GINEBRA – Al menos 3661 personas fueron asesinadas este año en Haití, víctimas de la violencia desatada por las bandas criminales que azotan a ese país, informó este viernes 27 la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh).
“No deberían perderse más vidas como resultado de este crimen sin sentido”, afirmó el alto comisionado, Volker Türk, al divulgarse en esta ciudad suiza el informe de Acnudh según el cual la lucha contra la inseguridad debe ser “la máxima prioridad” en el país caribeño.
Junto con los asesinatos, y los centenares de heridos también por la violencia de las pandillas –que han controlado tres cuartas partes de Puerto Príncipe, y zonas y vías al norte y sur de esa capital-, se ha producido el desplazamiento desde sus hogares de cientos de miles de personas.
La situación agrava los problemas arrastrados durante años en Haití, el país más pobre del hemisferio, de 28 000 kilómetros cuadrados y 11,5 millones de habitantes, de los que cerca de 4,5 millones están urgidos de ayuda humanitaria.
El informe de Acnudh llama a las autoridades haitianas y a la comunidad internacional a “trabajar más duro para proteger a las personas y evitar mayores sufrimientos” a la población.
Türk dio la bienvenida “a las recientes medidas adoptadas, como el establecimiento de un Consejo Presidencial de Transición, un nuevo gobierno de transición y el despliegue de los primeros contingentes de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití (Mmas).
“Sin embargo, está claro que la Misión necesita equipo y personal adecuados y suficientes, para combatir de manera eficaz y sostenible a las bandas armadas e impedir que se propaguen y causen más devastación en la vida de las personas”, agregó Türk.
Hasta la fecha, se ha desplegado en Haití un contingente inicial de 430 miembros del Mmas, parte de una oferta de 1000 policías que aporta Kenia, tras un acuerdo entre países de Europa, América del Norte y el Caribe para conformar una fuerza multinacional de apoyo a las tareas de seguridad de la policía haitiana.
El informe de Acnudh llamó la atención sobre el avance de las bandas en el departamento de Artibonite, al noroeste, considerado el granero de Haití, y en zonas de la península del suroeste que hasta el año pasado escapaban de la violencia.
En Artibonite la violencia y la creciente extorsión por parte de las pandillas han obligado a los agricultores a abandonar más de 3000 hectáreas de tierra, comprometiendo aún más la producción de alimentos justo cuando se estima que 1,6 millones de personas en el país enfrentan una inseguridad alimentaria aguda.
El informe también recoge que al menos 860 personas murieron y 393 resultaron heridas durante operaciones y patrullas policiales en Puerto Príncipe –ciudad de un millón de habitantes-, entre ellas al menos 36 niños, “lo que podría constituir un recurso de fuerza excesivo, injustificado y desproporcionado”.
Las pandillas reclutaron a un gran número de niños en sus filas durante el año, y el informe recogió que el número de víctimas de violencia sexual, incluida la violación, también aumentó, al menos en el primer semestre del año.
“Las pandillas continuaron utilizando la violencia sexual para castigar, sembrar el miedo y subyugar a las poblaciones”, según el informe.
Türk instó a las autoridades haitianas a tomar medidas enérgicas para fortalecer a la policía y otras instituciones estatales paralizadas por la corrupción endémica, incluido el sistema judicial, a fin de restablecer el estado de derecho y garantizar que quienes estén involucrados en abusos sean responsabilizados por sus acciones.
Además, llamó a las autoridades a proteger a los niños de las pandillas y a redoblar esfuerzos para combatir la violencia sexual y de género y garantizar la protección de los desplazados internos.
El alto comisionado también instó a la comunidad internacional a implementar de manera integral el embargo de armas selectivo, la prohibición de viajar y la congelación de activos impuestos por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, con el fin de detener la violencia de las pandillas en Haití.
Al intervenir en el 79 período de sesiones de la Asamblea General de la ONU, el presidente keniano William Ruto anunció que su país desplegará un contingente adicional de efectivos para alcanzar el objetivo de contar con 2500 agentes de policía internacional en Haití el próximo año.
“Kenia y otros países del Caribe y África están preparados para desplegarse, pero se ven obstaculizados por la falta de equipamiento, logística y financiación”, dijo Ruto, por lo que pidió a los Estados miembros de la ONU que “se solidaricen con el pueblo de Haití brindándole el apoyo necesario”.
Edgard Leblanc Fils, coordinador del presidencial Consejo de Transición, de nueve miembros, propuso en el foro mundial transformar la misión de apoyo a la seguridad en una de mantenimiento de la paz bajo el mandato de las Naciones Unidas.
De esa manera la misión, que se apoya principalmente en respaldo financiero y logístico de Estados Unidos, tendría un respaldo financiero del conjunto de la ONU.
También el primer ministro haitiano, Garry Conille, advirtió en la ONU que “estamos lejos de ganar. La batalla contra las pandillas no se ganará sin ayuda externa”.
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