Liberianas esperanzadas pese a polémica reelección

La reelección de Ellen Johnson Sirleaf como presidenta de Liberia renovó esperanzas entre las mujeres de este país africano, pese a la polémica por el boicot de la oposición en la segunda vuelta de los comicios.

La segunda vuelta de las elecciones liberianas estuvo marcada por incidentes de violencia y el boicot de la oposición. Crédito: Robbie Corey-Boulet/IPS
La segunda vuelta de las elecciones liberianas estuvo marcada por incidentes de violencia y el boicot de la oposición. Crédito: Robbie Corey-Boulet/IPS
Su triunfo "representa un gran impulso para nosotras… y nos mantiene en el escenario mundial", dijo Yvette Chesson-Wureh, coordinadora del Centro Internacional Angie Brooks, organización no gubernamental que promueve los derechos de las mujeres.

"Que todos sepan que tenemos gran confianza en este gobierno y en la capacidad de esta mujer para cumplir", subrayó.

Chesson-Wureh añadió que el triunfo de Sirleaf también "le mostraba al resto del mundo que continuaba siendo un ejemplo para las mujeres jóvenes del continente africano".

La Comisión Nacional de Elecciones anunció el viernes 11 que Sirleaf había recibido 90,6 por ciento de los votos en la segunda vuelta celebrada el día 8, derrotando claramente a su opositor Winston Tubman, del Congreso para el Cambio Democrático (CDC, por sus siglas en inglés).
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La votación no careció de polémica. En los días previos, Tubman llamó a boicotear los comicios, arguyendo supuestas irregularidades en la primera ronda en octubre.

En una manifestación un día antes de la segunda vuelta, la policía abrió fuego contra partidarios del CDC, matando a por lo menos a dos de ellos en un incidente que, según Tubman, se trató de un intento de asesinato.

En conferencia de prensa el sábado 12 en la sede central del CDC, donde se produjo el tiroteo, Tubman reiteró la postura de su partido de que no reconocería los resultados de la segunda vuelta.

"Creemos que fue una farsa política de primer orden, y por tanto no se debe permitir que siga en pie", afirmó.

El líder opositor dijo que los abogados del CDC exigirían la anulación de los resultados y pedirían que se organizara una nueva ronda de votación.

Por su parte, Sirleaf anunció en un discurso a la nación el viernes 11 que sería creada una comisión independiente para investigar los incidentes frente a la sede del CDC, y expresó pesar por la "trágica pérdida de vidas y los heridos".

"No podemos ser más claros: todos aquellos de los cuales se descubra que rompieron la ley serán llevados a la justicia", subrayó.

También descartó la idea de que el boicot del CDC hubiera restado legitimidad a su triunfo, y prometió un gobierno inclusivo.

"Me contactaré con todos los candidatos presidenciales. Lo que les ofreceré todavía no se ha divulgado porque realmente no me he podido concentrar aún en reorganizar el gobierno", agregó.

En tanto, Chesson-Wureh sostuvo que el boicot de la oposición no le restaba validez al proceso.

"Si deseas boicotear unas elecciones, eso no significa que el proceso sea ilegítimo, especialmente cuando la otra persona participa", dijo Chesson-Wureh.

"Votar es tu derecho constitucional, y si tu decides renunciar a ese derecho, está bien. (Pero) usar la palabra ilegítimo está completamente fuera de contexto", agregó.

Chesson-Wureh dijo que Sirleaf debía continuar las iniciativas iniciadas en su primer periodo de gobierno.

La activista destacó que había un creciente número de liberianas en puestos de gobierno. Treinta por ciento de las bancas del parlamento están ocupadas por mujeres.

También destacó los esfuerzos de la presidenta para combatir la alta tasa de violencia de género, incluyendo la creación en 2008 de tribunales especiales para casos de ataques sexuales.

Sirleaf dijo que la mitad de las liberianas eran víctimas de violencia de género, y señaló que ésta se encontraba enquistada en la sociedad por 14 años de guerra civil.

Grace Zoe Davis, una mujer de 43 años de edad que vende materiales para la construcción en Monrovia, sostuvo que las políticas de apoyo a las mujeres en esta nación de África occidental estaban limitadas a la clase alta.

"No veo diferencias en lo que ella (Sirleaf) ha hecho por la vida de las mujeres en los últimos seis años. Sólo ayudó a las personas de su clase, y no a las mujeres comunes de Liberia", sostuvo.

"Se atribuyen haber creado muchas oportunidades para la gente… pero son los de la clase alta quienes la disfrutan", agregó.

No obstante, Davies sostuvo que la estabilidad de Liberia era obra de Sirleaf, a quien se le otorgó en octubre el premio Nobel de la Paz, compartido con su compatriota Leymah Gbowee y la yemení Tawakkul Karman.

Davies llamó a la presidenta a promover el acceso de más jóvenes calificados a puestos de gobierno.

"Necesita abrir el sistema, porque hay muchos jóvenes liberianos que están calificados, y no obstante ella va a Estados Unidos y trae a sus amigos para que trabajen en el gobierno", indicó.

Patience Heah, de 34 años, empleada del Ministerio de Trabajo e integrante del Partido de la Unidad, de Sirleaf, dijo que la mandataria había hecho mucho por potenciar a las mujeres, y que su sola presencia en el cargo era simbólicamente importante.

Sirleaf se convirtió en 2006 en la primera mujer electa presidenta en la historia de África.

Ese símbolo "le da a las mujeres el coraje para avanzar y no quedarse atrás mirando a los hombres", dijo Heah.

"Ya no se quedarán sentadas permitiendo que los hombres las gobiernen. Ahora las cosas se hacen sobre la base de una representación de 50 y 50", afirmó.

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