DESARROLLO: Globalización, de la fobia a la reforma

La sociedad civil debe continuar su camino como reformadora de la globalización y no ser una fuerza globalifóbica si pretende tener eficacia, aconsejó un nuevo informe patrocinado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Organizaciones no gubernamentales (ONG) del Norte industrial como Oxfam, Greenpeace y World Wildlife Fund (Fondo Mundial para la Naturaleza) aprecian muchas soluciones de mercado para los problemas mundiales y las empresas están más interesadas en trabajar con ellas, dice el informe.

La publicación del estudio se produce en momentos en que ONG internacionales y estadounidenses son atacadas por fuerzas derechistas de Washington por su oposición a la agenda de gobierno de George W. Bush.

El documento fue lanzado el jueves en la sede del Banco Mundial, en Washington, por la ONU y SustainAbility, una firma consultora que ha seguido la evolución de varias ONG por 15 años.

La nueva tendencia de la sociedad civil se refleja en un mayor aprecio hacia la globalización, dice el documento, y agrega que en lugar de proyectarse como contrarias a la globalización, muchas ONG ”comenzaron a ubicarse como promotoras de formas alternativas” de ese fenómeno, agrega.

”Paradójicamente, muchas ONG piden ahora más globalización”, aunque ”subrayan que lo que debe ser globalizado son los derechos humanos, la justicia y la obligación de rendir cuentas para los que violan esos derechos”, señala el informe.

El estudio, basado en entrevistas con más de 200 líderes de ONG, principalmente en América del Norte y Europa, recibió contribuciones de varias empresas multinacionales, de la Corporación Financiera Internacional (la filial del sector privado del Banco Mundial) y de varias ONG.

Entre las ONG contribuyentes figuran Oxfam, Transparencia Internacional y WWF, y entre las multinacionales está DuPont, que fabrica productos químicos, de construcción, electrónica y de consumo masivo.

El informe fue copatrocinado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Pacto Mundial de la ONU, un proyecto lanzado hace tres años para estimular a las empresas, los sindicatos y organizaciones de la sociedad civil a asociarse para promover objetivos comunes.

Las conclusiones del documento parecen contradecir un creciente movimiento contrario a la sociedad civil en Washington.

El director de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), Andrew Natsios, criticó el mes pasado a las ONG estadounidenses por no enfatizar que gran parte de la ayuda económica que reciben para fines humanitarios y de desarrollo procede de Estados Unidos.

Las ONG, advirtió Natsios, deberían dejar claro que son ”un brazo del gobierno de Estados Unidos” al implementar sus proyectos. Además, amenazó con ”romper personalmente sus contratos y encontrar nuevos socios” si los grupos no logran resultados comprobables, según representantes de ONG que estaban presentes.

Al mismo tiempo, USAID decidió valerse de más contratistas privados en lugar de ONG para su trabajo en Iraq y otros países, además de imponer nuevas normas que exigen a todas las ONG que trabajan en proyectos de USAID arreglar todos los contactos de prensa con la agencia por anticipado.

Este mes, dos equipos de planificación estratégica muy vinculados con Washington, el American Enterprise Institute (AEI) y la Sociedad Federalista para el Derecho y Estudios de Política Pública, lanzaron un nuevo sitio web, NGOWatch.org, para revelar 61>>tica Pública, lanzaron un nuevo sitio web, NGOWatch.org, para = 06271805 ORP007 NNNN

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