La lista de exclusión de la ONU por acoso sexual se queda corta

La sede de las Naciones Unidas en Nueva York, donde la política de tolerancia cero ante el acoso sexual está siendo resquebrajada por el caso de un alto funcionario que debió dimitir por “creíbles” acusaciones de haber incurrido en ese delito y ahora retornó a un cargo como jubilado. Foto: Manuel Elías / ONU

NACIONES UNIDAS –  La Organización de las Naciones Unidas (ONU) están tomando medidas enérgicas contra el acoso sexual en todo el sistema desde 2017, mientras que su política de protección de los denunciantes ha proporcionado un «estatus de protección» a casi 68 funcionarios del organismo mundial que denunciaron actos ilícitos.

Sin embargo, Equality Now (Igualdad Ahora), una organización internacional de derechos humanos, acusa a la ONU de haber flaqueado en su política de «tolerancia cero», como evidencia un caso que se está convirtiendo en un símbolo de las grietas en esa estrategia que es una de las banderas del actual secretario general, António Guterres.

Antonia Kirkland, directora mundial de Igualdad Jurídica y Acceso a la Justicia de Equality Now, dijo a IPS que su organización estaba «sorprendida y preocupada al descubrir que Kingston Rhodes, un ex secretario general adjunto de la ONU, ha sido autorizado a regresar a los pasillos de las Naciones Unidas”

Ello, “a pesar de haber renunciado previamente a un cargo de alto nivel después de múltiples acusaciones de acoso sexual en su contra que fueron «creíbles» en una investigación interna llevada a cabo por la Oficina de Servicios de Supervisión Interna”, se quejó.

Pese a que el propio Guterres reconoció que las acusaciones de acoso sexual y maltrato eran “creíbles”, Rhodes, antiguo presidente de la Comisión de Administración Pública Internacional (Capi), “pudo dimitir tranquilamente” sin que se le exigieran responsabilidades por su comportamiento.

Más alarmante aún, remarcó Kirkland, ahora se le ha permitido asumir un influyente puesto voluntario dentro de las asociaciones de jubilados del sistema en la sede de la ONU en Nueva York. De hecho se le ha permitido asumir un puesto en un Comité de Pensiones del personal.

“El nuevo nombramiento de Rhodes, a la luz de su comportamiento inaceptable en el pasado, es una afrenta para las mujeres de las que fue víctima”, argumentó la especialista de Equality Now.

Además, argumentó, “también disuade a otras personas que han sufrido acoso sexual de denunciar los casos porque envía un mensaje tóxico de que, una vez más, los hombres poderosos de la ONU pueden acosar impunemente a sus compañeras».

Igualdad Ahora  envió una carta a Guterres en la que expresa su preocupación por el hecho de que se permitiera a Rhodes ocupar este puesto, y afirma que debería ser «descalificado para formar parte del Comité de Pensiones de Fafics / Nueva York y se le debería pedir que renunciara a este puesto inmediatamente».  Fafics es la sigla de la Federación de Asociaciones de antiguos Funcionarios Internacionales.

El 10 de junio, Igualdad Ahora recibió lo que llama «una respuesta insatisfactoria» de Catherine Pollard, secretaria general adjunta de Estrategia de Gestión, Política y Cumplimiento.

La respuesta de Pollard decía: «Habiendo tomado nota de sus preocupaciones, debo llamar su atención sobre el hecho de que, dado que el Sr. Rhodes es un antiguo funcionario jubilado, el secretario general no tiene jurisdicción en lo que respecta a su pertenencia a un Comité Fafics».

Kirkland dijo a IPS que esto se contradice con el hecho de que la ONU afirma tener una «lista de exclusión» de 564 nombres de personas que han dejado el organismo mundial tras las acusaciones de abuso o acoso sexual.

El nombre de Rhodes “debería estar incluido en esa lista”, subrayó. A su juicio, no se le debe permitir de ninguna manera «representar los intereses» de las víctimas de acoso sexual o de cualquier otro exfuncionario de la ONU.

“Tampoco deben ser sometidos a una mayor interacción con él o tener que asegurarse de que los datos financieros personales y otra información no se comparten con él a través de los auspicios de la ONU», dijo Kirkland.

Para la activista, la ONU es la principal defensora internacional de los derechos humanos y debe hacer cumplir su enfoque de tolerancia cero frente al acoso sexual de sus funcionarios, y aplicarlo a todos, sin excepción e independientemente del cargo que ocupe el agresor.

“Cualquier persona que haya sido declarada culpable de acoso sexual debe rendir cuentas plenamente y las víctimas y los denunciantes deben ser protegidos de futuras interacciones con ellos”, sentenció.

Kirkland recordó que “los empleados actuales y pasados siguen dando la voz de alarma sobre la amplia falta de denuncias de acoso y abuso sexual en las instituciones de la ONU”.

Para corregir esa situación, adujo, “se necesita urgentemente un liderazgo fuerte que garantice la aplicación de políticas claras y eficaces, la tramitación oportuna de las denuncias y la protección y el apoyo tanto a las víctimas como a los denunciantes».

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

Shihana Mohamed, que trabajó bajo la dirección de Rhodes en la oficina de la Comisión de Administración Pública Internacional, la Capi, como responsable de políticas de recursos humanos, recordó a IPS que Rhodes “se confirmó que fue acosador sexual”.

Por ello, afirmó, que su nombramiento en Fafics/Nueva York, representando los intereses de los antiguos funcionarios “es chocante, profundamente preocupante e inaceptable».

“Es aún más chocante porque esto ocurre después de una serie de iniciativas tomadas por el secretario general António Guterres y su Grupo de Trabajo sobre Acoso Sexual, así como los numerosos esfuerzos de las organizaciones de la ONU, las ONG y la Sociedad Civil”, dijo Mohamed.

La tolerancia cero con el acoso sexual y no permitir que los agresores sexuales vuelvan a entrar en el sistema de la ONU, formal o informalmente, debería ser fundamental para salvaguardar la dignidad de todos los miembros del personal, afirmó la alta funcionaria, que tiene más de 20 años de experiencia en el sistema del organismo, con cargos en diferentes instancias de su gobierno interno.

A su juicio, solo así será posible garantizar la integridad de las políticas y mecanismos de la ONU para crear un entorno propicio en todo su sistema.

“Todas las organizaciones formales e informales afiliadas a la ONU, incluida la Fafic, deberían dejar de permitir el acoso sexual y de recompensar a los acosadores sexuales. En su lugar, deberían hacer todo lo posible para defender los valores de la Carta de la ONU”, declaró Mohamed.

El portavoz de la ONU, Stéfhane Dujarric, dijo que «cuando se trata de personas que sienten que han sufrido acoso o abuso sexual en el sistema de la ONU, nuestro corazón está con ellas».

Fue una respuesta a una pregunta sobre un recién emitido documental de la cadena de televisión británica BBC sobre abusos sexuales y corrupción en el sistema de la ONU, y por las quejas de los denunciantes al respecto. Pero debería servir también para el caso Rhodes.

También dijo que Guterres sigue «centrado en el fortalecimiento de la protección de los denunciantes» y que desde 2017 «alrededor de 68 personas han recibido algún tipo de protección por haber denunciado irregularidades».

T: MF / ED: EG

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