AGRICULTURA-UNION EUROPEA: La polémica apenas comienza

La anunciada reforma de la política agrícola de la Unión Europea (UE) y su posible influencia en las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC) despertaron rechazo en la sociedad civil y cautela en varios gobiernos.

El ”acuerdo de pacotilla” concertado por los ministros de agricultura de la UE aumenta las posibilidades de ”un derrumbe” de la conferencia ministerial de la OMC, que se celebrará en septiembre en la sudoriental ciudad mexicana de Cancún, vaticinó el director del Movimiento para el Desarrollo Mundial (MDM), Barry Coates, con sede en Londres.

La UE anunció este jueves que sus ministros convinieron una nueva política para las polémicas subvenciones a la agricultura que consumen cada año 43.000 millones de euros (unos 50.000 millones de dólares), casi la mitad del presupuesto de ese bloque de 15 países.

La solución, que se basa en una reorientación de las subvenciones para dirigirlas en forma de pagos directos a los agricultores en lugar de sostener el volumen de producción, resultó más débil que el proyecto original, que propiciaba una desvinculación radical de los subsidios con los niveles de producción.

La política agraria común de la IE es criticada por distorsionar el comercio mundial y por dañar a agricultores de los países pobres.

Los países en desarrollo no deben ”dejarse engañar”, instó la analista política Aileen Kwa —de Focus on the Global South, un grupo independiente con sede en Bangkok—, quien previno de ”graves consecuencias” en el área agrícola a causa de la reforma del bloque europeo.

Según Kwa, establecida en Ginebra, la UE se valdrá en Cancún de la carta de su reforma agrícola para conseguir que los países del Sur mantengan abiertos no sólo los mercados agrícolas sino otros sectores de sus economías, en alusión a servicios, inversiones, competencia, compras gubernamentales y trámites aduaneros.

Francia, el país que obtiene más beneficios de las subvenciones agrícolas, ejerció fuerte presión hasta último momento para conseguir, con el apoyo de Alemania, una reforma que aceptara excepciones y también plazos extensos de aplicación.

El comisionado de la UE para la Agricultura, Franz Fischler, autor del proyecto modificado por presión francesa, saludó igualmente el convenio y le otorgó un valor histórico pues ”marca el comienzo de una nueva era”.

A juicio del director general de la OMC, Supachai Panitchpakdi, los ministros europeos ”hicieron un buen trabajo”, aunque se requiere un análisis más profundo para desentrañar el sentido del documento adoptado por la UE, admitió.

La diferenciación de los pagos directos resuelta por la UE es muy valiosa, opinó Supachai, que sin embargo prefirió no vaticinar cual será la reacción de los demás miembros de la OMC.

La decisión del bloque europeo puede acelerar las negociaciones para la apertura del comercio agrícola y materializar progresos, aunque no se puede adelantar hasta dónde, reflexionó Supachai este jueves en un encuentro con periodistas.

La reforma europea es ”un paso en la dirección apropiada”, estimó el jefe de los negociadores de Uruguay, Carlos Pérez del Castillo, que preside este año el consejo general de la OMC, máximo cuerpo durante los recesos de la conferencia ministerial de la organización.

Sin embargo, es necesario un examen más profundo para determinar los efectos sobre la negociación agrícola, agregó Pérez del Castillo.

Las negociaciones para liberalizar el comercio agrícola, uno de los sectores más protegidos de la economía mundial, deben concluir a fines de 2004, conforme decidieron los ministros durante la conferencia de Doha, capital de Qatar, en noviembre de 2001.

Pero el proceso está estancado por las diferencias profundas que separan a gran parte de los países industrializados, que subvencionan la producción y el comercio agrícolas, del grueso de los países en desarrollo.

Por eso la primera reacción de los negociadores en Ginebra es la cautela.

El representante de Argentina, Alfredo Chiaradia, dijo que el alcance real de la decisión de la UE se medirá en las próximas sesiones de negociación.

Sergio Marchi, embajador de Canadá, aceptó que la reforma de UE tiene un sentido saludable, pero prefirió reservar un juicio definitivo hasta que se conozca cómo influirá en las propuestas europeas para la negociación agrícola.

En cambio, Coates insistió en que en lugar de romper el estancamiento de las negociaciones, el fracaso de una verdadera reforma de la política agrícola de la UE ”puede causar con más probabilidad el derrumbe” de la conferencia de Cancún.

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