Las lecciones de la lucha para salvar una montaña sagrada en India

Dos informes de IPBES, uno de evaluación sobre valores diversos y otro de valoración de la naturaleza, muestran como un caso de éxito la campaña del Movimiento Niyamgiri en India, que salvó una montaña sagrada, para los pueblos tribales de la zona. Foto: Survival International

NAIROBI – Los dongria kondhs dicen que son los descendientes de Niramraja, un dios-rey mítico que se cree que creó la cadena de colinas Niyamgiri, en el estado de Odisha, en el este de India, en la bahía de Bengala.

Esa comunidad indígena ha adorado la montaña Niyamgiri y ha vivido en la región, que se extiende por más de 250 kilómetros cuadrados a través de los distritos Raygada y Kalahandi de Odisha. Su supervivencia está estrechamente relacionada con la integridad del ecosistema de la montaña Niyamgiri.

Pero en 2003, estalló un conflicto socioeconómico y de valores sobre el mítico reino sagrado cuando Vedanta Resources, un gigante minero de Reino Unido, comenzó a adquirir terrenos para construir una planta de aluminio al pie de la montaña Niyamgiri, aunque al principio no efectuó la tala de los bosques de la zona.

Las protestas estallaron de inmediato y se intensificaron cuando se reveló que Vendata también planeaba adquirir la montaña Niyamgiri y extraer de ella su riqueza de bauxita, la roca sedimentaria que es la materia prima para producir aluminio. En 2004, la empresa buscó la aprobación para talar bosques para instalar una mina.

Entonces, los ambientalistas acudieron a los tribunales.

El enfrentamiento entre las ganancias a corto plazo y el crecimiento económico frente a los valores que las comunidades afectadas atribuyen a sus tierras se hizo evidente en julio de 2022 cuando IPBES publicó el Informe de evaluación sobre los valores diversos y la valoración de la naturaleza.

IPBES (Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas) proporciona a los formuladores de políticas evaluaciones científicas objetivas sobre el estado de conocimiento sobre la biodiversidad del planeta, los ecosistemas y las contribuciones humanas, así como opciones y acciones para proteger y utilizar de manera sostenible estos activos naturales vitales.

En este sentido, la Evaluación de Valores responde a la necesidad de ayudar a los tomadores de decisiones a comprender y dar cuenta de la amplia gama de valores de la naturaleza en las decisiones políticas para abordar la actual crisis de biodiversidad y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), impulsados por las Naciones Unidas.

Aprobado por representantes de los 139 Estados miembros de IPBES, el informe completo, publicado en octubre de 2022, encontró un «enfoque global dominante en las ganancias a corto plazo y el crecimiento económico, que a menudo excluye la consideración de múltiples valores de la naturaleza en las decisiones políticas».

También concluyó que “las decisiones basadas en un conjunto limitado de valores de mercado de la naturaleza sustentan la crisis mundial de la biodiversidad”.

Una crisis mundial de la biodiversidad está poniendo cada vez más en riesgo las economías, la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia de las personas en todos los rincones del mundo.

Por ejemplo, IPBES alertó al mundo que un millón de especies, de un total de ocho millones, de plantas y animales, ahora se enfrentan a la extinción, muchas dentro de décadas. Hoy, las poblaciones de vida silvestre del mundo han disminuido en 69 % desde 1970.

Según IPBES, el aumento del producto interno bruto global impulsa un mayor uso de los recursos naturales, y “tales políticas extractivas han llevado a la pérdida inmediata de múltiples valores naturales en diferentes escalas geográficas y sociales, afectando de manera desproporcionada a las comunidades indígenas y locales”.

El caso de Niyamgiri ilustra los problemas de poder y los conflictos de valores entre los proyectos de desarrollo económico y los pueblos indígenas y las comunidades locales. En Odisha se ubican 62 grupos tribales, de los cuales 13 son particularmente vulnerables.

La montaña Niramgiri contiene aproximadamente 75 millones de toneladas de bauxita. India es uno de los cinco países que lideran la producción de bauxita en el mercado mundial, según datos nacionales.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

El informe de Evaluación de valores destaca en particular cómo la pérdida de los valores de la naturaleza en busca de ganancias ha llevado al cruce de límites planetarios clave, acelerando las crisis gemelas de la pérdida de biodiversidad y el cambio climático.

Tal pérdida era inminente y el gobierno del estado de Odisha firmó un memorando de entendimiento con Vendata Resources.

El proyecto minero pondría en marcha actividades para convertir en bauxita una montaña sagrada indígena y el hogar ancestral de los vulnerables dongria kondhs y kutia kondhs, entre otras personas vulnerables.

Igualmente importante, la comunidad mantiene el Bosque de Sala porque respeta un tabú contra la tala de árboles en la cumbre de Niyamgiri. Aproximadamente 90 % del área de arrendamiento minero de 660 hectáreas, acordada entre el gobierno del estado de Odisha y la compañía minera, se consideró que era Bosque de Sala.

La resistencia contra el ataque planeado a la naturaleza y a la cosmovisión de los pobladores originarios fue liderada primero por la comunidad con el apoyo de activistas profesionales; esto condujo al nacimiento del Movimiento Niyamgiri, un movimiento social contra la minería de bauxita en las montañas Niyamgiri o tierra sagrada indígena.

En 2004, los ambientalistas solicitaron a la Corte Suprema de la India que no otorgara el permiso de la mina, pero la petición no prosperó. La decisión fue revocada en 2013 cuando el Tribunal ordenó que el derecho de los dongria kondh a adorar su montaña sagrada debía ser “protegido y preservado”.

Según la orden judicial, aquellos con valores religiosos y culturales asociados con el área deben ser incluidos en el proceso de toma de decisiones. Un referéndum local de las aldeas afectadas rechazó por unanimidad el proyecto minero.

Según IPBES, “el caso de Niyamgiri incluye una variedad de enfoques de valoración: las consideraciones finales de la empresa, el análisis de costo-beneficio; centrándose en valores instrumentales, representaciones de valores ecológicos (intrínsecos) y evidencia de valores culturales (relacionales) de los pueblos indígenas”.

En este caso, el poder de decisión influye en qué valores se priorizaron y qué métodos de valoración se consideraron apropiados. IPBES considera que el caso también “ejemplifica cómo las diferentes lógicas de valoración tienen éxito o fracasan en la representación de diferentes marcos de vida y conjuntos de valores”.

IPBES hace referencia al Marco de Valores de Vida que vincula la riqueza de las formas en que las personas experimentan y piensan sobre la naturaleza con las diversas formas en que la naturaleza importa. Muestra por qué el mundo natural es importante. Las personas pueden vivir de, vivir en, vivir con o como la naturaleza.

Vivir “como” la naturaleza caracteriza una unidad con la naturaleza y la gente. Vivir “con” la naturaleza significa vivir de acuerdo con la naturaleza y vivir “de” la naturaleza se refiere a priorizar los beneficios como las ganancias y el crecimiento económico de los recursos naturales sobre la integridad de un ecosistema.

La primera decisión judicial priorizó en gran medida el desarrollo económico y enfatizó la industrialización. Un análisis de costo-beneficio se centró en valores instrumentales como ingresos por empleo, gastos de infraestructura y ganancias en línea con los intereses de Vedanta.

Los activistas ambientales, enfatiza IPBES, se basaron tanto en el marco de vivir ‘como’ como en el de vivir ‘con’ la naturaleza. Un ecosistema de Niyamgiri intacto se considera un valor central, y los activistas destacaron las intersecciones entre los valores culturales y de biodiversidad y los derechos de las comunidades locales a definir sus medios de vida.

En general, los activistas lograron representar los valores culturales, espirituales y territoriales que eran más importantes para los pueblos indígenas locales y se impusieron en la Corte Suprema de la India.

Hoy, el mítico reino de las montañas Niyamgiri está a salvo y permanece bajo el control de los descendientes de Niramraja, su dios-rey.

T: MLM / ED: EG

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