la COP 26 fue la adaptación de las ciudades y los esfuerzos que se deben hacer para tener comunidades que reduzcan en mayor medida sus huellas ecológicas.

Fuera de China, la región con mayor cantidad de autobuses eléctricos es América Latina, en donde resaltan los ejemplos de Sao Paulo, Bogotá y Ciudad de México.

Prevén avances insuficientes en la COP26

Pero el mismo miércoles hubo noticias decepcionantes sobre el documento final de la cumbre climática, que debe cerrar sus sesiones anuales el viernes 12. El anfitrión, Reino Unido,  publicó el primer borrador del documento final en el que se plasmarán los resultados de las negociaciones que iniciaron el 31 de octubre. Se reconoce que hubo avances en algunas materias, pero estos no serán suficientes para alcanzar los objetivos que se esperaban.

La meta de mantener el calentamiento global en un límite de 1,5 grados Celsius parece desvanecerse a medida que la COP26 se aproxima al final. A un día de que terminen las negociaciones, el pronóstico más alentador indica que el rumbo del planeta apunta a un aumento de la temperatura de 2,4 grados, algo muy lejos de las metas esperadas, según un informe publicado por la organización internacional Climate Action Tracker.

Muchas de las delegaciones de gobiernos y de las organizaciones sociales que se dieron cita en Glasgow celebraron su publicación para poder incorporar cambios y enmiendas al mismo cuando aún faltaban tres días de negociaciones, sin embargo, el borrador incluye más de 240 reservas que deberán desahogarse en lo que queda de la Conferencia.

A continuación enumeramos algunos de los puntos claves del borrador:

Fuera combustibles fósiles

Entre los logros alcanzados hasta el momento destaca el acuerdo mundial para la disminución gradual del carbón en la generación eléctrica, que fue suscrito por potencias como Estados Unidos o por países que actualmente dependen de este energético en gran medida. Así mismo, se reconoce de manera formal que la quema de combustibles fósiles es responsable del calentamiento climático, algo que ya se sabía pero no había sido reconocido en ningún documento.

Además, se integra una petición para que todos los países que forman parte de las discusiones dejen de dar subsidios a la extracción de combustibles fósiles.. La organización Climate Action Network criticó que en el acuerdo de disminución gradual de carbón no se incluyeran otros combustibles como el petróleo o el gas.

Objetivos más duros

También se concluyó que para el próximo año las partes deben presentar metas de disminución de emisiones más ambiciosas, que estén plenamente alineados a las metas del acuerdo de París, es decir, alcanzar la meta del ansiada de los 1,5 grados.

El cálculo de las actuales contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, en inglés) no cumplen con ese objetivo y ponen al planeta en una trayectoria a 2,4 grados de incremento. Países insulares del mundo como Barbuda y Tuvalu reclamaron que un aumento mayor a los 2 grados representa una “sentencia de muerte” para sus ciudadanos.

Más financiamiento, que no es suficiente

Desde hace ocho años se acordó un fondo de mil millones de dólares que deben entregar los países más desarrollados a los menos desarrollados para que puedan paliar los efectos de los fenómenos meteorológicos que cada vez son más catastróficos.

A pesar de que muchos países aumentaron sus promesas de financiamiento para este fondo, la meta de los 100 000 millones aún está a un tercio del camino. Por si fuera poco, a este fondo le faltan rutas de acceso y asignación de esos recursos. Esa era una de las peticiones más fuertes de los países menos desarrollados, sin embargo, no se desarrolló un mecanismo para su asignación transparente.

En el texto principal también se reconoce la necesidad de un fondo sobre pérdidas y daños, lo que apuntala la responsabilidad de los países más desarrollados en cuanto a los cataclísmicos meteorológicos que afectan a los más pobres, sin embargo, en el documento no hay más que esa mención.

Las reacciones de la sociedad civil

En una conferencia de prensa la organización Climate Tracker celebró que el reconocimiento pleno del papel de los combustibles fósiles pone a la mayoría de los países en la misma ruta de acción, sin embargo, es necesario aumentar la ambición de las metas nacionales.

“El texto no es suficientemente bueno, tiene procesos viciosos. Hay mucha mención sobre la reducción de emisiones, pero no mucho sobre la solidaridad y la justicia. Es importante que ya estamos en el camino correcto, algo que no se mencionaba en el Acuerdo de París, pero es necesario hacer que suceda más rápido, y de forma equitativa para los países menos desarrollados, aseguró Mohamad Adow, director de energía y clima en Power Shift Africa (Cambio de energía África), una de las organizaciones que forman parte de la Red de Acción Climática (CAN, en inglés).

Este artículo se publicó originalmente en Pie de Página, de la red mexicana de Periodistas de A Pie.

RV: EG

 

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