CAMBIO CLIMÁTICO: Asia se conforma con acuerdo político

Los enviados asiáticos a las negociaciones climáticas internacionales que tienen lugar en la capital danesa insisten en que se debe llegar a un acuerdo político como paso previo a un tratado legalmente vinculante.

Nepaleses protestan en Copenhague. Crédito: Athar Parvaiz/IPS
Nepaleses protestan en Copenhague. Crédito: Athar Parvaiz/IPS

La 15 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 15) se desarrolla desde el 7 y hasta el 18 de este mes en Copenhague.

Allí se negocia los términos de un tratado para abatir los gases de efecto invernadero causantes del cambio climático.

«Aunque nos damos cuenta de que es altamente improbable llegar a un consenso en Copenhague» para ese tratado, «estamos bastante esperanzados en un acuerdo político», dijo a IPS Akira Yamada, subdirector general del Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón.

Su país quiere un tratado que sea firmado tanto por Estados Unidos como por China, «los mayores emisores de gases de efecto invernadero», enfatizó.
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La mayoría de los negociadores de la región Asia-Pacífico entrevistados por IPS dijeron que solamente se conformarán con un acuerdo político en la creencia de que éste garantizará la adopción de un acuerdo posterior que sea legalmente vinculante.

Pero algunos grupos de presión insisten en que un acuerdo de estas características debería ser el resultado de negociaciones sobre el cambio climático, dado que «las meras promesas políticas no funcionarán».

«Un tratado políticamente vinculante equivale a una relación amorosa, mientras que el tratado legalmente vinculante es un matrimonio propiamente dicho», ilustró Mike Shanahan, alto funcionario de prensa del independiente Instituto Internacional para el Ambiente y el Desarrollo, con sede en Londres.

«Ningún gobierno, en ningún momento, en ningún país, puede desviarse del tratado legalmente vinculante, mientras que las promesas hechas mediante declaraciones políticas no son ninguna garantía», agregó.

Kim Chan Woo, director general del Ministerio de Ambiente de Corea del Sur, señaló: «Aunque las negociaciones van a un ritmo muy lento, estamos haciendo esfuerzos para lograr un acuerdo político, que luego se convertiría en un acuerdo legal».

Los países en desarrollo en general y los «menos adelantados» en particular quieren que las naciones industrializadas paguen su «deuda climática» financiando compromisos y medidas para reducir drásticamente las emisiones contaminantes.

Un borrador danés de un acuerdo sobre cambio climático que se filtró esta semana al periódico británico The Guardian fue rechazado por los países pobres, porque hace que la balanza de las obligaciones de mitigación deje de inclinarse sobre las naciones ricas. Y esto se considera una violación del espíritu y la sustancia de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, así como del Plan de Acción de Bali, adoptado en 2007 en esa isla indonesia.

«El texto danés es extremadamente peligroso para los países en desarrollo. Les roba una cuota equitativa y justa del espacio atmosférico», dijo Lumumba Di-Aping, presidente del Grupo de los 77 (G-77, integrado por más de 130 países en desarrollo) y China, es decir el mayor de los bloques negociadores.

«Sabemos que el primer ministro de Dinamarca está desesperado por llegar a un acuerdo en Copenhague, pero éste debería ser equilibrado. Esperamos que prevalezcan el sentido común y la sabiduría», añadió.

Países como China e India reaccionaron al borrador de modo similar, diciendo que no les resultaba aceptable. Esto alentó al gobierno danés a decir que era «un documento a discutir, no un borrador».

«Sentimos que tanto los países industrializados como los países en desarrollo deberían contribuir a combatir el cambio climático, pero la naturaleza de esa contribución debería ser diferente», dijo el sudcoreano Kim a IPS.

El delegado indonesio Angus Purnomo señaló que su país ha comenzado a aplicar ciertas medidas de mitigación del cambio climático, como reducir sus emisiones. «Pero necesitamos asistencia financiera y tecnológica de los países industrializados. Y éste es el foro donde deberíamos conseguir una garantía de toda clase de asistencia», dijo.

«Hemos venido aquí a comprometernos muy constructivamente en las negociaciones multilaterales bajo el sistema de las Naciones Unidas, y confiamos en que habrá buenos resultados, que deben ser consistentes con los principios de la Convención», declaró a IPS el delegado indio Vijay Sharma.

«Estamos debatiendo en dos vías diferentes. Una es la Acción Cooperativa a Largo Plazo, bajo la cual se abordarán mitigación, adaptación, finanzas y tecnología. Y la otra (busca definir) cómo potenciar y lograr objetivos cuantitativos de los países del Anexo 1 (o industrializados) bajo el Protocolo de Kyoto», explicó.

El Protocolo de Kyoto, en vigor desde 2005, es el único pacto internacional vinculante para reducir los gases invernadero. Su primer periodo de compromisos expirará en 2012 y ahora en Copenhague se discuten los plazos y números de una futura reducción.

Pero de esa discusión está marginado Estados Unidos, el segundo mayor contaminador después de China, que procura obtener otro pacto, en el marco de la Convención, que distribuya obligaciones de reducción también a los grandes países en desarrollo.

Queda menos de una semana para que los negociadores lleguen a alguna conclusión.

«Nosotros no somos responsables en absoluto por el recalentamiento planetario. Pero los que más lo padecemos somos los países menos adelantados, como Bangladesh. Y los pequeños estados insulares serán los que sufrirán más», dijo a IPS Manzoor-ul-Hanan Khan, coordinador de la delegación bangladesí.

«Por lo tanto queremos una garantía escrita de los países industrializados en cuanto a que harán esfuerzos para asegurar nuestro futuro», continuó.

«Al ser un país pobre, también queremos asistencia financiera y tecnológica para la mitigación y adaptación (al cambio climático), a fin de lograr el desarrollo sin ningún costo ambiental. Tenemos una sola Tierra, y necesitamos un tratado efectivo para salvarla», agregó.

Purushottam Ghimire, negociador de Nepal, dijo que su país enfrenta un desafío importante: el derretimiento de glaciares, que amenaza a millones de personas.

«Estamos aquí para lograr un consenso y un acuerdo concreto», enfatizó.

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