Empoderando a las niñas a través del deporte

Hanna Hemrom, la ahora adolescente de la localidad de Rangatungi, en el norte de Bangladesh, que en 2014 fue la semilla de un equipo de fútbol de niñas, que ayudo a su empoderamiento mediante el deporte y a conquista buenos logros en las canchas. Ahora el equipo de fútbol local creó una escuela femenina que enseña ese deporte a las niñas y adolescentes. Crédito: Cortesía de Young Bangla
Hanna Hemrom, la ahora adolescente de la localidad de Rangatungi, en el norte de Bangladesh, que en 2014 fue la semilla de un equipo de fútbol de niñas, que ayudo a su empoderamiento mediante el deporte y a conquista buenos logros en las canchas. Ahora el equipo de fútbol local creó una escuela femenina que enseña ese deporte a las niñas y adolescentes. Crédito: Cortesía de Young Bangla

Durante demasiado tiempo, las mujeres y las niñas han sido excluidas del campo de juego, literalmente. Pero ahora, muchos están allanando el camino en la lucha contra la desigualdad de género mediante el deporte.

Los deportes se utilizan cada vez más como una herramienta para empoderar a las niñas de todo el mundo, ayudando a desafiar las normas de género dentro y fuera de las canchas e instalaciones deportivas.

Los estudios han encontrado que la incorporación a los deportes de las niñas no solo puede ayudar a mejorar su salud física, sino también desarrollar la autoestima, el valor y el liderazgo.

En marzo, ONU Mujeres y el Comité Olímpico Internacional (COI) se unieron para organizar los premios Mujer y Deporte, que celebraron a algunas de las personas que han promovido cambios para el avance de las mujeres  y las niñas  en el campo deportivo.

Uno de esos modelos a seguir es Po Chun Liu, quien superó numerosos obstáculos para convertirse en la primera jugadora de béisbol en Taiwán y fue incluida en la lista de Forbes de 2018 de las mujeres más poderosas del deporte internacional.

Ella continúa creando oportunidades para que las niñas y mujeres se involucren con el deporte, contribuyendo así a «eliminar la discriminación de género».

«Es nuestra responsabilidad empoderar a las niñas y mujeres para que se den cuenta de todo su potencial y se hagan cargo de su vida… ayudar a una niña es ayudar a una familia», dijo Liu.

El presidente del COI, Thomas Bach, planteó consideraciones similares, al afirmar que «los deportes les dan confianza a las niñas y las mujeres… Especialmente en los países donde los derechos de las mujeres no son una prioridad máxima todavía, hay un beneficio tremendo para la participación de las mujeres y las niñas en el deporte».

«En el mundo de hoy, ninguna organización o país puede permitirse dejar que la mitad de la población se quede atrás, ya sea en el deporte o en la sociedad. Promover a las mujeres en y a través del deporte es realmente un esfuerzo de equipo. Al unirnos y trabajar juntos, el deporte puede inspirar El cambio necesario y liderar el camino «, agregó.

En la pequeña localidad de Rangatungi,  en el norte de Bangladesh, Hanna Hemrom está liderando el camino para lograr que esa visión se concrete.

Formada en 2014, la Academia de Fútbol Femenino del equipo de Rangatungi United enseña fútbol a las niñas, ayudándolas a sentirse empoderadas.

Después de solo ver a los niños en el campo, Hemrom buscó la ayuda de su maestra, quien convenció a algunos padres para que dejaran que sus hijas jugaran al fútbol.

«Cuando las otras chicas y yo caminábamos de casa a las canchas de juego, ​​la gente solía burlarse de nosotras. Decían que no podríamos casarnos porque llevamos pantalones cortos y jugamos al fútbol. Pero seguimos jugando», recordó.

Contra las críticas, las niñas mantuvieron su determinación en jugar al fútbol y poco a poco otras condiscípulas se unen al equipo, en un proceso que ha transformado  las vidas de Hemrom y sus compañeras.

«Yo soy santali (un grupo étnico) y solía ser una chica muy tímida y no me mezclaba con las chicas bengalíes. El fútbol me ha acercado a todo tipo de chicas: musulmanas, hindúes…Todas jugamos juntas ahora», dijo Hemrom.

«Creo que el fútbol es un buen hábito. Antes, las niñas de nuestro pueblo no hacían nada o solo hablaban por teléfono o se dedicaban a hacer algunas tonterías. Ahora jugamos al fútbol entre nosotras y también con los niños», agregó.

En 2016, el equipo de fútbol femenino de Rangatungi United compitió en el Campeonato Nacional de Fútbol Sub-14 y, un año después, se convirtieron en las campeonas de la división de Rangpur, una de las regiones más importantes del país del sur de Asia de 168 millones de habitantes.

Ahora las adolescentes tienen sueños aún mayores, aspiran a jugar para el equipo nacional y esperan inspirar a otras a soñar en grande también.

Young Bangla, la mayor organización y plataforma juvenil de Bangladesh, reconoció a la Academia de Fútbol Femenino de Rangatungi United como una de las 10 iniciativas juveniles más importantes del país.

T:EG

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