La agricultura aumenta en el mundo, pero también el hambre

La producción de cereales, como el trigo, se mantiene en aumento en el mundo, así como la de carne y la actividad agrícola en general, pero en contrapartida el hambre también aumenta, en parte debido a la crisis generada por la pandemia covid-19, expone el nuevo Anuario Estadístico de la FAO. Foto: FAO

ROMA – La agricultura en el mundo crece en tonelaje cosechado, dinero producido y empleo generado, pero en paralelo el hambre también se incrementa, según el Anuario Estadístico 2021 de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) publicado este miércoles 3.

El valor añadido mundial generado por la agricultura, la actividad forestal y la pesca aumentó 73 por ciento en términos reales entre 2000 y 2019, cuando llegó a los 3,5 billones (millones de millones) de dólares.

La agricultura proporcionó empleo a 874 millones de personas en 2020, es decir, a 27 por ciento de la mano de obra mundial.

La producción total de cultivos primarios aumentó 53 por ciento entre 2000 y 2019, alcanzando un máximo histórico de 9400 millones de toneladas en 2019.

La mitad de la producción mundial de cultivos primarios se compone de solo cuatro cultivos, a saber, caña de azúcar, maíz, trigo y arroz.

La producción de aceites vegetales aumentó considerablemente por el incremento de la demanda de aceite de palma, cuya producción se duplicó con creces entre 2000 y 2018.

La producción de carne también registró un considerable aumento, creciendo 44 por ciento entre 2000 y 2019 hasta alcanzar los 337 millones de toneladas.

Pese al aumento de la cantidad de alimentos producidos, la prevalencia de la subalimentación a nivel mundial se ha incrementado notablemente entre 2019 y 2020, bajo la sombra de la pandemia covid-19.

Casi 10 por ciento de la población mundial se vio aquejada por el hambre en 2020, frente al registro de 8,4 por ciento en 2019.

Los países con mayores porcentajes de su población afectada por subnutrición en el lapso 2018-2020 fueron Somalia, Yemen, República Centroafricana, Afganistán, República Democrática del Congo, Madagascar, Corea del Norte, Haití y Venezuela.

En lo que respecta a la sostenibilidad ambiental, la superficie forestal disminuyó, entre 2000 y 2019, en 94 millones de hectáreas, lo que supone el tamaño de un país más grande que Venezuela y casi del de Tanzania (947 300 kilómetros cuadrados).

Prácticamente todos los países del Cercano Oriente y África del Norte presentan niveles de estrés hídrico (demanda de agua superior a la disponibilidad) cercanos o superiores a 100 por ciento.

Las emisiones de gases de efecto invernadero (que causan calentamiento de la atmósfera y acidificación de los mares) relacionadas con las tierras agrícolas disminuyeron dos por ciento entre 2000 y 2019.

Pero las emisiones de este tipo derivadas de explotaciones agrícolas aumentaron realmente 11 por ciento, y alrededor de 55 por ciento de esas explotaciones están relacionadas con la ganadería.

El anuario de la FAO se construye sobre su plataforma Faostat, de libre acceso, que contiene la mayor base de datos estadísticos sobre alimentación y agricultura del mundo, con aproximadamente 20 000 indicadores que abarcan más de 245 países y territorios y alrededor de 2 000 000 de usuarios cada año.

“Los datos y estadísticas oportunos, precisos y de calidad constituyen la piedra angular de la formulación sólida de políticas”, destacó José Rosero Moncayo, Director de la División de Estadística de la FAO.

A-E/HM

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