Madera requisada por autoridades ambientales a fines de septiembre, tras su tala ilegal en la Amazonia. Los extractores ilegales brasileños se sintieron «autorizados» a intensificar su actividad, ante declaraciones del presidente Jair Bolsonaro que condenó las multas y represión contra ellos, al igual que la de los deforestadores que incendian zonas amazónicas para «limpiar» y apropiarse de tierras públicas. Crédito: Secom/Fotos Públicas