En territorio de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), líderes políticos y religiosos, organizaciones internacionales y de la sociedad civil local trabajan en conjunto para lograr que los casos de sida se mantengan en los bajos niveles que registran hasta el momento, a través de la abstinencia o el uso de condones.
En esa estrategia participan el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), que controla la Franja de Gaza, el partido Al Fatah, moderado y secular, que gobierna Cisjordania, líderes religiosos cristianos y musulmanes, agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y diversos grupos no gubernamentales.
Los planes para prevenir la difusión del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), que causa el sida, están basados en la abstinencia, la precaución y el uso de condones, dijo a IPS Ziad Yaish, del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés).
En los territorios palestinos sólo se registraron 80 casos de sida desde 1987, 24 de ellos en Gaza, y fundamentalmente entre hombres, señaló Saad Ramlawi, presidente del Comisión Nacional del Sida (NAC, por sus siglas en inglés).
En poco más de la mitad de los casos, el contagio se produjo a través de relaciones sexuales, en su mayoría heterosexuales, y el resto a causa de transfusiones de sangre o uso de drogas intravenosas, agregó.
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"Más de la mitad de los enfermos en los territorios palestinos han muerto. Otras siete personas se encuentran en un estado avanzado de la enfermedad y están recibiendo tratamiento con antirretrovirales", dijo Ramlawi a IPS.
"El Ministerio de Salud de la ANP se hace cargo del costo, que es de 2.000 dólares mensuales por persona y también les ofrece asesoramiento, junto con atención de la salud no relacionada con la enfermedad, como odontología y cirugía", afirmó.
En 2003, el UNFPA recomendó la creación de un grupo temático de la ONU sobre el VIH/sida en los territorios palestinos, que llevó a la creación de la SAC.
El trabajo de esas dos organizaciones incluye la coordinación entre Cisjordania y Gaza, a través de videoconferencias, talleres, capacitación de los trabajadores de la salud en enfermedades de transmisión sexual y prevención del sida, además de tareas de supervisión y evaluación.
El grupo temático de la ONU ofrece apoyo técnico a la NAC.
Aunque el patrón del contagio del VIH en los territorios palestinos es similar al que se verifica en el resto del mundo, existen factores sociales, políticos y religiosos que introducen nuevas dimensiones.
El UNFPA está a punto de lanzar un plan quinquenal para educar a los palestinos sobre la enfermedad y los métodos de prevención.
"Nuestro proyecto contempla la investigación de grupos de alto riesgo, como las prostitutas y los gays, que tienen muy poca información por el carácter tabú de este tema en una sociedad muy religiosa y conservadora", dijo a IPS Ali Shaar, del UNFPA.
"Además de establecer contacto con prostitutas y gays, trataremos de educar a los hombres sobre la necesidad de usar condones", agregó.
"Tradicionalmente, los temas de salud sexual y reproductiva se han enfocado en las mujeres, ya que los hombres, en nuestra sociedad patriarcal, los consideran fundamentalmente como una cuestión limitada al otro sexo", señaló Yaish.
Líderes religiosos cristianos en Cisjordania, y musulmanes en Gaza, han apoyado los programas de educación sobre el sida. Shaar y Yaish creen que los programas de prevención empleados en los territorios palestinos son los más avanzados de la región.
La NCA organizó una conferencia en Cisjordania y Gaza en 2006, en coincidencia con el Día Mundial del Sida.
En esa ocasión, "un joven palestino, enfermo de sida, relató su experiencia. No sólo la audiencia se mostró interesada y solidaria, sino que cuando terminó de hablar dos prominentes líderes religiosos, uno cristiano y otro musulmán, lo abrazaron y lo besaron. Esto ayudó a la gente a entender que quienes padecen el VIH/sida no son peligrosos ni una amenaza para otras personas", destacó Yaish.
Los activistas están prestando atención a un nuevo riesgo. La falta de oportunidades, la pobreza y la crisis de identidad política han hecho que la adicción a las drogas se convierta en un serio problema entre los jóvenes del sector árabe de Jerusalén, advirtió Yaish.
En Gaza, una sociedad ultraconservadora, la prostitución y el consumo de drogas están más extendidos de lo que se podría suponer.
"La extrema pobreza y las tensiones sociales, agravadas por el bloqueo impuesto por Israel, han llevado a muchas personas a buscar mecanismos para enfrentar esa situación. A pesar de las dificultades financieras, las drogas encuentran su camino para llegar a las calles y más mujeres están recurriendo a la prostitución", dijo Shaar.
