La radio es un salvavidas para olvidada región agrícola de India

La Radio Bundelkhand, del centro de India, tiene unos 250.000 oyentes, de los cuales 99 por ciento son agricultores. Crédito: Stella Paul/IPS.
La Radio Bundelkhand, del centro de India, tiene unos 250.000 oyentes, de los cuales 99 por ciento son agricultores. Crédito: Stella Paul/IPS.

“Por favor, cántenos una canción”, le urge una mujer con un grabador en la mano a Chenabai Kushwaha, de 80 años, sentada en un catre bajo un árbol de nim en la aldea de Chitawar, en el centro de India, mirando fijamente el dictáfono.

Kushwaha entona una melancólica melodía sobre una niña de ocho años que le ruega a su padre que no la entregue en matrimonio.

“Muchas gracias por cantar para Radio Bundelkhand”, agradece Ekta Kari, periodista y productora de una radio comunitaria del distrito de Tikamgarh, predominantemente rural, en el estado de Madhya Pradesh, donde se ubica Chitawar.[pullquote]3[/pullquote]

Con unos 250.000 oyentes repartidos en la decena de pueblos que forman Bundelkhand, una región agrícola entre dos estados, Madhya Pradesh y Uttar Pradesh. La emisora ayuda a las comunidades más postergadas elevando sus voces y llevando buenas ondas a una zona acostumbrada a recibir malas noticias.

Penurias interminables

Unas 18,3 millones de personas ocupan esta vasta región. Según la Comisión de Planificación de India, la pérdida de fertilidad del suelo, debido a la variabilidad climática sumada al grave agotamiento de las aguas subterráneas, le ha hecho la vida extremadamente difícil a quienes laboran la tierra.

La pérdida de cultivos por lluvias durante la estación seca y olas de calor recurrentes se hizo habitual en la década pasada. La mayoría de los agricultores perdieron la mitad de sus cultivos de invierno por fuertes lluvias inesperadas.

Las sequías recurrentes entre 2003 y 2010 obligaron a muchos de ellos a abandonar el cultivo de mijo y legumbres y a optar por monocultivos como el trigo, que requiere muchos insumos.

Organizaciones no gubernamentales también apuntan a la desigualdad en las políticas de distribución de tierras como una de las principales causas de la lucha de los agricultores, lo que hace que millones de familias no puedan dedicarse a otra cosa que no sea la agricultura de subsistencia por el diminuto tamaño de sus terrenos.

Los acuciantes problemas, incluso, empujaron a muchos a tirar la toalla; en las dos primeras semanas de marzo de este año, una decena de agricultores de Bundelkhand se suicidaron, lo que habla de la desesperación que viven estas comunidades rurales.

Según la Oficina de Registro de Delitos, 3.000 agricultores se suicidaron en Bundelkhand entre 1995 y 2012.

Es una pequeña proporción con respecto a todos los suicidios que hubo en el cinturón agrícola de India, ahora unos 300.000, aunque la de Bundelkhand no es una cifra menor.

Dada la cruda realidad, puede ser que sea difícil para un extraño comprender cómo la simple intervención de una radio comunitaria puede marcar una diferencia.

“Nuestra emisora, nuestros temas”

Naheda Yusuf, gerente de programa de Alternativas de Desarrollo, una organización de medios sin fines de lucro, con sede en Nueva Delhi, y que ayudó a lanzar Radio Bundelkhand en 2008, dijo a IPS que 99 por ciento de los oyentes son agricultores.

Las aldeas pueden pertenecer a diferentes estados, pero todas están en la región de Bundelkhand y comparten la cultura, las tradiciones y el dialecto.

“La radio es de, y para, la gente de la región”, explicó Yusuf. “Se conecta con ellos en el dialecto bundeli y ofrece información sobre cuestiones de su interés”, abundó.

Alrededor de 75 por ciento de los programas están dedicados a temas agrarios, como técnicas agrícolas, el control de pesticidas, los precios del mercado, pronósticos climáticos y actualizaciones sobre el cambio climático.

Parte de la información procede de fuentes gubernamentales como los departamentos de agricultura y meteorología, pero la mayoría surge de seis periodistas productores que se relacionan directamente con la comunidad para reunir noticias y las perspectivas más relevantes para sus oyentes.

Cada uno tiene un programa diario en el que pide a la audiencia que se comunique con ellos, plantee sus dudas y haga comentarios.

Uno de los programas más populares es “Shuv Kal” (Buen mañana), dedicado al cambio climático y sus consecuencias en las comunidades agrícolas.

Una productora, Gauri Sharma, explicó que los temas tratan sobre el acceso al agua, la deforestación y la energía solar. También homenajean al río Betwa, tributario del Yamuna, que riega estas tierras e impulsa a los agricultores a no desperdiciar el precioso recurso.

“También generamos consciencia sobre las energías renovables”, remarcó.

La respuesta de la audiencia es alentadora, observó, en especial entre jóvenes que llaman y nos escriben sobre cómo la radio los ayuda a mejorar.

Un joven de 18 años de la aldea de Tafarian les dijo que había plantado 22 árboles frutales, dejó de usar polietileno y comenzó con la lumbricultura gracias al programa radial.

Accesible, asequible, portátil

Jayanti Bai, de la aldea de Waswan, dijo que la radio le salvó el cultivo.[related_articles]

“Las hojas de mis plantas de quingombó se estaban poniendo amarillas”, contó a IPS. “Luego escuché en la radio sobre un remedio con el que las rocié y me salvó”, acotó.

Ahora quiere comprar una radio para toda la comunidad y colgarla de un árbol, así las mujeres pueden escuchar juntas. Pero tendrán que ahorrar, la más popular cuesta unas 1.000 rupias (unos 15 dólares) y es más de lo que puede costear de una sola vez.

En esta región donde los apagones duran entre ocho y 10 horas y donde solo 48 por ciento de las mujeres y 70 por ciento de los hombres saben leer y escribir, la radio es una opción mucho mejor que la televisión o los diarios.

Al ser portátil, es una opción mucho más atractiva, dijeron a IPS, ya que la pueden tener mientras trabajan.

La emisora tiene una audiencia mayormente femenina y por eso apunta a asuntos relevantes para ellas, como la cuestión del suicidio, que muchas de ellas ven como un problema masculino.

“¿Alguna vez escuchó de una campesina que se suicide?”, preguntó Ramkumari Napet, de 46 años y residente de la aldea Baswan. “Es porque piensa: ‘¿qué le pasará a mis hijos cuando yo no esté?’ y eso la detiene”, acotó.

Las mujeres sostienen que los hombres necesitan más ayuda para entender su relación con ellas y con sus familias. Y, de hecho, la radio los ayuda a definir esas líneas difusas.

“Hace poco una persona llamó diciendo que su hermano pensaba en suicidarse”, recordó Sharma a IPS. “El oyente dijo que trataría de disuadirlos”, añadió.

Editado por Kanya D’Almeida / Traducido por Verónica Firme

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