Financiar soluciones basadas en la naturaleza para apaciguar su ira

Acelerar la financiación climática para soluciones basadas en la naturaleza en sintonía con el ritmo del cambio climático, la degradación de la tierra y la pérdida de biodiversidad, es la receta contra el cambio climático de los expertos de la Commonwealth. Foto: Joyce Chimbi / IPS

GLASGOW – Expertos en cambio climático y líderes de los Estados miembros de la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth) se unieron para pedir que se acelere la financiación de soluciones basadas en la naturaleza para detener el ritmo del cambio climático, la degradación de la tierra y la pérdida de biodiversidad.

En una reunión de alto nivel organizada por la Secretaría de la Mancomunidad, en colaboración con los gobiernos de Zambia y Namibia, los oradores destacaron que el enfoque de las soluciones basadas en la naturaleza se centra en la supervivencia y el bienestar humanos.

Bajo el título “Acelerar la financiación del clima para las soluciones basadas en la naturaleza – Objetivos climáticos, de la tierra y de la biodiversidad”, los participantes coincidieron en que las soluciones basadas en la naturaleza desempeñan un papel esencial para detener e invertir la pérdida sin precedentes de ecosistemas, al tiempo que se crea resiliencia contra el cambio climático.

Patricia Scotland, secretaria general de la Commonwealth, alabó este tipo de soluciones como un remedio eficaz e inmediato para los apremiantes retos sociales y de desarrollo. La Mancomunidad está conformada por 54 países de todos los continentes, a los que une su relación histórica con el actual Reino Unido.

“Son muchos los cambios y retos sociales que se nos presentan y que estamos afrontando con audacia y valentía. Tienen que ver con la salud humana, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la seguridad alimentaria y del agua, y la degradación del medio ambiente, no sólo en nuestra tierra sino en nuestro océano”, dijo la máxima funcionaria de la Commonwealth.

Remarcó, además, que “todos ellos están relacionados con el estado y el funcionamiento del entorno natural. Así que los escenarios de impacto múltiple, como los que el mundo ha experimentado en los dos últimos años, nos han mostrado desgraciadamente lo que ocurre cuando se rompe este vínculo inextricable».

El panel de alto nivel se celebró en el marco de la 26 Conferencia de las Partes (COP26) sobre cambio climático de las Naciones Unidas, que acoge la ciudad escocesa de Glasgow, entre el 31 de octubre y el 12 de noviembre.

En la actividad participaron representantes de los gobiernos de Zambia, Namibia, Seychelles y Australia. A continuación se celebró un segundo debate con organizaciones asociadas, como el Fondo Verde para el Clima, el Fondo Mundial para la Naturaleza, el Banco de Desarrollo de Ruanda y el Departamento de Cambio Climático de Mauricio.

Las soluciones basadas en la naturaleza, dijeron los ponentes, implican acciones que protejan, gestionen de forma sostenible y restauren todos los ecosistemas, incluidos los océanos y los bosques. En este sentido, la gestión sostenible de la tierra, por ejemplo, es prioritaria para hacer frente a la degradación del suelo y promover un uso de la tierra resistente al clima.

En este contexto, los debates se centraron en la identificación de los vacíos, los retos y las soluciones para avanzar en los mecanismos de financiación sostenible en torno a las soluciones basadas en la naturaleza para la acción climática.

Australia fue el primer país en contribuir al Centro de Acceso a la Financiación del Clima de la Commonwealth. En una declaración, el primer ministro australiano, Scott Morrison, reiteró el compromiso inquebrantable del país con el avance de las soluciones basadas en la naturaleza.

Morrison dijo que los australianos entendían la necesidad de actuar contra el cambio climático y llegar a cero emisiones netas en 2050, y que su país tiene un plan para hacerlo, dentro del cual las soluciones basadas en la naturaleza eran una parte esencial.

Destacó también los importantes beneficios de adoptar soluciones basadas en la naturaleza, como alcanzar el nivel cero en un plazo determinado, impulsar la productividad agrícola, proteger la biodiversidad y apoyar a las comunidades y las oportunidades de empleo.

Pohamba Penomwenyo Shifeta, ministro de Medio Ambiente, Bosques y Turismo de Namibia, dijo que su país no se quedaba atrás porque esta nación del sur de África estaba aplicando un enfoque interconectado de la gestión de la tierra, el cambio climático y la conservación de la biodiversidad.

“Namibia ha acumulado hasta ahora importantes conocimientos y experiencia a partir de proyectos e iniciativas en curso que pueden ampliarse para aumentar la resiliencia a nivel comunitario y de los ecosistemas”, aseguró.

Scotland dijo que la hora de actuar es ahora, como evidencia el sexto informe del Grupo  Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), “que proporciona más pruebas irrefutables de la inmensa amenaza a la que nos enfrentamos todos”.

También se refirió al informe sobre la brecha de emisiones de 2021, publicado a fines de octubre el Progra de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y que constituye otro “alerta atronador” de la necesidad de actuar urgentemente para frenar las emisiones.

A este respecto, el grupo de alto nivel subrayó la necesidad urgente de desplegar un conjunto de soluciones sostenibles en beneficio de las personas y del planeta.

Un enfoque, dijo Scotland, es el de las soluciones basadas en la naturaleza, que ofrecen una forma rentable de abordar simultáneamente la crisis interrelacionada del clima, la biodiversidad y la degradación del suelo.

La secretaria general de la Mancomunidad consideró que esto es especialmente crítico en el marco de la pandemia de covid-19 y mientras el mundo se esfuerza por adoptar estrategias de recuperación azules y verdes.

Los ponentes pidieron una acción coordinada y urgente para impulsar la conservación de la biodiversidad, reducir la degradación de la tierra y mejorar los esfuerzos de adaptación y mitigación del cambio climático, basados en la tierra a través del desarrollo sostenible.

Los participantes escucharon que el cambio climático amplifica la pérdida de biodiversidad y la degradación de la tierra. A pesar de que las soluciones basadas en la naturaleza están ganando visibilidad y atractivo en los países de la Commonwealth, todavía no hay suficiente aceptación y, en concreto, no hay suficiente financiación para calmar la llamada “ira de la naturaleza”.

Los expertos de la Secretaría de la Commonwealth afirman que se destinan 133 000 millones de dólares al año a soluciones basadas en la naturaleza, lo que representa 86 % de financiación pública y 1 4% de financiación del sector privado.

Esta cifra es muy inferior a la inversión anual necesaria para alcanzar los objetivos transversales de las tres convenciones surgidas de la Cumbre de la Tierra, celebrada en Río de Janeiro en 1992:  sobre biodiversidad, cambio climático y desertificación.

Para alcanzar estos objetivos, las estimaciones indican que se necesitaría una inversión de hasta 8,1 billones (millones de millones) de dólares en soluciones basadas en la naturaleza, lo que representa una financiación de 536 000 millones de dólares al año.

Según un reciente informe de los expertos de la ONU sobre financiación climática, titulado «El estado de las finanzas para la naturaleza», alcanzar un objetivo de financiación anual de 536  000 millones de dólares se traduce en triplicar las inversiones para 2030 y cuadruplicarlas para 2050.

Los expertos en financiación del clima consideran que esto es posible y que estas estimaciones son rentables. Los beneficios incluyen que las naciones puedan satisfacer las necesidades humanas, como la seguridad alimentaria y del agua, y acelerar el desarrollo social y económico a largo plazo.

Por ejemplo, las soluciones basadas en la naturaleza pueden contribuir positivamente a 37 % del esfuerzo de mitigación necesario hasta 2030 para limitar las temperaturas por debajo de los 2 grados Celsius.

Esto ocurre principalmente en los sectores de la agricultura, la silvicultura y el uso de la tierra, según las estimaciones de 2019 de la Plataforma Intergubernamental Científico-Política sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

No obstante, se están dando pasos decisivos en la dirección correcta. Además de Australia,  Reino Unido, que ostenta la presidencia de la Reunión de Jefes de Gobierno de la Commonwealth, se ha comprometido a destinar al menos 4000 millones de dólares de su financiación internacional para el clima a soluciones basadas en la naturaleza.

En el marco  del plan de Llamamiento a la Acción sobre Tierras Vivas, la Secretaría de la Commonwealth ya ha apoyado a sus Estados miembros para movilizar más de 44 millones de dólares de financiación climática, incluida la financiación basada en la naturaleza.

Cuando el viernes 12 caiga el telón de la Cumbre COP26, los expertos afirman que la protección de las comunidades y los hábitats naturales mediante esfuerzos concertados para la protección y restauración de los ecosistemas será uno de los objetivos fundamentales.

T: MF / ED: EG

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