Las armas nucleares, piezas de negociación en la política mundial

Michael Kirby, presidente de la Comisión de Investigación sobre la situación de los derechos humanos en Corea del Norte, informa a la prensa sobre los crímenes contra la humanidad cometidos en ese país. Crédito: Foto de la ONU/Jean-Marc Ferré
Michael Kirby, presidente de la Comisión de Investigación sobre la situación de los derechos humanos en Corea del Norte, informa a la prensa sobre los crímenes contra la humanidad cometidos en ese país. Crédito: Foto de la ONU/Jean-Marc Ferré

¿El mundo habrá llegado a la etapa en que la política internacional utiliza las armas nucleares como fichas de negociación?

Eso parece, a juzgar por la amenaza de Corea del Norte este mes de realizar otro ensayo nuclear si la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), integrada por 193 estados miembros, adopta una resolución que sometería al llamado reino ermitaño a la Corte Penal Internacional (CPI) por la violación de derechos humanos en su territorio.[pullquote]3[/pullquote]

«Si Corea del Norte comienza un juego de chantaje nuclear, ¿Rusia tardará en seguir su ejemplo en lo que parece ser una nueva era de la Guerra Fría?», cuestionó un activista antinuclear.

Rebecca Johnson, autora del libro publicado por la ONU Unfinished Business (Negocios inconclusos), sobre las negociaciones del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, dijo a IPS que el mayor peligro, ejemplificado también por el discurso en torno a las armas nucleares manejado en relación con la crisis en Ucrania, es que estas armas no son elementos útiles de disuasión, pero se perciben cada vez más como fichas de negociación.

Existe un riesgo creciente de que las armas nucleares se puedan utilizar para «demostrar» el «punto» de algún líder débil, con consecuencias humanitarias catastróficas, advirtió.

Johnson señaló que es improbable que la reciente amenaza de Corea del Norte de realizar otro ensayo nuclear, el cuarto en su historia, disuada a  los Estados de la ONU de votar en contra de una resolución que acusaría al régimen de Kim Jong-un, en poder desde diciembre de 2011, de crímenes contra la humanidad.

«El ruido de sables nuclear de Corea del Norte parece surgir de las teorías de la disuasión de la Guerra Fría, pero un ensayo… no es un arma nuclear», aseguró.

El ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Sur, Yun Byung-Se, dijo al Consejo de Seguridad en mayo que Corea del Norte es el único país que realizó ensayos nucleares en el siglo XXI.

El país realizó tres ensayos desde 2006, el último siendo en febrero de 2013, todos ellos contra la opinión de la comunidad internacional y la ONU.

La resolución sobre Corea del Norte, cuya presentación ante la Asamblea General está prevista para principios de diciembre, ya fue adoptada por el comité de la ONU que se ocupa de las cuestiones humanitarias, conocido como la Tercera Comisión, por 111 votos a favor, 19 en contra y 55 abstenciones. La votación en el mayor organismo de decisión política de la ONU es solo una formalidad.

Alyn Ware, un miembro del Consejo del Futuro Mundial, una organización independiente alemana, dijo a IPS que “las armas nucleares no deben utilizarse como una amenaza o como fichas de negociación”.

Su uso, después de todo, implicaría violaciones colectivas del derecho a la vida y otros derechos humanos.

Sin embargo, señaló, esto se aplica también a los demás Estados poseedores de armas nucleares (como China, Rusia y Estados Unidos) y a aquellos con doctrinas de disuasión nuclear (Corea del Sur y Japón).

«La opción nuclear debe retirarse de la mesa con la creación de una zona libre de armas nucleares en el norte de Asia oriental», recomendó Ware.

Y los Estados que lideran las acusaciones en materia de derechos humanos contra Corea del Norte deben dejar en claro que las mismas no son un intento de derrocar al gobierno norcoreano, agregó.

Las tensiones entre los países de la región y el hecho de que la Guerra de Corea de la década de 1950 no haya terminado oficialmente, ya que solo existe un armisticio, hacen que sea un tema muy delicado, sostuvo Ware.

Si la Asamblea General aprueba la resolución, como está previsto, serán los 15 miembros del Consejo de Seguridad quienes decidirán si la CPI deberá tomar medidas contra Corea del Norte.

Pero es muy probable que China y Rusia veten todo intento de someter a Corea del Norte al tribunal de La Haya.

Un editorial del diario The New York Times el domingo 23 sostuvo que los abusos de derechos humanos de Corea del Norte justifican la intervención del Consejo de Seguridad.

«Es imposible concebir cómo algún país puede defender al Sr. Kim y sus lugartenientes o bloquear su remisión a la Corte Penal Internacional», señaló el diario.

«A medida que se continúa erosionando la confianza en el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), ¿habrá llegado el momento de prohibir todas las armas nucleares?», se preguntó Johnson.

“Un tratado de prohibición nuclear total reduciría drásticamente los peligros nucleares y proporcionaría instrumentos internacionales mucho más fuertes de los que tenemos hoy para frenar la adquisición, el despliegue y la difusión de las armas nucleares”, afirmó.

El peso que algunos países atribuyen a las armas nucleares sería una cosa del pasado, el ruido de sables nuclear sería inútil y cualquiera que amenace con usar esas armas de destrucción masiva enfrentaría automáticamente cargos ante la CPI, dijo Johnson, directora del Instituto Acrónimo por la Diplomacia de Desarme.[related_articles]

«Esto no acabaría con el chantaje nuclear de un día para el otro, pero sería mucho más difícil para Corea del Norte y otros países imaginar que podrían obtener beneficios mediante las amenazas nucleares», añadió.

Como Corea del Norte se retiró del TNP hace más de 10 años y ya realizó tres ensayos nucleares, es improbable que la amenaza de un cuarto ensayo sea un medio eficaz de disuasión, sostuvo Johnson.

La resolución de la ONU fue provocada por un informe de la Comisión de Investigación sobre Corea del Norte que recomendó que los líderes de ese país sean procesados por la CPI por graves violaciones de los derechos humanos.

La comisión estuvo presidida por el juez australiano Michael Kirby.

En una declaración ante la Tercera Comisión este mes, el delegado de Corea del Norte dijo que el informe «se basó en testimonios fabricados por un puñado de desertores que huyeron del país después de cometer crímenes”.

«El informe es una recopilación de denuncias políticas infundadas y no tiene credibilidad como documento oficial de la ONU», declaró.

Ware no comparte esa opinión oficial.

«Tengo mucho respeto por mi colega Michael Kirby, de Australia, quien dirigió una investigación de la ONU de un año de duración sobre los abusos a los derechos humanos que concluyó que los jefes de seguridad de Corea del Norte, y posiblemente el propio Kim Jong Un, deben comparecer ante la justicia internacional por ordenar la tortura, el hambre y las masacres sistemáticas”, dijo.

Editado por Kitty Stapp / Traducido por Álvaro Queiruga

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe