PALESTINA-ISRAEL: Choque inevitable, o no

Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) palestino se enfrentaron durante 10 días en intensos combates, a pesar del cese del fuego.

Fuerzas israelíes incursionaron en Gaza, territorio controlado por Hamás, desatando un ciclo de violencia que se cobró la vida de docenas de combatientes palestinos y causó heridas leves a dos soldados del estado judío.

Esta ruptura de un cese del fuego de seis meses siembra dudas sobre la posibilidad de que sea renovado cuando se venza el plazo, en los próximos días. También se especula con que Israel cumpla con su amenaza de volver a realizar una gran incursión militar en Gaza.

La mayoría de los analistas consideran que una sangrienta lucha entre Israel y Hamás es sólo una cuestión de tiempo. Unos pocos prevén, en cambio, que hay posibilidades de que la tregua continúe.

Varios factores inciden en el curso de los acontecimientos, entre ellos las elecciones generales previstas para febrero en Israel y los conflictos internos palestinos, así como consideraciones militares y estratégicas.

Las deliberaciones están en curso y Hamás todavía no alcanzó un consenso sobre la renovación de la tregua, dijo a IPS el portavoz de la organización Ahmed Yousef, también asesor en relaciones internacionales del líder del partido islamista, Ismail Haniyeh.

"Hemos discutido varios asuntos, incluso si Israel levantará el bloqueo de Gaza y permitirá el ingreso de asistencia humanitaria en cantidades suficientes. También queremos saber la opinión de grupos combatientes más pequeños, como la Yihad Islámica y el Frente Popular para la Liberación de Palestina", explicó.

Samir Awad, de la Facultad de Derecho de la cisjordana Universidad de Birzeit, dijo que "las elecciones obligan a Israel a manejarse con cautela".

La idea de una nueva escalada de violencia se integró en las discusiones de la campaña electoral israelí. La canciller Tzipi Livni, también presidenta del partido gobernante Kadima, pretende mostrarse como una primera ministra fuerte y llamó a responder a los ataques con cohete desde Gaza.

En cambio, el líder del Partido Laborista y ministro de Defensa, Ehud Barak, parece reticente a combatir en dos frentes simultáneos, en Gaza y en el parlamento israelí.

Barak y el jefe del Estado Mayor Conjunto de las fuerzas armadas, Gaby Ashkenazi, fueron quienes persuadieron al gabinete de gobierno contra una gran incursión militar en Gaza en la última primavera boreal.

"Israel sabe que, en última instancia, no hay solución militar al conflicto, y que una invasión puede terminar en un prolongado y sangriento empantanamiento. Mantener la ocupación, además, sería caro, pues Israel se vería legalmente obligado a asistir a la población civil", dijo Awad.

Moshe Ma'oz, profesor de Estudios Islámicos y de Medio Oriente de la Universidad Hebrea de Jerusalén, consideró que Israel no tiene alternativa a negociar con su enemigo.

"Pero el gobierno israelí teme que cualquier acuerdo que alcance con Hamás destruya sus posibilidades de lograr una solución de 'dos estados' con el presidente palestino Mahmoud Abbas", dijo Ma'oz a IPS.

Abbas preside la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que controla Cisjordania y es considerado el interlocutor palestino por la comunidad internacional. Su partido, el laico Fatah, está duramente enfrentado con Hamás. La vieja ley colonial de "divide y reinarás" también fortalece, por lo tanto, la posición de israelí. Fatah concentra su poder militar contra Hamás. Mientras, ambos partidos pierden de vista a su enemigo común.

"Hay fuertes posibilidades de que una incursión israelí consolide la opinión pública palestina contra la ocupación y una a los dos partidos a pesar de la actual lucha interna", dijo Awad.

La relación de la ANP con las fuerzas de seguridad israelíes se fortaleció considerablemente en los últimos meses, sobre todo por la coordinación de la campaña política y militar contra simpatizantes de Hamás en Cisjordania.

Pero esa cooperación fue contraproducente, pues la ANP paga un elevado precio político por la crisis humanitaria que sufre la población de Gaza a raíz del bloqueo.

Para peor, altos funcionarios políticos y militares de la ANP manifestaron a Israel que temen por sus vidas. Sospechan que combatientes de Hamás puedan asesinarlos.

La fecha clave es el 9 de enero, cuando expirará el periodo presidencial de Abbas, quien pretende permanecer en su puesto hasta las elecciones legislativas previstas para más avanzado el año próximo.

Pero Hamás anunció que no le reconocerá ninguna autoridad después de esa fecha. Por lo tanto, Abbas amenazó con renunciar y con llamar a elecciones presidenciales y legislativas inmediatas y simultáneas.

"Hamás le teme a esa posibilidad, pues no está seguro de que pueda mantener el poder en Gaza en las urnas y no están dispuestos a resignarlo", sostuvo Awad.

El movimiento islamista adelantó su voluntad de renovar el cese del fuego si éste se extiende a Cisjordania, opción descartada por la ANP y por Israel.

Tanto el palestino Awad como el israelí Ma'oz concuerdan en que la renovación de la tregua beneficiaría a Hamás.

El partido "necesita tiempo para consolidar su poder", explicó Ma'oz. Fuentes de la inteligencia israelí estiman que las brigadas militares de Hamás fortalecieron su poder misilístico en los últimos meses.

Hamás cuenta con misiles de un alcance cercano a los 20 kilómetros, capaces de alcanzar sólo los poblados israelíes fronterizos con Gaza, pero en unos pocos meses tendrá otros con un rango de 40 kilómetros, según esos informantes.

El movimiento aspira a poseer misiles con 70 kilómetros de alcance, que podrían alcanzar poblados centrales de Israel e incluso Jerusalén.

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