ESTADOS UNIDOS: Los claroscuros de Paul Wolfowitz

Nombrar embajador en la ONU a un unilateralista como John Bolton fue un claro mensaje contra el multilateralismo del foro, ¿pero cuál es el mensaje del presidente estadounidense George W. Bush al proponer a Paul Wolfowitz para presidir el Banco Mundial?

La elección por parte de Bush del subsecretario de Defensa, uno de los arquitectos de la guerra en Iraq, causó consternación tanto en círculos de la seguridad nacional estadounidense como en el Sur del mundo.

Wolfowitz tiene 35 años de carrera académica y pública, pero ninguna experiencia directa en finanzas o planes de desarrollo, menos aun en misiones para reducir la pobreza como la que supuestamente lideraría.

Se interesó en el Islam al desempeñarse durante dos años como embajador en Indonesia, en los años 80.

Cuando su designación comenzó a ser manejada hace dos semanas, la mayoría de los observadores fueron escépticos, y el Departamento (ministerio) de Defensa casi niega la versión.
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Sebastian Mallaby, columnista del periódico The Washington Post, escribió el 7 de este mes que, si bien Wolfowitz reunía algunas condiciones para el puesto, ”su vinculación con la guerra de Iraq lo convierte en anatema para la mayoría de los accionistas del Banco”.

Wolfowitz es considerado uno de los más apasionados neoconservadores del gobernante Partido Republicano, pero su temperamento e ideas con frecuencia desafían los estereotipos sobre ese sector de la política estadounidense.

Los neoconservadores, que han dominado la política exterior del gobierno de Bush, en general se relacionan sólo con un grupo estrecho de personas y hacen gala de dogmatismo, pero Wolfowitz muestra una gran curiosidad intelectual y tiene una amplia variedad de contactos sociales.

El subsecretario (viceministro) de Defensa mantiene una estrecha relación con Shaha Ali Riza, una funcionaria del Banco Mundial nacida en Túnez y educada en Arabia Saudita, quien parece haber inspirado su deseo de promover una democratización en el mundo árabe.

Como todos los neoconservadores, Wolfowitz ve el surgimiento de Adolf Hitler y de la Alemania nazi como uno de los acontecimientos más importantes del siglo XX y del cual se deben extraer lecciones políticas.

Toda la familia de su padre, un matemático polaco judío que emigró a Estados Unidos en los años 20, pereció en el Holocausto.

Wolfowitz es un defensor de la ”Pax Americana”, el predominio y control unilateral de Estados Unidos en el mundo.

Fue duramente criticado en 1992 cuando fragmentos de su ”Guía sobre Política de Defensa” se filtraron al periódico The New York Times. Entonces el presidente era George Bush, padre del actual mandatario, y el secretario de Defensa era Dick Cheney, hoy vicepresidente.

Ese documento proponía acciones preventivas contra ”estados hostiles” que procuraran desarrollar armas de destrucción masiva, medidas para impedir el surgimiento de potencias regionales o mundiales que pudieran competir con Estados Unidos, y constantes intervenciones militares para preservar la paz y seguridad internacional.

Estas ideas fueron repudiadas por la administración de Bush padre, pero la de Bush hijo las adoptó e incluyó en parte en la Estrategia de Seguridad Nacional, aprobada en septiembre de 2002.

Wolfowitz, como todos sus compañeros neoconservadores, tiene una especial preocupación por el destino de Israel, donde vivió parte de su adolescencia y es el actual lugar de residencia de su hermana.

Sin embargo, se distancia un poco de algunas posturas del gobernante partido Likud de Israel, muy vinculado a la derecha estadounidense, y muestra sensibilidad para con los palestinos, respaldando sus aspiraciones nacionales y oponiéndose a los movimientos de colonos judíos.

También se diferencia de sus correligionarios en que evita toda polémica con la prensa.

Durante el gobierno de Ronald Reagan (1981-1989) trabajó para el secretario de Estado (canciller) George Shultz como asistente sobre Asuntos de Asia Oriental, y fue uno de los que convenció al presidente de que no apoyara al dictador de Filipinas, Ferdinand Marcos, durante el levantamiento popular en ese país de 1986.

Luego impulsó reformas políticas en Corea del Sur que terminaron con la salida de los militares del poder, y fue el primer embajador estadounidense en Indonesia que se reunió con líderes opositores a pesar de las críticas del entonces presidente Alí Suharto.

Durante el gobierno de Bill Clinton (1993-2001), del Partido Demócrata, Wolfowitz fue el presidente de la Escuela Johns Hopkins de Estudios Internacionales Avanzados, donde contrató, entre otros, al historiador Francis Fukuyama.

Wolfowitz es considerado el más idealista de los neoconservadores y el impulsor entre ellos de la necesidad de promover la democracia y el respeto a los derechos humanos en el mundo árabe.

”Es una persona seria y considerada, genuinamente interesada en la promoción de la democracia y de los derechos humanos en el mundo, y alguien que entiende que no se puede hacer nada ignorando a la gente ”, sostuvo el director de la oficina en Washington de la organización Human Rights Watch, Tom Malinowski.

Algunos neoconservadores temen que su alejamiento del Departamento de Defensa diluya el supuesto compromiso del gobierno de promover la democracia en Medio Oriente.

”El presidente ha enviado mensajes muy claros sobre eso, pero el número de funcionarios que verdaderamente creen en los principios democráticos de la doctrina de Bush es pequeño”, dijo a IPS el analista político Tom Donnelly, del neoconservador American Enterprise Institute.

”Por lo pronto, yo estoy muy nervioso sobre cómo cambiará la política exterior”, afirmó.

”Podría ser secretario de Estado, pero ese puesto ya están ocupado. Ésta es una administración endogámica y hay pocas personas que pueden ocupar los cargos”, añadió

La Casa Blanca fue objeto de una fuerte presión para designar a un candidato a la presidencia del Banco Mundial antes de las reuniones del organismo previstas para abril, dos meses antes de que abandone su puesto el actual presidente, James Wolfensohn.

Para Donnely, Wolfowitz llevará sus ideales democráticos al Banco Mundial.

”No es lo mismo con John Bolton en la ONU (Organización de las Naciones Unidas). En el Banco Mundial va haber alguien realmente comprometido con la agenda” de Bush, sostuvo.

Un ex funcionario de gobierno dijo a IPS que Wolfowitz nunca podría ocupar el puesto de secretario de Estado, ya que su confirmación en el Senado chocaría con sus exageraciones sobre las supuestas armas de destrucción masiva que poseía Iraq, y que jamás aparecieron.

”Ir al Banco, donde tendrá un periodo de cinco años garantizado, le permitirá seguir haciendo las cosas por las que tiene pasión”, sostuvo.

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