DESARROLLO-AFRICA: Más promesas que apoyo en el G-8

Los presidentes de Africa que asistieron a la cumbre del Grupo de los Ocho países más poderosos del mundo (G-8) volvieron de Francia con las manos vacías, a no ser por las promesas de ayuda.

En su carácter de anfitrión, el presidente francés Jacques Chirac invitó a los presidentes de Argelia, Egipto, Nigeria, Senagal y Sudáfrica en representación de la Nueva Sociedad para el Desarrollo Africano (NEPAD), proyecto formulado por los países del continente y que requiere de ayuda del mundo industrial.

La cumbre concluyó con un plan del G-8 para Africa, así como promesas de más asistencia al desarrollo. El continente fue considerado en otros informes, como los referidos a la salud y al agua.

Pero algunos analistas temen que las propuestas no se concreten o, lo que es peor, conduzcan a estrategias contraproducentes en beneficio de empresas privadas de Europa y América del Norte.

El G-8 reunió del 1 al 3 de este mes a jefes de Estado y de gobierno de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón en la sudoriental ciudad francesa de Evian, cerca de la frontera con Suiza.

El comunicado del G-8 sobre salud no recoge el clamor por medicinas baratas para los países en desarrollo dirigido a las compañías farmacéuticas, ni de aumentar la producción de medicamentos en esos países ni de transferir tecnología en ese sentido.

La última conferencia ministerial de la Organización Mundial de Comercio previó hace 18 meses un acuerdo para que países pobres incapaces de fabricar medicamentos genéricos pudieran importarlos de otras naciones en desarrollo cuando afronten crisis sanitarias.

El acuerdo preveía que quienes patentaron esas medicinas tienen derecho a ciertas regalías. Pero Estados Unidos bloqueó este acuerdo en diciembre, ante la presión de las empresas farmacéuticas.

Ahora, el G-8 prefirió aplaudir el ”compromiso voluntario de largo plazo” asumido por la industria farmacéutica ”de suministrar medicinas esenciales a precios sustancialmente menores a los países en desarrollo”

Los países pobres gastan 1.500 dólares anuales por el tratamiento de cada portador del virus de inmunodeficiencia humana (VIH, causante del sida) con drogas antirretrovirales. La mayor parte de ese dinero fluye hacia grandes empresas farmacéuticas europeas y norteamericanas.

La producción de medicinas genéricas podría abaratar mucho ese costo.

Los medicamentos genéricos, identificados por el nombre de su principio activo, son mucho más baratos que sus equivalentes con marca registrada, y las grandes compañías farmacéuticas sostienen que producirlos es un acto de piratería en su perjuicio.

”El plan de acción del G-8 es una chapuza que deja de lado estrategias de salud que podrían haber aumentado el acceso a las medicinas básicas en los países pobres”, dijo a IPS el director de la Campaña para Garantizar el Acceso a Medicinas Básicas de la organización no gubernamental Médicos sin Fronteras, Bernard Pécoul.

”Este plan es, de hecho, un plan de inacción. Es una píldora amarga para la población de los países en desarrollo, que saben que detrás de las escenas de la cumbre en Evian los líderes del mundo rico bloquearon deliberadamente su acceso a las medicinas”, agregó Pécoul.

El G-8 ha sido objeto de críticas por no haber aumentado la ayuda directa al desarrollo de Africa y reducido la deuda externa del continente.

Chirac prometió en Evian que la asistencia francesa al desarrollo alcanzará 0,5 por ciento del producto interno bruto nacional para 2007, desde el actual 0,32 por ciento. La meta fijada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los países industrializados es de 0,7 por ciento.

”Las generosas palabras de Chirac chocan contra la realidad presupuestaria francesa”, advirtió el diario financiero francés La Tribune.

El G-8 tampoco cumplió reiteradas promesas formulladas a la Unión Africana respecto de NEPAD, y postergó, además, su prometida evaluación del esquema.

Algunos funcionarios franceses ahora ven a NEPAD como contraproducente, pues percibe la gobernanza como precondición para la futura asistencia financiera.

Una atención exagerada a los ”proyectos que tengan la etiqueta de NEPAD está creando confusión en los programas de ayuda para Africa”, dijo el secretario general del Consejo Francés de Inversores en Africa, Anthony Bouthelier.

”La nepadización de la cooperación económica con Africa ya existe, lo cual bloquea avances en proyectos multilaterales porque no se cumplen las condiciones de gobernanza”, dijo a IPS un alto funcionario del G-8.

El grupo tampoco tomó medidas para reducir la deuda externa de los países africanos más pobres, así como para poner fin a los subsidios a la agricultura del Norte industrial.

”Esperaba avanzar en este asunto”, dijo Chirac al finalizar la cumbre. Los subsidios entregados por los países del G-8 son siete veces mayores a la asistencia que brindan al mundo en desarrollo. (

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