CAMBOYA: Habrá juicio para crímenes del Jemer Rojo

Los países de la ONU prometieron aportar los fondos para establecer un tribunal internacional que procese a un puñado de sobrevivientes del Jemer Rojo, el régimen comunista que masacró a uno de cada cuatro camboyanos en los años 70.

Los países que asistieron a la conferencia de recolección de fondos en Nueva York anunciaron un aporte conjunto de 38,4 millones de dólares, cinco millones menos de lo que la ONU (Organización de las Naciones Unidas) había acordado reunir.

De todos modos, el secretario general del foro mundial, Kofi Annan, dijo a los países que el monto superaba sus expectativas, y manifestó confianza en que la organización equilibraría el balance.

”Los crímenes cometidos por el Jemer Rojo fueron de un alcance y escala casi imposible de comprender. Las víctimas de estos horribles delitos han esperado por justicia durante demasiado tiempo”, dijo Annan ante la conferencia, que se celebró el lunes.

”Con sus generosas contribuciones, ustedes envían el mensaje de que, aunque de manera tardía e imperfecta, la impunidad no quedará incuestionada”, advirtió.

Annan explicó que los procedimientos del tribunal, cuya instauración está prevista para mediados de año, no comenzará hasta que no se hayan alcanzado compromisos o aportes efectivos por un total de 43 millones de dólares.

El funcionario agradeció a Japón, que ya pagó 21,6 millones de dólares al tribunal. El de Francia fue el segundo aporte, con un compromiso de 4,8 millones de dólares, seguido por el de Gran Bretaña, de 2,8 millones, y el de Australia, de 2,3 millones.

El representante de Camboya en la conferencia, Sean Visoth, dijo a IPS que los compromisos fueron ”alentadores”.

Pero el presidente del Grupo Real de Trabajo por el Juzgamiento del Jemer Rojo, Sok An, pidió a la comunidad internacional que apoyara al gobierno de Camboya a cubrir la mitad del aporte que se le exige, de 13,3 millones de dólares.

Por lo tanto, aún se requieren 12 millones de dólares para comenzar las tareas del tribunal.

Estados Unidos se negó a donar fondos, pues, indicaron sus representantes, ya aportó siete millones de dólares en los últimos 10 años en apoyo a la documentación y los crímenes del Jemer Rojo, que gobernó Camboya con mano de hierro entre 1975 y 1979.

Estados Unidos ha sido criticado por alentar la llegada al poder de Pol Pot, líder del Jemer Rojo, al bombardear Camboya a comienzos de los años 70.

Luego, según los críticos, suministró información de inteligencia al Jemer Rojo en los 80 como tiro por elevación contra Vietnam, que apoyaba al gobierno que sucedió al de Pol Pot. Washington también logró en esos años que la ONU apoyara al Jemer Rojo.

Se atribuye al régimen del Jemer Rojo la muerte, entre 1975 y 1979, de tres millones de camboyanos, a través de ejecuciones, campamentos de trabajos forzados y por la hambruna generalizada.

Pol Pot no se sentará en el banquillo, pues murió prófugo en 1998. Tampoco su canciller Ieng Sary, amnistiado por el actual gobierno. Ambos fueron hallados culpables en un juicio en 1979, pero la guerra civil impidió que esa condena se hiciera efectiva.

Apenas una docena de integrantes del Jemer Rojo se enfrentarán con el tribunal, entre ellos el jefe militar del régimen, Ta Mok, y el camarada Duch, el cabecilla de Toul Sleng, un tenebroso centro de interrogatorios en Phnom Penh. Ambos fueron capturados en 1999.

El Jemer Rojo evacuó las ciudades, suprimió la moneda, impuso la obligatoriedad de la labor comunitaria agrícola, clausuró fábricas y escuelas y persiguió a intelectuales.

El régimen fue derrocado en 1979 por tropas de Vietnam. Pol Pot rivalizaba con los comunistas vietnamitas, alineados con la hoy disuelta Unión Soviética, y por eso recibió apoyo, o al menos fue tolerado, por Estados Unidos y por Beijing en aquellos años de guerra fría

Muchos de los sucesores de Pol Pot son hoy aliados del primer ministro Hun Sen, él mismo ex comandante del Jemer Rojo.

Pero en las postrimerías del régimen, Hun Sen lideró un movimiento de resistencia contra Pol Pot, y ha expresado en varias ocasiones su resentimiento contra la ONU por haber reconocido en esos años el régimen del fallecido dictador.

Luego de que las facciones en armas firmaron su acuerdo de paz en 1991 para abrir un camino de reconciliación y democracia, el rey Sihanouk se hizo cargo de la jefatura del Estado.

El gobierno camboyano procura la ayuda de la ONU para crear un tribunal para los remanentes del Jemer Rojo desde 1997.

El foro mundial y el gobierno de Hun Sen acordaron establecer un tribunal que cuente con jueces extranjeros y camboyanos. Sus decisiones deben ser tomadas por una mayoría que incluya un no camboyano. (

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