Dos decisiones adoptadas este martes por presidentes de América Latina y el Caribe neutralizan o buscan revertir acciones «vengativas» de Estados Unidos contra Bolivia y Cuba, acentuando el carácter autonomista de las cumbres que tienen lugar en este complejo turístico de Brasil.
La Cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur) decidió que sus cinco miembros, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela, absorberán 30 millones de dólares en exportaciones bolivianas de textiles, "en solidaridad con el gobierno y el pueblo de Bolivia".
El gesto, que recibió varios agradecimientos públicos del presidente boliviano Evo Morales, compensa las pérdidas que sufrió su país por la suspensión, anunciada por Estados Unidos el 26 de noviembre, de preferencias arancelarias en castigo por el presunto incumplimiento de Bolivia de metas en el combate al narcotráfico.
Esas preferencias eran concedidas a Bolivia, Perú y Colombia en el marco de la Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de Drogas (ATPDEA por sus siglas en inglés), que estimula la represión a la producción y comercio ilegal de cocaína.
También Venezuela ofreció un apoyo de 60 millones de dólares, en una operación que comprende a empresarios y gobierno, informó Morales, que consideró tales gestos y la integración "importantísimos" para su país, que se va liberando de "imposiciones y condicionalidades" de potencias del Norte rico.
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Otra decisión contra medidas punitivas de Estados Unidos fue la incorporación de Cuba al Grupo de Río, aprobada por los presidentes de los 19 países miembros de ese mecanismo latinoamericano y caribeño de concertación política y diplomática.
El presidente de México, Felipe Calderón, anunció la resolución del Grupo destacando la contribución importante que puede hacer Cuba a las relaciones regionales. Calderón hace parte de los gobernantes conservadores y más allegados a Washington en una América Latina en la que la izquierda y la centroizquierda ampliaron su presencia en los gobiernos en los últimos años.
El presidente de Cuba, Raúl Castro, también invitado por primera vez a la Cumbre del Mercosur, agradeció el apoyo de sus pares en la lucha contra el "vengativo bloqueo económico y financiero" que sufre su país desde 1962, y condenó el sistema económico mundial "neoliberal", cuyo agotamiento se identifica, dijo, en la actual crisis financiera.
La decisión refleja la "independencia definitiva" de América Latina, 50 años después de que Fidel Castro y su hermano Raúl pelearon en la Sierra Maestra por la revolución, afirmó el presidente venezolano Hugo Chávez, un gran aliado de Cuba.
La misma Cumbre de América Latina y el Caribe (CALC) de este martes y el miércoles en Costa do Sauípe, a 70 kilómetros de la capital del nororiental estado brasileño de Bahia, es una iniciativa "histórica" que marca la autonomía regional.
Por primera vez, los países de la región reúnen a sus jefes de Estado y de gobierno, sin la presencia de Estados Unidos ni de potencias colonizadoras europeas.
Es "increíble" que solo ahora tenga lugar un encuentro así, casi 200 años después de la independencia del imperio colonial, observó el canciller brasileño Celso Amorim, si bien aclaró que ni la iniciativa brasileña de convocar a la CALC ni las decisiones de este martes eran contra Estados Unidos.
Ni Morales ni Castro exhibieron esa moderación, y criticaron las "imposiciones" de Washington. El mandatario boliviano destacó que el presidente saliente George W. Bush "no respetó" siquiera al Congreso legislativo de su país, que había decidido prorrogar las preferencias arancelarias.
Morales celebró también un triunfo en la Unión de las Naciones Suramericanas (Unasur), que en otra reunión cumbre este martes recibió el informe sobre los violentos conflictos ocurridos en septiembre en el norteño departamento de Pando, en los que murieron al menos 17 campesinos favorables al gobierno.
El informe, elaborado por una comisión multinacional de expertos conformada por la Unasur, será enviado a organismos derechos humanos de las Naciones Unidas y de la Organización de los Estados Americanos.
Lo ocurrido en Pando fue "una masacre, un genocidio", dijo el presidente boliviano en rueda de prensa, y será necesaria la "presión del movimiento social" para que la justicia condene a los responsables. El funcionamiento de la justicia constituye "un grave problema", y tendrá que pasar por la "profunda transformación" que deberá vivir Bolivia, dijo.
Morales afirmó asimismo su compromiso "con la democracia, los derechos humanos y el Estado de derecho". El referendo fijado para el 25 de enero permitirá al pueblo boliviano "aprobar o rechazar" libremente la Constitución redactada por la Asamblea Constituyente, aseguró.
La Unasur fue creada por decisión de los países de América del Sur y su constitución fue firmada en mayo de 2008, pero hasta ahora solo dos países, Bolivia y Venezuela, ratificaron su fundación en sus parlamentos.
Ésa es una tarea urgente, observó el canciller brasileño, restando importancia a los rumores de que Uruguay amenaza con dejar la organización si el ex presidente argentino, Néstor Kirchner (2003-2007), es nombrado su secretario general.
Los gobiernos de Argentina y Uruguay están enfrentados por la instalación de la industria papelera en el lado uruguayo de un río compartido y por el corte de un puente internacional, que sostienen activistas argentinos a modo de protesta. Montevideo reclama a Buenos Aires que ponga fin a esa medida.
El conflicto está en manos de la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya. FIN/IPS/mo/dcl/la ca ip sl/08)
