El Caribe pronostica los caprichos del clima para los agricultores

Kenneth Kerr, meteorólogo del Servicio Meteorológico de Trinidad y Tobago, explica cómo se utilizan los modelos informáticos para brindar servicios agrometeorológicos a a los agricultores. Crédito: Jewel Fraser/IPS.

En el suroeste de la península de Cedros, una de las zonas más áridas de Trinidad y Tobago, Jenson Alexander cultiva un cacao usado desde hace muchos años por Cadbury, el gigante británico de la industria del chocolate.

Esa aridez implica que con frecuencia el agricultor sufra incendios forestales, un problema agravado por las crecientes alteraciones climáticas que dificultan la posibilidad de predecir con cuánta probabilidad se producirá una sequía prolongada y los incendios que la acompañan.

Así que, en mayo de 2013, cuando el Servicio Meteorológico de Trinidad y Tobago (TTMS, en inglés) comenzó a emitir boletines específicos para mantener actualizados a los agricultores sobre las condiciones meteorológicas previstas, Alexander encontró algo de alivio.

“Antes, era difícil cuando uno esperaba recibir lluvia y (en cambio) venía la sequía… y los incendios forestales”, señaló a IPS el productor de este país caribeño, compuesto por las dos islas que forman su nombre.

Los boletines se emiten cada 10 días y gracias a ellos los campesinos redujeron considerablemente la incertidumbre, dijo. “Ahora tenemos actualizaciones, podemos planificar mejor si pasamos por una estación seca prolongada, de manera que los incendios forestales no nos afecten” como antes, expresó Alexander.

Kenneth Kerr, un meteorólogo del TTMS, dijo a IPS que “los productores de cacao indicaron que los boletines son de gran utilidad”.

El cacao de la isla de Trinidad se encuentra entre los mejores del mundo, tanto que la empresa Cadbury llegó a ser propietaria de una finca local productora de la materia prima del chocolate.

Kerr es uno de los dos meteorólogos de Trinidad y Tobago que realiza pronósticos cada 10 días dirigidos específicamente a la comunidad agrícola. La otra, Arlene Aaron- Morrison, es una agrometeoróloga y climatóloga.

Aaron- Morrison explica que el trabajo de un meteorólogo difiere un poco del de un agrometeorólogo. “El enfoque es diferente. El meteorólogo se dedica a la meteorología aeronáutica, mientras el agrometeorólogo se concentra en la agricultura”, distinguió.

La decisión de proporcionar pronósticos climáticos destinados a los agricultores responde a  una iniciativa conjunta presentada en 2010 por el Instituto Caribeño de Meteorología e Hidrología, la Organización Meteorológica Mundial, el Instituto de Investigación y Desarrollo Agrícola del Caribe y los servicios nacionales de meteorología e hidrología de 10 países del Caribe.

El esfuerzo colectivo se conoce como la Iniciativa Agrometeorológica del Caribe (Cami). Su objetivo es aumentar y sostener la productividad agrícola en la región caribeña “mediante la mejora de las aplicaciones de la información meteorológica y climática y con un enfoque integrado y coordinado.”

La página web de Cami señala que el apoyo a la agricultura en la región es una prioridad porque el sector contribuye con la seguridad alimentaria, ayuda a reducir la pobreza y estimula el crecimiento económico.

La Cami reconoce que “la región del Caribe es vulnerable a una amplia gama de peligros naturales, que van desde los eventos catastróficos, como inundaciones, sequías y ciclones tropicales, a las plagas y enfermedades en plantas, animales y humanos”.

“Especialmente en las zonas rurales pobres estos desastres causan mucho sufrimiento, daños a la infraestructura y el medio ambiente, y agravan la inseguridad alimentaria y enlentecen o incluso revierten los avances del desarrollo”, agrega el sitio digital.

Recuerda además que “la variabilidad climática, el cambio climático y la degradación del suelo están íntimamente vinculados y generan efectos inesperados, como por ejemplo, una mayor incidencia de condiciones climáticas extremas en la región del Caribe”.

En este contexto, meteorólogos de la región recibieron formación en agrometeorología y ahora proporcionan actualizaciones regulares a los agricultores respecto de las condiciones meteorológicas previstas en los días o meses venideros.

«Esas actualizaciones son muy beneficiosas”, dijo Alexander. “Ahora podemos planificar mejor, tanto la siembra como la cosecha”, agregó.

Kerr explicó que el TTMS produce un pronóstico Agromet, de 2 o 3 páginas, y un boletín de 4 a 5 páginas con el mismo nombre.

El pronóstico brinda una predicción para los siguientes 10 días sobre las precipitaciones y temperaturas de las zonas del norte, sur, este, oeste y centro de Trinidad y Tobago, con un breve resumen de cómo estas condiciones previstas afectarán el trabajo agrícola.

El boletín Agromet analiza en profundidad el tiempo de los 10 días anteriores y el pronóstico de los siguientes 10. Incluye datos sobre la velocidad del viento y la humedad esperada. Asimismo, analiza en detalle la manera en que los productores pueden responder mejor a las condiciones climáticas previstas.

Tanto el pronóstico como el boletín proporcionan las predicciones en términos de porcentaje de probabilidades.

“Se trata de una ciencia con grandes incertidumbres, y 10 días por delante es mucho en función de la variación de la atmósfera. Por eso utilizamos la probabilidad”, dijo Kerr.

El pronóstico y el boletín brindan definiciones de los términos utilizados y probabilidades porcentuales. Una probabilidad superior al 70 por ciento significa que es muy posible que la previsión se realice.

“Cuanto más lejos del día en que se hizo el pronóstico, menos preciso será. Diez días es el máximo para cualquier grado de credibilidad”, señaló Kerr, y explicó cómo pueden utilizar el pronóstico los campesinos.

Si se prevén lluvias para dos de los 10 días, el trabajo en el campo se complicará. Por otro lado, “proporciona una oportunidad para que el agricultor recolecte agua de lluvia o puede reducir la necesidad de riego durante esos dos días. O puede actuar como un amortiguador para los días más secos o reducir el estrés del calor para los cultivos recientes o en proceso de germinación”, dijo.

Los boletines Agromet ofrecen análisis de este tipo sobre cómo pueden trabajar los agricultores con las condiciones meteorológicas inminentes.

Los pronósticos se realizan a través de modelos computarizados.

“Utilizamos varios modelos para ver qué está pasando y qué es lo más probable que ocurra. Luego, empleamos nuestro juicio subjetivo sobre la base de nuestra formación y experiencia, junto con la climatología de los distintos lugares, para llegar a un pronóstico para los diferentes distritos”, agregó Kerr.

Los resultados se entregan a los agricultores por correo electrónico, los medios de comunicación masivos y en contactos persona a persona, señaló Aaron- Morrison.

El boletín y el pronóstico también se ponen a disposición a través de las oficinas de extensión agrícola y otras organizaciones basadas en la agricultura, incluidas la Sociedad Agrícola de Trinidad y Tobago, el Instituto de Investigación y Desarrollo Agrícola del Caribe y la Asamblea de Tobago, el organismo local de gobierno para esa isla.

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