DESARROLLO: Banco Mundial y FMI, buenos padrinos para Iraq

El Banco Mundial y el FMI niegan actuar por móviles políticos, pero esas declaraciones quedan desacreditadas por los planes en beneficio de Iraq aprobados en la última reunión, a iniciativa de Estados Unidos.

Las deliberaciones semestrales del Banco Mundial y del FMI (Fondo Monetario Internacional) concluidas el domingo en Washington dejaron de lado las preocupaciones respecto del desarrollo de los países más pobres del planeta y se concentraron en la reconstrucción de Iraq.

”No somos una institución política, y nuestros reglas nos impiden interferir en los asuntos políticos o internos de un país”, dijo el viernes el vicepresidente del Banco Mundial para Medio Oriente y Africa Septentrional, Jean-Louis Sarbib, ante algunos de los principales funcionarios gubernamentales del mundo y activistas.

De todos modos, en los dos días Estados Unidos logró imponer en la agenda de la reunión mecanismos dirigidos a financiar la reconstrucción de Iraq, país que está invadiendo, así como la cancelación de parte de la deuda externa del país árabe.

El FMI y el Banco Mundial se comprometieron, además, a actuar tan pronto como sea posible para aliviar la situación de Iraq.

El presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, sostuvo al cabo de la reunión que no sería necesaria la aprobación de la Organización de las Naciones Unidas para que el organismo financiero ayudara en la reconstrucción de Iraq. Pocos días antes, había dicho lo contrario.

Funcionarios del FMI y del Banco dijeron a la prensa que enviarían misiones de análisis a Iraq para establecer el costo de la reconstrucción, estudiar medidas de reducción de la deuda y para la reactivación productiva.

Son buenas noticias para un país que sufrió sanciones económicas desde 1990 hasta la invasión de Estados Unidos y Gran Bretaña. Pero el desarrollo, la pobreza, la educación, la salud, la deuda externa y la crisis del sida en el resto del mundo en desarrollo quedaron relegados el fin de semana.

Todos esos problemas afectan la vida de miles de millones de personas, y su resolución es el mandato tanto del Banco Mundial como del FMI.

En reiteradas ocasiones, Estados Unidos acusó al Banco Mundial de no utilizar su asistencia financiera con eficacia para acabar con la pobreza. La institución respondía siempre que su ayuda funciona, pero que se necesita más para lograr resultados aun mejores.

El libre comercio demostró ser una pista falsa hacia el desarrollo. El Banco admite que los países pobres abrieron sus fronteras a las importaciones pero advirtió que los países ricos aún no lo han hecho, pues subsidian buena parte de su economía.

El Comité de Desarrollo, principal cuerpo de toma de decisiones del Banco y dle FMI, volvió a reiterar su compromiso con las Metas del Milenio asumidos en 2000 por la Asamblea General de la ONU, entre las que figura reducir a la mitad la cantidad de pobres y hambrientos del mundo.

Al mismo tiempo, el Comité financió el tramo inicial de una programa denominado Iniciativa de Educación, que pemritirá el ingreso de 120 niños a la escuela. Pero la organización no gubernamental católica Oxfam advirtió que el plan carecía de metas y plazos.

”Los países ricos no pueden encontrar 430 millones de dólares para comenzar con la Iniciativa de Educación, que permitiría el ingreso a la escuela de todos los niños en seis países”, dijo Phil Twyford, de Oxfam.

La velocidad, la voluntad política y los recursos movilizados para invadir, bombardear y reconstruir Iraq contrastan con las escasas iniciativas para acabar con la pobreza en los países en desarrollo, dijo Twyford.

El Congreso legislativo estadounidense asignó 80.000 millones de dólares a la guerra en Iraq, pero no hubo en ese ámbito pistas de los 50.000 millones necesarios para reducir a la mitad la población que vive en condiciones de pobreza para 2015, agregó el activista.

”Hay dinero para la guerra, pero nada para los pobres”, dijo.

La representación era uno de los principales puntos de la agenda de la reunión semestral del FMI y del Banco Mundial. El Grupo de los Siete países más industrializados del mundo y otros países ricos tienen un director ejecutivo en la junta del FMI, mientras la proporción es de uno cada 20 países africanos.

En las reuniones no se difundieron informes de relevancia sobre avances en el abatimiento de la pobreza en los países en desarrollo ni en la reducción de la deuda. Eso sí sucedió en el caso de Iraq.

No se tomaron medidas similares en caso de regímenes dictatoriales que fueron remplazados por gobiernos democráticos.

”Este año, mientras Estados Unidos se ha concentrado en las potenciales amenazas de Iraq y en posibles ataques terroristas dentro del territorio nacional, es seguro que el sida matará a más de tres millones de personas, la mayoría en Africa”, dijo el activista estadounidense Salih Booker.

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